Imprimir
Desgraciadamente, todo lo relacionado con la
delincuencia en general salpica a la ciudadanía de forma incontrolada. La
estadística que hemos conocido estos días sobre los robos con fuerza en
domicilios confirma que aumentaron, y nada menos que en un 25 % con respecto al
año pasado. Los datos responden al Balance de Criminalidad que el Ministerio
del Interior ha hecho llegar a los medios de comunicación, que también señala que los 2.268.665 delitos y faltas
cometidas en España en 2012, sin embargo, experimentaron un descenso de casi el
uno por ciento. De acuerdo con estas cifras, se confirma la tendencia que se
apreciaba en informes anteriores también difundidos por el Ministerio del Interior a lo
largo del año pasado. En este balance del año pasado observamos un aumento del
diez por ciento en los robos con violencia e intimidación, y de la delincuencia
violenta, que han subido hasta el siete por ciento frente a los casos
registrados el año 2011.
El Ministerio asegura que el comportamiento al alza
del indicador de robo con fuerza en domicilios se justifica sencillamente
porque se han puesto en marcha nuevos criterios metodológicos de grabación y
cómputo estadístico. Así, durante 2012, según datos oficiales, se incorporaron
procedimientos mejorados de grabación de la información, especialmente en lo
relacionado con la naturaleza del lugar en donde tienen ocurren las
infracciones penales. Esto quiere decir que donde anteriormente se computaban
en el indicador de robo con fuerza en domicilios únicamente los espacios
habitables de determinadas viviendas, en la actualidad se tienen en cuenta otros
tipos, como serían casas de campo o segundas viviendas. Con este nuevo sistema
de control y valoración, es obligatorio que los agentes especifiquen el lugar
concreto de la vivienda donde tiene lugar el robo, así como los anexos de las
mismas, desde los garajes o trasteros hasta patios, espacios comunes y demás.
En cuanto a los datos sobre criminalidad que
figuran en el informe, éstos se obtienen de indicadores concretos, como la
cifra total de delitos y faltas, homicidios dolosos y asesinatos consumados,
delincuencia violenta, robo con violencia o intimidación, robos con fuerza,
sustracción de vehículos a motor, tráfico de drogas, daños y hurtos. De acuerdo
con el Ministerio del Interior, la gran mayoría de estos indicadores se
corresponden con los que establece la Oficina Europea de
Estadística, una manera concreta y especializada de poder contrastar
actuaciones y perseguir a los delincuentes. Desde el Ministerio se destaca el
importante descenso registrado en las categorías de los homicidios dolosos y
asesinatos consumados, que han descendido en casi un seis por ciento con
respecto a 2011. También han registrado importantes disminuciones los delitos
de sustracción de vehículos a motor, del
tráfico de drogas, de los robos con fuerza y los daños.
En resumen, que la delincuencia en nuestro país
mantiene el número de delitos, aunque con oscilaciones en algunos de ellos que
nos advierten de tendencias a tener en cuenta y que, como en el caso de los
robos en viviendas, han aumentado significativamente. De los más de dos
millones de delitos y faltas que la
Policía ha controlado a lo largo del año pasado, de muchos de
ellos deben responder los multirreincidentes, que, a pesar de los esfuerzos
policiales, no llegan a entrar en prisión porque no faltan jueces que,
ajustándose estrictamente a las leyes en vigor, no pueden enviarlos a la
cárcel. De lo que el informe sobre delincuencia en nuestro país no nos cuenta
nada es sobre el estado de ánimo de los Cuerpos de Seguridad del Estado, que
les podemos asegurar no pasa por sus mejores momentos.