martes, 10 de abril de 2018

NO SON TODOS, PERO SON MUCHÍSIMOS

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El mes de febrero, luego de las bajas propias que la campaña de recogida de aceituna acumula en este período,  ha vuelto a resultar negativo para la estadística de empleo en nuestra ciudad. Así, de un censo total de 37.611 personas, la cifra de desempleados se sitúa en 4.072 que, comparada con el mismo mes de año pasado, resulta ser superior, ya que entonces fueron 3.576 las personas censadas como demandantes de empleo. Tendríamos que dar marcha atrás en las fechas y detenernos en el 2006 para alegrarnos por los datos, ya que entonces eran 2.092 los trabajadores registrados en el paro y la población superaba en 662 los habitantes actuales, porque tendremos que admitir que la búsqueda de empleo deja a las ciudades que no tienen capacidad para generarlo sin población activa. De hecho, es a partir de 2015 cuando es notable la salida de trabajadores en busca de mercados de trabajo. Por entonces, el censo decía que la población total de nuestra ciudad era de 38.256 almas; hoy, 37.611. Linares, por si les sirve como referencia y por ser la ciudad que más desempleo acumula en la provincia, tiene actualmente un 26,98 % de paro registrado y un total de 6.966 desempleados; Jaén capital, un 18,18 %. Buscando otros datos comparativos, vemos que Arjona está situada en el 10,99 %; en el mismo mes de febrero del año pasado era de un 6,81 %. Los datos del paro  en nuestra ciudad siguen proporcionando serios disgustos y quebraderos de cabeza a quienes, por obligación y compromiso, deben evitar la sangría que supone que poco más de cuatro mil personas se hayan quedado, incluso admitiendo que aunque fuera momentáneamente, sin trabajo. Es cierto que los ayuntamientos no pueden generar puestos de trabajo por sí mismos, pero sí que están obligados a trabajar en favor de que en sus municipios recalen empresas con capacidad suficiente como para reducir significativamente el censo de desempleados.

Evidentemente, la situación en la que se desenvuelve el país está claro que no favorece en nada la industrialización de ciudades o zonas concretas de una provincia. El hecho, no obstante, de que alcaldes con municipios directamente ligados a la A-4, a la autovía de Andalucía, como es nuestro caso, se hayan reunido y llegado a la conclusión de presentar al Gobierno de la nación sus legítimas aspiraciones de una mayor inversión económica general y muy especialmente su industrialización, además del arreglo de la carretera que nos une al resto del mundo, cuando menos calma las exigencias de quienes sufren directamente el endémico olvido que para nosotros ha mostrado siempre la Administración central, independientemente de quiénes hayan estado al frente de ella. Si al tiempo que analizamos los datos del paro que registra nuestra provincia, hacemos lo propio con el apartado inversiones, por ejemplo, seguimos en el último lugar de la clasificación y sin posibilidades de recuperar puestos que nos animaran a seguir en la lucha. ¿Culpables dicen? Claro que los hay, y por supuesto que sabemos quiénes son. Los de siempre, es decir, los mismos que nos vienen engañando desde hace años y que, ¡lo que son las cosas y cómo somos!, siguen disfrutando de nuestra confianza. Sí, señor, los que vienen a pedirnos el voto de vez en cuando asegurando que para ir a Madrid o Sevilla en busca de justicia para nuestra tierra. Luego, una vez apoltronados en los mullidos sillones en los que algunos de ellos incluso sestean, luego de aceptar de buena gana las prebendas que acarrea su cargo, luego de recibir unos sueldos muy alejados del resto de los mortales, ¿vamos nosotros a reclamarles que cumplan sus promesas? Efectivamente, somos unos simples ilusos. Y lo peor de todo es que parece que nos gusta, que es lo que nos faltaba para el dibujo que nos hacemos a diario.