Confirmando
lo que les decimos, centenares de pensionistas se concentran desde hace meses a
las puertas de los ayuntamientos con el objetivo de mostrar su desacuerdo por
la ridícula subida del 0,25 % de sus pensiones fijada por el Gobierno. En
general, las reivindicaciones del colectivo son unir el incremento de las
pensiones al IPC, que en 2017 fue del 1,2 %, en vez de a la subida establecida
por el Ejecutivo, ya que si siguen perdiendo poder adquisitivo serán condenados
a la pobreza y a la exclusión. Todas las convocatorias de concentraciones y
manifestaciones celebradas hasta ahora y las que veremos en unos días tienen
como objetivo concienciar a la sociedad para que luche por una pensión digna que les permita vivir con
decoro, tanto a los pensionistas actuales como a las futuras generaciones.
Esto manifestantes se declaran
independientes y anuncian que se trata de movimientos espontáneos de jubilados
y pensionistas, de hombres y mujeres, que
están cada vez más en precario. Por cierto, darán
afectuosamente la bienvenida a todos aquellos que quieran apoyarles.
De
acuerdo con sus manifestaciones, están hartos del Gobierno, pero también del
resto de partidos con representación parlamentaria en el Congreso, convencidos
de que deberían obligar a mejorar el sistema de jubilados y otros pensionistas
porque tienen unos derechos y porque, unos por otros, no se ponen de acuerdo.
Por lo tanto, insisten, no es responsabilidad sólo del PP, sino de todos los
partidos, pues tiempo de sobra han tenido para haber llegado ya a acuerdos. Sus
reivindicaciones no solo se centran en el ridículo aumento, como hemos dicho, del 0,25 % de las pensiones y las perspectivas
de reforma en la que los partidos políticos no se ponen de acuerdo, sino también
en el IRPF que se les cobra. En resumen, que era de esperar, que se veía venir…