lunes, 15 de septiembre de 2008

FUENTE SORDA: LA CRISIS ECONÓMICA Y LA VUELTA AL COLEGIO, PROTAGONISTAS DEL REGRESO AL TRABAJO



Como nos cuentan los sociólogos, la vuelta al trabajo no está bien visto entre quienes resultan ser los protagonistas, es decir, ustedes y nosotros. Nos hablan del síndrome posvacacional, de un estrés dañino por insoportable y de que debemos hacerlo poco a poco, no sea que nos dé un patatús y tengamos que vérnosla con el médico. Evidentemente, se trata de situaciones que nos quedan lejos y que en escasísimos casos sabremos de ellas, ya que, por encima de cualquier problema de salud, el trabajador tiene al jefe como referencia y éste no debe estar para bromas y menos para aceptar de buena gana que alguno de sus empleados se queje de que, de la noche a la mañana, se le ha venido encima una carga de trabajo excesiva.

Como nos temíamos, la crisis con la que nos fuimos al descanso estival se mantiene firme y desafiante, y las noticias que nos llegan del mundo empresarial y laboral no son precisamente para animarse. Hace años, muchos, que no nos desenvolvíamos en una situación económica tan difícil, asistiendo al cierre de empresas y, consecuentemente, a la pérdida de miles de puestos de trabajo. Las únicas empresas que parecen vivir una época de esplendor son los bancos, y no todos, y el INEM, que se ha visto obligado a incorporar a nuevos empleados para atender la ingente cantidad de personas que llegan a sus oficinas en busca de trabajo.

Por otra parte, el mundo estudiantil vuelve a ser actualidad después del largo descanso veraniego, y lo hace precisamente hoy con la polémica de la asignatura de la Ciudadanía, sobre la que han recaído las iras de los que no la aceptan y que ha obligado al Gobierno a recordarles que fue aprobada por mayoría en el Congreso, y que no sirve eso de que las autonomías que están gobernadas por el Partido Popular la rechacen. En el país, más de siete millones cuatrocientos mil escolares de todas las edades, incluidos los universitarios, están censados este año; en Andalucía, más de un millón de educandos harán lo propio en los diferentes centros escolares de nuestra autonomía. Mientras tanto, el gran problema de la enseñanza, la soledad de los educadores frente a las afrentas y los menosprecios, cuando no los ataques físicos y psíquicos, a los que son sometidos por algunos alumnos y alumnas, parece no interesar a la autoridad competente, que hasta el momento no ha sido capaz de ir más allá del parcheo circunstancial mientras subyace el problema.

De lo que nos interesa de la política local, de lo que hemos vivido en esta feria de septiembre y de la actualidad de nuestro futuro, tiempo tendremos de ir desmenuzándolo. No obstante, cambios que vayan más allá del paupérrimo entoldamiento que se ha hecho en algunas de las calles del centro, no tenemos porque no han sido registrados. Es verdad que nos queda un asunto peliagudo que resolver, como es el caso del presupuesto municipal aprobado por el Partido Popular y el apoyo del Andalucista, aunque sin el imprescindible plan de saneamiento económico, que fue rechazado por la oposición al completo. Por lo que hemos escuchado en algunos mentideros políticos, los andalucistas están dispuestos a escenificar su incondicional apoyo a la política municipal a los que la legislatura pasada fueron sus socios de gobierno, aprobando el plan que permitirá la viabilidad de un presupuesto antisocial como pocos y que gravará los ya de por sí escuálidos bolsillos de los contribuyentes.

De confirmarse lo que por ahora son sólo suposiciones, encajaría el puzle que han ido tejiendo los andalucistas a lo largo de los últimos meses y que ha culminado con éxito para ellos, una vez que han visto cómo la bandera de Andalucía ondea, por fin, en la avenida de Lisboa del parque empresarial. De si debieron entrar o no en el pacto de gobernabilidad que le proponían los socialistas e Izquierda Unida, es algo de su exclusiva competencia. Sin embargo, que un partido político se dé por satisfecho porque le hayan atendido su petición de colocar una bandera en esta avenida, nos sirve para tener idea real de cuáles son sus exigencias para nuestra ciudad.