lunes, 8 de enero de 2018

VOLVEMOS AL TRABAJO

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 Ya ven ustedes, volvemos a la tarea convencidos de que, de chiripa, hemos superado las convocatorias festivas de final y principios del año. Llegamos, como siempre, sin haber cumplido uno de nuestros deseos más compartidos, como es el caso de que nos tocara la lotería de Navidad o del Niño. Si acaso, habremos cumplido un sueño no menos importante, como es comprobar que los familiares y amigos que andan fuera a lo largo del año se encuentran bien de salud y con ganas de volver en la próxima ocasión. En realidad, la vida sigue igual, monótona y cansina, lenta y poco ilusionante. En cuanto al desarrollo de los días de fiesta los podemos calificar como intensos y compartidos, que para eso los conocemos como los más entrañables del año y cuando más generosos y solidarios proclamamos ser. Políticamente, iniciamos el año con los presupuestos aprobados, confirmándose las promesas hechas por el gobierno municipal con respecto a cumplir estrictamente con sus obligaciones, y una de ellas, quizá la más importante, es precisamente, comenzar el año con las cuentas por estrenar. Nos cuentan las crónicas que vuelven a ser unos números solidarios, que se ha vuelto a colocar en el punto de mira a la ciudadanía para no hacerle pagar los platos que se rompieron hace años y que mantienen a nuestro Ayuntamiento intervenido y controlado. La deuda municipal, enorme y sostenida a lo largo de los años, se reduce gracias al trabajo y la dedicación que se ha seguido con este único objetivo: rebajar la presión económica que representa una deuda que supera el presupuesto del año y las consecuencias negativas que se derivan de esta sobrecarga para el desarrollo de la ciudad en todos los órdenes. El DUSI, que se pone en marcha en este ejercicio, aseguran que definirá claramente cuáles son los programas a desarrollar por parte de este gobierno municipal. Desde luego, lo cierto es que en este programa no solo los políticos tienen puestos sus sueños, porque a la par camina la mayoría de los ciudadanos.


La actualidad, sin embargo, se la ha llevado la cabalgata de los reyes. Y todo porque se cambió el día de su desfile atendiendo estrictamente a la información meteorológica que se anunciaba, y que prometía lluvia justo en las horas previstas para su recorrido, y porque parece que algunos policías locales no han encontrado mejor forma de conseguir sus exigencias que ridiculizar a su ciudad protagonizando una estudiada y absurda puesta en escena. Debe ser cosa de que muchos de los nuestros andan ociosos o con ganas de incordiar, y no menos los  interesados en el desgaste de la clase política, porque de otra forma no se entienden algunos de los comentarios interesadamente publicados, que tienen como único objetivo menospreciar la decisión del equipo de gobierno. Evidentemente, llover, llovió; eso sí, unas horas después de lo que anunciaba la previsión. Y eso es precisamente lo que nos llama la atención, porque se nos olvida que en situaciones comprometidas, cuando hay que decidir lo mejor para la mayoría, cuando se define la personalidad de quien las toma, lo que se debe valorar es el conjunto y nunca la generalidad. El hecho es que todos los informes sobre la lluvia a esas horas del viernes estaban muy por encima de la media y que había que decidir con todas las consecuencias. Que luego no salieran las cosas como estaban previstas debemos entenderlo como una simple anécdota, y más teniendo en cuenta que a los protagonistas de toda esta historia, los niños y las niñas, les dio igual que se adelantara el desfile. Las calles estaban repletas de público apoyando a los integrantes de la cabalgata y la diversión fue compartida. En cuanto a las informaciones que nos han llegado sobre las quejas de parte de la policía local, nos remitimos a las declaraciones realizadas por el concejal del área. Por su contundencia y estar ajustadas a las normas que controlan el régimen interior de este cuerpo, los que deben de presentar alegaciones deben ser los amotinados.