Afortunadamente para la ciudad y muy especialmente para su movimiento cultural, la peña “Los Romeros” permanece activa prácticamente todo el año. El viernes pasado tuvimos la oportunidad de comprobarlo asistiendo al primer seminario de estudios flamencos, “El compás del cante”, que tendrá su continuidad a lo largo de noviembre y diciembre, y que congregó a los fieles seguidores del trabajo de esta peña y también a quienes, aburridos y cansados de deambular por una ciudad solitaria, con la única oferta de los habituales lugares de copas, confiaron en que en su sede se desarrollaría algún acontecimiento, y acertaron de pleno. Hubo flamenco del bueno y, previamente, una aproximación muy acertada a los inicios y la historia del flamenco, que tenía como con un objetivo conocer los compases 3x4 y 4x4, y que estuvo a cargo de nuestra compañera Paqui Esteban.
Por el ambiente que se disfruta en este local, por las gentes que lo ocupan y por lo que se puede ver en cualquiera de sus citas, la verdad es que se ha convertido en la referencia cultural de nuestra ciudad. Sus objetivos, contundentes y brillantes desde sus inicios, son aprender a conocer el flamenco, lo que supone para sus directivos un reto de gran importancia económica y logista, porque no debemos olvidar que las posibilidades económicas escasean y que, paralelamente, los políticos capacitados para interpretar a su vez el papel que tienen encomendados, y que no es otro que apoyar a la cultura desde una perspectiva muy alejada de lo insustancial y frívolo, no los encontramos. El trabajo que tiene por delante la junta directiva de la peña “Los Romeros” es el de ahondar en nuestros ancestros musicales al tiempo que, contribuyendo al conocimiento sobre lo flamenco, mostrarnos dinámicamente qué es y quiénes lo interpretan según los cánones.
Por todo esto, la entrega que desarrollan los componentes de este centro cultural en ocasiones hasta los supera, especialmente en momentos como los vividos el viernes pasado, cuando se ensalzaba con palabras nuestra historia alrededor del flamenco y luego se derramaba por toda la sala el sabor inmenso de una voz como la de Carmen de la Jara y un sonido espectacular y embriagador de la guitarra de Juan José Alba, del que podemos asegurar que fue el gran triunfador de esta extraordinaria cita flamenca. La atención y el silencio compartido por todos los espectadores mientras asistían emocionados a la actuación de la cantaora y el guitarrista, supuso para nosotros la confirmación del conocimiento que de este arte poseen, contribuyendo con su actitud al desarrollo de instantes realmente sublimes.
Afortunadamente para la ciudad, el primer seminario de estudios flamencos acaba de empezar y quizá lo mejor esté por venir. Por nuestra parte, lo que vimos y disfrutamos el viernes lo valoramos como un acontecimiento cultural de gran importancia para Andújar y no menos para la peña, que se dio a sí misma la satisfacción de comprobar su capacidad de convocatoria con el cante flamenco como excusa y la sencillez con la que organizaron el acto. El hecho de que no acudieran políticos, por ejemplo, que ya saben andan siempre prestos a la caza y captura de todo lo gratis, nos confirmó que su idea de la cultura no es de este mundo.
Definitivamente, la peña flamenca “Los Romeros” se ha convertido en nuestra ciudad en la referencia cultural a la que hacíamos referencia al inicio de este comentario. Hoy en día, tener las ideas claras y saber desarrollarlas es casi una excepción, y por esta razón nos atrevemos a calificar a los integrantes de la junta directiva de esta peña cultural excepcionales intérpretes de nuestra cultura. Agradecerles su esfuerzo es lo menos quepodemos hacer, y más cuando la ciudad entera dormita esperanzada en que susresponsables políticos intervengan en su rescate y que no sólo les guíen hasta manidos los tiempos romeros, en los que entonces ni siquiera los necesitamos.