jueves, 25 de enero de 2018

CORRUPCIÓN ENFERMIZA

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Aunque llevamos tiempo observando, como seguro les pasa a ustedes, el tema de la corrupción en nuestro país, nos mantenemos sobresaltados y expectantes. Eso de que no pase un día que no conozcamos casos nuevos, de que no aparezcan más encausados que han desviado miles de euros a sus cuentas corrientes, a paraísos fiscales o guardados en maletines que escondían en el altillo del armario de casa de sus suegros, por ejemplo, entenderán que nos tenga sin sueño, que no acabemos de encajar las piezas de cada uno de ellos adecuadamente y andemos más perdidos que un nazareno en una playa. Es más, los jueces parece que ahora, después de años de rastrear los pasos que han seguido los maleantes que ahora conocemos, han centrado los sumarios y esta sea la causa de que sepamos más de la trama valenciana, de Lezo, de la Gürtel, de la Púnica o de los ERE, entre las más conocidas en la calle, porque todo indica que esto acaba de empezar. De hecho, desde Valencia nos están llegando informaciones que dejan al descubierto lo que parece la realidad de cómo se han financiado algunos partidos políticos y de quiénes eran los que movían los hilos de esta corrupción millonaria institucionalizada y con muchos años a sus espaldas. Hasta ahora, sin conocer las razones y sin que nadie las haya explicado como corresponde a tema socialmente tan trascendente, los que ahora han salido a la luz como los señores X de parte del saqueo de dinero público a que han sometido a esa  comunidad, siempre han estado ahí, cerca de todo, sospechosos de formar parte de la cabeza de la trama, de manejar los hilos del cotarro, pero sin ser directamente imputados. A partir de ahora no, ahora las cosas han cambiado y los derroteros de la trama Gürtel valenciana anuncian que tendremos juicio para rato y, paralelamente, investigaciones que tendrán como objetivo desentrañar la enorme y bien tejida tela de araña utilizada, no solo para la financiación de un partido político, sino para engrosar las cuentas corrientes de los mangantes encausados.


Como habrán observado, intencionadamente omitimos los nombres de los partidos que están hasta las trancas por estos temas, y lo hacemos para evitar lo de siempre, es decir, que como no faltan los que, en vez de asumir que los suyos son un mal ejemplo para el partido en el que militan, quieren manchar nuestra tarea y ligarnos a otros partidos, que es algo que arrastramos en nuestro expediente desde siempre, evitar los detalles en asuntos que, por otra parte, están tan claros y son de dominio público, estamos convencidos de que cuando menos nos permitirá pasar más desapercibidos. Y cuando, además, son los dirigentes de los partidos cogidos con las manos en la masa los que, en una demostración inaudita e increíble clase de prestidigitación, aseguran que nada tienen que ver estos temas con ellos y su trayectoria, que son asuntos del pasado protagonizados por militantes o dirigentes que ya no pertenecen a su disciplina, la verdad es que entendemos a quienes los representan a nivel doméstico, porque en realidad nada tienen que ver con esta gentuza con coche oficial y sueldo público. Ocurre, no obstante, que lo de hacer comulgar a la ciudadanía con ruedas de molino ya no sirve, no se acepta de ninguna de las maneras, o sea, que no cuela. Nuestro consejo, si lo aceptan, es que busquen nuevas estrategias para escurrir el bulto de manera más honrosa, porque lo evidente es que hasta ahora lo que han ido mostrando como excusa no se lo traga nadie. Desde luego, en plantilla tienen a cientos de asesores que les podían echar una mano en asunto de tanta responsabilidad, y más sabiendo que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina.