martes, 18 de junio de 2013

SE IMPLANTARÁ UN SISTEMA EN LOS VEHÍCULOS QUE PERMITIRÁ REDUCIR LAS CONSECUENCIAS DE LOS ACCIDENTES DE TRÁFICO

Imprimir

La Comisión Europea ha aprobado sendas propuestas para garantizar que, en octubre de 2015 a más tardar, todos los vehículos adopten el sistema eCall, que les permiten realizar por sí mismos llamadas automáticas a los servicios de emergencia en caso de accidente grave. Este sistema marca automáticamente el número 112, que es el único de emergencia implantado en toda Europa, cuando ocurre un accidente grave, transmitiendo a los servicios de emergencia la localización del vehículo, incluso cuando el conductor está inconsciente o incapacitado para realizar una llamada telefónica. Este novedoso sistema  podía representar nada menos que la recuperación de 2.500 personas accidentadas que no habrían conseguido ayuda porque no disponían de comunicación directa e inmediata con la central de socorro.

Como les decimos, el proyecto de legislación garantizará que, a partir de octubre de 2015, todos los modelos nuevos de turismos y de vehículos industriales ligeros estén equipados con la llamada automática al 112 y que al mismo tiempo se implante la infraestructura necesaria para recibir y tramitar adecuadamente las llamadas desde este dispositivo en los centros de respuesta a las llamadas de emergencia, velando por la compatibilidad, la interoperabilidad y la continuidad del servicio eCall en toda la Unión Europea. El sistema se activa automáticamente en el momento en que los sensores integrados en el vehículo detectan un accidente grave. Una vez activado, marca el número de emergencia europeo 112, establece contacto telefónico con el centro de respuesta a las llamadas de emergencia correspondiente y envía los datos del accidente a los servicios de rescate, incluida la hora, posición del vehículo y sentido de circulación, que como saben es muy importante en autopistas y túneles. La llamada también puede activarse manualmente pulsando un botón en el vehículo; por ejemplo, puede pulsarlo un testigo de un accidente grave.

Los datos recibidos a través de este novedoso sistema permitirán a los servicios de emergencia prestar asistencia a los conductores y pasajeros del vehículo siniestrado en un plazo más breve, ayudándoles así a salvar la vida y a tratar las heridas rápidamente. Las estimaciones de la Comisión son que puede acelerar el tiempo de respuesta a las emergencias aproximadamente en un cuarenta por ciento en las zonas urbanas y en un cincuenta en las zonas rurales, y salvar así, como ya hemos dicho,  hasta 2.500 vidas al año. En cuanto al costo del sistema, está estimado que la instalación costará 100 euros por vehículo. Por lo que se deduce, precisamente ha sido el alto coste la causa de que hasta el momento menos de uno por ciento del parque automovilístico europeo disponga de este importante elemento incorporado en nuestros coches. 

Los datos que se han barajado alrededor del sí o el no de la implantación de este moderno artilugio, se basan en que el año pasado 28.000 personas perdieron su vida en las carreteras europeas y otros 1,5 millones resultaron heridos, sumando un total de 1,1 millón de accidentes registrados, según datos del Ejecutivo comunitario que estima en el coste social de los mismos en 130.000 millones de euros anuales. Este mismo organismo comunitario indica que, además de los beneficios para la seguridad vial, el sistema también tendrá importantes repercusiones en la reducción de las congestiones causadas por los accidentes de tráfico, así como en la reducción del número de accidentes secundarios provocados por la falta de protección del lugar del accidente.


Finalmente, la industria también saldrá beneficiada a través de las numerosas empresas que participan en el suministro de tecnologías, componentes y servicios utilizados en diferentes aspectos de este moderno sistema, como son los sistemas integrados en los vehículos, el suministro de datos sin cables o los sistemas utilizados en los puntos de respuesta de seguridad pública. Por otro lado, se espera que los equipos integrados en los vehículos puedan utilizarse en la prestación de otros servicios con valor añadido, como la búsqueda de vehículos robados, que es sin duda un importantísimo asunto.