La Subdelegación del Gobierno
en Jaén ha tenido la amabilidad de enviarnos la noticia de que, en la visita
que ha realizado a la capital el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio
Sanz, se ha anunciado, luego de afirmar que el Ejecutivo cumple su palabra y da
un paso decisivo para dar solución a las inundaciones en Andújar, que están
previstas actuaciones de trabajos de topografía y batimetría, simulación
hidráulica, adecuación de accesos, retirada de sedimentos acumulados en la zona
del entorno urbano y restauración ambiental. La Confederación por su parte
anuncia la firma de una encomienda a Tragsa para la ejecución de las obras, que
cuentan con una inversión superior a los 405.000 euros y un plazo de ejecución
de seis meses. Este proyecto, anuncian, es el resultado del estudio realizado
por el CEDEX y es el paso previo al proyecto integral de restauración del cauce
del río, valorado en seis millones de euros. Naturalmente, en esta misma nota
informativa se incorporan datos y cifras que entendemos solo persiguen dejar
constancia de que el Gobierno no abandona a la provincia y menos el asunto del
Guadalquivir a su paso por nuestra ciudad. Desde la otra orilla, la nuestra,
que es desde donde mejor se aprecia la realidad de una visita que en principio
nada tenía que ver con este tema, puesto que fue convocada para la reunión de
las partes implicadas en el plan del cerro para la romería de este año, lo
primero que nos llama la atención es precisamente este detalle, es decir, que no
se cita a las partes involucradas en el asunto de las inundaciones, como sería
Ayuntamiento y plataforma, con el fin de detallarles las actuaciones y
permitirles opinar sobre ellas. Luego, denunciar que lo que se quiere hacer no
es nuevo, o sea, que es lo mismo de siempre, retirar los sedimentos del río
para conseguir un cauce más ancho y profundo que permita el paso del agua con
más fluidez. Lo de referirse al CEDEX para asegurar que se aceptan sus
conclusiones y responder así a sus mandatos, no acabamos de entenderlo, ya que
el primer objetivo de este organismo es la presa de Marmolejo, a la que culpa
directamente de las inundaciones que sufre Andújar, y en este comunicado no se
hace referencia a ella. Con todos estos datos acumulados, llegar a la
conclusión de que lo que pretenden en realidad es ganar tiempo, es seguir
mareando la perdiz, no es nada descabellado.
A estas alturas, intentar que
la ciudadanía y los más directamente implicados crean los mensajes que desde la
Administración se les envía en relación con la mejora del cauce del río
Guadalquivir, desde luego que se equivocan. Es más, estamos convencidos de que
el dar a conocer inesperadamente esta intervención ha sido alevoso y
premeditado. La subdelegada afirmó en Andújar que las próximas intervenciones
serían desde el antiguo molino de las aceñas hasta el puente y la mejora del
camino del Valtodano, y de esto tampoco se ha hablado nada. Llama la atención,
eso sí, que de nuevo se planteen trabajos de topografía y batimetría, además de
simulación hidráulica, porque es donde mejor apreciamos cuáles son en realidad
las intenciones finales de estas intervenciones: ganar tiempo porque no saben
cómo actuar en el río sin verse obligados a pasar por la destrucción de la
presa, que no otra cosa pide el CEDEX en sus conclusiones, y recordemos que
este organismo depende directamente del Estado. Así, si ni siquiera atienden
los consejos de sus técnicos, ¿qué tipo de actuación podemos esperar de quienes
saben que las subidas del río se han llevado por delante enseres y propiedades
de nuestra gente y que aún no han respondido a sus demandas de justicia?