jueves, 24 de abril de 2008

ROMERÍA DE NTRA. SRA. LA VIRGEN DE LA CABEZA



Breve reseña histórica y descriptiva

La devoción a la Virgen de la Cabeza se remonta a tiempos medievales, siendo coetánea a la primera presencia cristiana en el valle del Guadalquivir tras la invasión musulmana, fijando la tradición la fecha de la noche del 11 al 12 de Agosto del año1227 como el inicio de la misma, cuando un pastor oriundo de Colomera descubrió una imagen de la Virgen en el cerro de la Cabeza, en el corazón de Sierra Morena, y llamado así por el ser el más elevado de los contornos, y del que, con el tiempo, derivaría la advocación de la Virgen.

Las primeras romerías comenzaron a celebrarse casi de forma inmediata, si bien la primera ermita que daría origen al Santuario, debido a la situación bélica casi permanente de todo el valle del Guadalquivir y a la propia posición fronteriza de Andújar, no comenzó a edificarse hasta el año 1287, terminando su construcción hacia el año 1304.

Aún cuando no se tienen noticias directas de la Romería durante los tiempos bajomedievales, si que sabemos que el Santuario Nuestra Señora Santa María del Cerro de la Cabeza era conocido, tal y como se refleja en escritos del Marqués de Santillana o en el Libro de la Montería de Alfonso XI.

La Romería se celebraba inicialmente el día ocho de Septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen, festividad esta, y a la de la Asunción, a la que estaba consagrado el Santuario, pero en tiempos de los Reyes Católicos se mudó a la actual fecha del último Domingo de Abril, y ello debido a que el muy crecido número de personas que asistían ya entonces a la fiesta aconsejaba cambiar la fecha, buscando eludir los problemas de todo orden que se derivaban de la sequedad del verano andaluz.

Para esas fechas, como se puede constatar por las nóminas más antiguas de cofradías, la devoción a la Virgen de la Cabeza se había extendido por el valle del Guadalquivir y había saltado al otro lado de la sierra, a las llanuras manchegas. Y tras la conquista del reino de Granada la devoción se expandiría muy rápidamente por este territorio, llevada por los nuevos pobladores, muchos de ellos originarios de lugares en los que la devoción a la Virgen de la Cabeza ya era en aquellas fechas largamente centenaria. Y también por estas fechas comienza a expandirse por todos los rincones de la geografía española, saltando a las Indias, una devoción que aún perdura en sitios tan alejados de Andújar, por citar solo algunos, como Extremadura, Asturias, Lérida, Navarra, Salamanca o el Perú.

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII la Romería de la Virgen de la Cabeza alcanzó su máximo esplendor y desarrollo, como lo demuestran el crecido número de cofradías que acudían a la misma, unas setenta, además de otras muchas existentes en muy diversos lugares aunque no consta su presencia en la Romería, así como las referencias a la misma y a su magnitud de autores tan destacados como Miguel de Cervantes o Lope de Vega.

El reinado de Carlos III y sus disposiciones sobre las cofradías representó un duro golpe para la Romería, pues las cofradías fueron suspendidas y la misma Romería prohibida. Y aunque consta que pese a la prohibición la Romería siguió celebrándose, la medida del Consejo de Castilla del año1773 marcó sin duda un antes y un después para la Romería, sobre todo porque aunque en la década siguiente las cofradías comenzaron a conseguir su reposición, en las décadas posteriores y siguientes se sucedieron tiempos de crisis en todos los aspectos y de gran inestabilidad social y política, pues de forma concatenada se enlazaron la Guerra de la Independencia, el gobierno absolutista de Fernando VII, el Trienio Liberal, la Invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis y la reposición del absolutismo de Fernando VII, las guerras carlistas y la crisis casi permanente y crónica del reinado de Isabel II, en cuyo reinado, incluso, el Santuario y la Imagen de la Virgen llegaron a ser declarados bienes nacionales como consecuencia de los procesos de desamortización.

Pero pese a todos estos avatares, las raíces de la devoción popular a la Virgen de la Cabeza resultaron ser lo suficientemente fuertes, extendidas y profundas como para que la Romería se siguiera celebrando de forma continuada, incluso durante los periodos de prohibición, y poder afirmar que a partir de la mitad del siglo XIX se asiste a un progresivo y evidente resurgir que dura hasta nuestras fechas y que no ha podido truncar ni el desastre inmenso y desgarrador que representó la Guerra Civil y la destrucción del Santuario y la pérdida de la Imagen de la Virgen en el año 1937. Y es que tras varios años en los que la Romería se celebró incluso sin Imagen, una nueva, obra del escultor granadino Navas Parejo, vino a llenar el vacío y a concitar de nuevo a miles y miles de romeros que año tras año acuden desde los más recónditos lugares a demostrar su fe, su devoción y su amor a la Virgen de la Cabeza durante todo el año y muy especialmente durante la Romería del mes de Abril y también para Fiesta de la Aparición, en la noche del 11 al 12 de Agosto.

Aunque los Estatutos más antiguos que se conservan de la Cofradía de Andújar son de 1505, la referencia que en los mismos estatutos se hace a situaciones anteriores, la situación de privilegio de que ya entonces gozaba la Cofradía en cuanto a la organización de la Romería y la propiedad y administración del Santuario, confirmadas por bulas papales en los años siguientes, así como noticias y datos indirectos, nos permiten poder afirmar que la Cofradía Matriz nace casi simultáneamente con la devoción a la Virgen de la Cabeza y que remonta su antigüedad a la primera mitad del siglo XIII.

En la actualidad son más de sesenta las cofradías que junto a la Matriz de Andújar suben al Cerro y participan en la Romería, un número que se va incrementando de forma paulatina, encontrándose en estos momentos la Romería en un proceso de continuado crecimiento, con creación de nuevas cofradías y reposición de antiguas cofradías extinguidas. Muchas de estas cofradías tienen una antigüedad muy considerable, pues la fecha de fundación de algunas se remonta al siglo XVI o XVII.

La Romería, pese a su larga historia, sigue fiel a sí misma en sus aspectos fundamentales, y se celebra conforme a unas pautas que se vienen repitiendo a lo largo de casi ocho siglos: Presentación de las cofradías ante la Virgen, Misa y Procesión.

Con independencia de las celebraciones que se vienen celebrando desde los días previos en diversas localidades y en la propia Andújar, la Romería propiamente dicha comienza con la entrada de Cofradías en Andújar en la tarde del viernes, siendo recibidas por la Cofradía Matriz y por las autoridades locales, mientras desde el día anterior los romeros ya han ido llegando a los terrenos del Cerro y han comenzado a convertirlos en un inmenso campamento dispuestos a vivir la fiesta.

A partir de la mañana del sábado comienzan las presentaciones de las Cofradías ante la Virgen de la Cabeza, ceremonia que se irá repitiendo de forma continuada hasta casi la media noche, cuando la Cofradía de Andújar haga su entrada en el Santuario.

La mañana del sábado es, sin duda, el día grande de Andújar, movilizada desde primeras horas, cuando la caravana de carretas, más de doscientas, comience con las primeras luces su andadura hacia el Cerro. Y cuando apenas las primeras carretas comiencen a abandonar el caso urbano de la ciudad, se pondrá en marcha la caballería, una larga comitiva que marcha tras el Guión de Camino de la Cofradía, al que siguen en primer término las típicas y tradicionales jamugas y a continuación centenares de caballos, hasta llegar a los tres mil, y que cierra la Junta de Gobierno.

La Cofradía de Andújar sigue en su peregrinación el llamado Camino Viejo, que a través de San Ginés y el Lugar Nuevo, tras salvar el río Jándula, a cuyas orillas hará una parada para comer, conduce hasta el Cerro, a donde llegará a la caída de la tarde, tras lo cual hará su presentación ante su Titular.

Durante la noche y la madrugada se celebran varias misas, mientras miles de romeros esperan largas colas, formadas ya desde horas antes, para poder acceder al camarín donde se encuentra la Imagen de la Virgen, y por todos los alrededores del Cerro suenan los cantes, se baila y se ameniza la larga espera para poder ver a la Virgen a la mañana siguiente cuando salga de su Templo.

A las diez de la mañana del domingo se celebra la Misa General de las Cofradías, a la que acuden todas ellas, y a cuyo término, sobre las once de la mañana, se iniciará la procesión, en la que forman las cofradías por orden de antigüedad y vistiendo cada una sus trajes típicos, y que bajará por la calzada del Cerro y que tras recorrer las zonas aledañas volverá al Santuario por la carretera de acceso a este. La salida de la Virgen de su templo está prevista para las doce de la mañana y su regreso para las tres y media de la tarde, tras recorrer durante tres horas y media las inmediaciones del Santuario entre los vítores, los aplausos, los rezos y las lágrimas de miles y miles de romeros, mientras, según es costumbre, dos frailes trinitarios habrán retocado por el manto de la Virgen miles de prendas y decenas de niños alzados por sus padres hasta las andas de la Virgen.

Con la entrada de la Virgen en su Santuario puede darse por concluida la Romería, aunque durante toda la tarde del domingo siguen las visitas al templo de los romeros y de las cofradías que acuden a despedirse de la Virgen. A media tarde tiene lugar la misa de las peñas romeras de Andújar y el Magnificat de la Cofradía Matriz, la cual acudirá a la mañana siguiente a despedirse de su Titular antes de iniciar el regreso a Andújar por el mismo camino que hizo a la ida, haciendo su entrada en la ciudad al anochecer.

El Santuario de la Virgen de la Cabeza se encuentra enclavado en un bello y agreste paraje en el corazón de Sierra Morena, bien conocido desde tiempos medievales por su belleza y por su gran riqueza cinegética, y que en la actualidad constituye el Parque Natural de la Sierra de Andújar. Desde Andújar puede accederse hasta el Santuario por la carretera que une a esta ciudad con Puertollano, en la provincia de Ciudad Real, estando situado a una distancia de treinta y dos kilómetros. Unos diez menos tiene el llamado Camino Viejo, que es el que sigue la Cofradía para llegar al Santuario desde Andújar.