Cuando nos reencontremos con ustedes el próximo lunes, estaremos estrenando el mes de junio. Esto quiere decir que, por tanto, casi a las puertas de los meses de vacaciones por antonomasia, a los que llegaremos en esta ocasión con menos posibilidades de disfrutarlas fuera de nuestro entorno, ya que lo de irse de vacaciones se ha convertido en un lujo que en años de economía tan complicada como éste, casi es mejor guardar las ganas y el dinero, y esperar a tiempos mejores. También es verdad que los que gestionan los hoteles, los apartamentos y demás no cesan de enviarnos todo tipo de ofertas, y que es posible que alguna de ellas esté a nuestro alcance y acabemos en cualquier lugar de la costa o en alguna sierra. Sea lo que sea lo que ustedes elijan, cuenten con nuestros mejores de deseos, porque el descanso estival lo tienen bien ganado y no menos una visita allá donde gusten.
Mientras tanto, seguimos denunciando el alto índice de accidentalidad de tráfico que se produce en la ciudad. Contabilizando los atropellos en la vía pública y los accidentes de tráfico propiamente dichos, le faltaba a la cifra acumulada este año el fallecimiento de la señora que fue atropellada en la avenida de la Plaza de Toros la semana pasada. Y menos mal que actualmente se recupera la que fue lanzada a doce o trece metros como consecuencia del impacto que sufrió con un vehículo que la arrolló cuando cruzaba un paso de peatones en la prolongación de la avenida de Lisboa, porque de otra forma estaríamos hoy sumando un fallecimiento más. Suponemos que los responsables de la Concejalía se han visto obligados por el peso de los datos que manejan, y de ahí que estemos comprobando cómo se repintan la mayoría de los pasos de peatones de la ciudad, detalle que se agradece en lo que vale, que no es poco si tenemos en cuenta la tradicional dejadez con la que se ha tratado este asunto los últimos años.
De lo que no sabemos nada, ya que ni siquiera se perciben intenciones, es de las actuaciones previstas y que contribuirían, así nos lo hicieron saber desde el Ayuntamiento, a mejorar la circulación en nuestra. Para ello preveían la construcción de varias rotondas, el cambio del sentido de circulación de algunas calles y la creación de pasos elevados de peatones, entre otras actuaciones. Que no se haya hecho nada por el momento no significa que no exista intención, es cierto, pero también lo es que tiempo han tenido para desarrollar las políticas que crean convenientes con el tráfico de fondo y excusa. Si recuerdan ustedes, este anuncio fue hecho por nuestra primera autoridad después del luctuoso accidente de tráfico ocurrido en la avenida de Bruselas, en el que fallecieron dos personas, una madre y su hijo de cuatro años. La ciudad se movilizó y se echó a la calle a reclamar seguridad para los viandantes, responsabilizando al equipo de gobierno de lo ocurrido y exigiendo soluciones inmediatas. Tardó en responderse, es verdad, pero finalmente se construyeron tres pasos elevados en esta avenida que estamos convencidos de su bondad. Pero hay que ir más lejos y dotar a la ciudad de las medidas coercitivas imprescindibles que realmente necesita sin necesidad de que su implantación se haga porque se ha registrado un accidente.
No ponemos en duda la existencia de una dedicación programada y basada en estudios previos firmados por técnicos por parte de la Concejalía correspondiente, pero deben admitir que no se percibe en la calle. Asistimos diariamente a todo tipo de abusos firmados por los mismos de siempre, esos que todos conocemos y que circulan por la vía pública con vehículos sin seguro, sin ITV que los avale y a veces conducidos por personas sin permiso para ello. Y deben saber que este tipo de situaciones contribuyen enormemente a la proliferación de situaciones de peligro que vemos en muchas de nuestras calles y avenidas, y al aumento del número de personas que sufren lesiones por esta causa. A veces no se trata exclusivamente de poner dinero sobre la mesa para el desarrollo de programas y actuaciones, sino de aportar imaginación y tiempo para poner a cada cual en el sitio que le corresponde, empezando por el que circula con menores en los asientos delanteros, los que no usan el casco en la moto, los que no se abrochan el cinturón y quienes no respetan las señales, a las que, por cierto, bueno sería que las renovaran para adecuarlas a la leyes vigentes.