
Como viene ocurriendo desde hace 1997, “Fuente Sorda”, coincidiendo con las fiestas navideñas, se va de vacaciones. Y créannos que lo necesitábamos. Ha sido tal la dedicación que nos ha exigido su confección diaria, que este descanso nos va a venir muy bien. Presumíamos de que no sería fácil mantener un espacio de opinión en un ambiente tan hostil como en el que nos desenvolvemos diariamente los medios de comunicación que no le somos afines al equipo de gobierno, pero nuestro compromiso con todos ustedes ha superado todos los inconvenientes, al menos de momento, y hemos alcanzado, una vez más, la meta que nos habíamos propuesto. De todos es conocido el enrarecido ambiente que sobrevuela la ciudad, y no precisamente por los malos humos de la orujera, y es éste el que no facilita precisamente el trabajo a quienes, como nosotros, y lo repetimos por enésima vez, tienen como fin la ciudad y sus habitantes.
Con este objetivo incluimos en la programación de Radio Andújar este espacio y con las mismas intenciones lo mantenemos hoy. Y fue la propia sociedad, observando el discurrir de la ciudad y el incierto futuro que tenía por delante, la que demandó un espacio crítico que denunciara la habitual inhibición de la clase política en asunto de tanta importancia como era y sigue siendo Andújar. Y cuando “Fuente Sorda” inició su andadura corría el mes de febrero del año 1997, es decir, cuando el Partido Popular aún estaba en la oposición, lo que echa por tierra el interesado mensaje que afirma que nació con la llegada al poder municipal del actual alcalde. Desde mucho antes pusimos sobre la mesa cuáles eran nuestras intenciones y cuál la línea editorial que mantendríamos durante el tiempo que estuviera en antena, y precisamente aquí nos encontramos, con las mismas ganas del primer día, denunciando la incompetencia de unos, los abusos de otros y el olvido generalizado con que es tratado todo lo nuestro allí donde se deciden qué ciudades deben prosperar y las que, como la nuestra, deben permanecer en estado de hibernación.
Sin embargo, aunque las etapas de este espacio de actualidad aparentemente no parecen ofrecer diferencias, les podemos asegurar que las tienen y muy concretas. Entre otras, la feroz crítica que hemos recibido de parte del actual equipo de gobierno, que nos acusa de algo a lo que, por cierto, no renunciaremos nunca, y que no es otra cosa que, además de informar, opinar sobre el día a día de la ciudad. Evidentemente, Radio Andújar les estorba, les molesta, les incomoda y, se lo podemos asegurar, no les hacemos ninguna gracia. Pero es que los papeles que cada uno debe jugar en esta película están perfectamente definidos y lo que conviene es que ambos los representemos de acuerdo con nuestras posibilidades, y el que no alcance el nivel que exige el guión no debe extrañarse de la crítica que reciba por lo mal hecho. Es más, cuando se hace bien, que en este caso no creemos que se haya ejecutado nada acertadamente, los parabienes estarían injustificados sencillamente porque para eso se cobra, para finalizar con éxito las tareas encomendadas. Eso lo podemos ver en la empresa privada y, que sepamos, un ayuntamiento no es otra cosa que eso, una empresa sustentada por la población a la que, por tanto y como directa propietaria, deben dársele todo tipo de explicaciones en beneficio de la verdad.
Nosotros no somos responsables del altísimo nivel de endeudamiento que ha contraído este gobierno en los poco más de seis años que lleva en el poder, que está situado justo en el límite legal y un poco más. Lo mismo que tampoco lo somos del desbarajuste económico en el que se desenvuelven las cuentas municipales, y menos aún de la deuda que mantiene con los proveedores, por cierto incrementada en este tiempo en más del doble. Menos aún del aumento del número de funcionarios que se ha hecho en estos años, lo mismo que tampoco lo somos de que la ciudad se encuentre actualmente en un callejón sin salida. Sí somos responsables, por el contrario, de contárselo a la ciudadanía, justo lo mismo que hacíamos cuando los actuales dirigentes populares estaban en la oposición, algo por lo que, aunque ahora les parezca a ustedes increíble, recibíamos continuas felicitaciones. Lo decíamos ayer y lo repetimos hoy: ¡qué poco agradecidos son algunos, señoras y señores! Bien. Les citamos para después de Reyes, deseándolos lo mejor para ustedes y sus familias. Gracias por su comprensión y ayuda a lo largo de estos años. Sin ustedes no hubiera sido posible.
Con este objetivo incluimos en la programación de Radio Andújar este espacio y con las mismas intenciones lo mantenemos hoy. Y fue la propia sociedad, observando el discurrir de la ciudad y el incierto futuro que tenía por delante, la que demandó un espacio crítico que denunciara la habitual inhibición de la clase política en asunto de tanta importancia como era y sigue siendo Andújar. Y cuando “Fuente Sorda” inició su andadura corría el mes de febrero del año 1997, es decir, cuando el Partido Popular aún estaba en la oposición, lo que echa por tierra el interesado mensaje que afirma que nació con la llegada al poder municipal del actual alcalde. Desde mucho antes pusimos sobre la mesa cuáles eran nuestras intenciones y cuál la línea editorial que mantendríamos durante el tiempo que estuviera en antena, y precisamente aquí nos encontramos, con las mismas ganas del primer día, denunciando la incompetencia de unos, los abusos de otros y el olvido generalizado con que es tratado todo lo nuestro allí donde se deciden qué ciudades deben prosperar y las que, como la nuestra, deben permanecer en estado de hibernación.
Sin embargo, aunque las etapas de este espacio de actualidad aparentemente no parecen ofrecer diferencias, les podemos asegurar que las tienen y muy concretas. Entre otras, la feroz crítica que hemos recibido de parte del actual equipo de gobierno, que nos acusa de algo a lo que, por cierto, no renunciaremos nunca, y que no es otra cosa que, además de informar, opinar sobre el día a día de la ciudad. Evidentemente, Radio Andújar les estorba, les molesta, les incomoda y, se lo podemos asegurar, no les hacemos ninguna gracia. Pero es que los papeles que cada uno debe jugar en esta película están perfectamente definidos y lo que conviene es que ambos los representemos de acuerdo con nuestras posibilidades, y el que no alcance el nivel que exige el guión no debe extrañarse de la crítica que reciba por lo mal hecho. Es más, cuando se hace bien, que en este caso no creemos que se haya ejecutado nada acertadamente, los parabienes estarían injustificados sencillamente porque para eso se cobra, para finalizar con éxito las tareas encomendadas. Eso lo podemos ver en la empresa privada y, que sepamos, un ayuntamiento no es otra cosa que eso, una empresa sustentada por la población a la que, por tanto y como directa propietaria, deben dársele todo tipo de explicaciones en beneficio de la verdad.
Nosotros no somos responsables del altísimo nivel de endeudamiento que ha contraído este gobierno en los poco más de seis años que lleva en el poder, que está situado justo en el límite legal y un poco más. Lo mismo que tampoco lo somos del desbarajuste económico en el que se desenvuelven las cuentas municipales, y menos aún de la deuda que mantiene con los proveedores, por cierto incrementada en este tiempo en más del doble. Menos aún del aumento del número de funcionarios que se ha hecho en estos años, lo mismo que tampoco lo somos de que la ciudad se encuentre actualmente en un callejón sin salida. Sí somos responsables, por el contrario, de contárselo a la ciudadanía, justo lo mismo que hacíamos cuando los actuales dirigentes populares estaban en la oposición, algo por lo que, aunque ahora les parezca a ustedes increíble, recibíamos continuas felicitaciones. Lo decíamos ayer y lo repetimos hoy: ¡qué poco agradecidos son algunos, señoras y señores! Bien. Les citamos para después de Reyes, deseándolos lo mejor para ustedes y sus familias. Gracias por su comprensión y ayuda a lo largo de estos años. Sin ustedes no hubiera sido posible.