viernes, 18 de marzo de 2011

LOS USUARIOS DE LA BICICLETA SIGUEN SIENDO LOS GRANDES PERDEDORES CUANDO SE ENFRENTAN A LOS VEHÍCULOS A MOTOR

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Sin ningún tipo de dudas, los ciclistas son uno de los colectivos más vulnerables en las carreteras por razones obvias, ya que reciben directamente la fuerza del impacto o las consecuencias de la caída. Mientras que el número global de víctimas mortales en accidentes de tráfico se reduce, aunque desde que se inició el año no parece mantener la línea descendente del año pasado, cada vez son más los usuarios de bicicletas que pierden la vida en estos siniestros. Según la Dirección General de Tráfico, cincuenta y tres se dejaron la vida en la carretera en 2010, lo que viene a representar un significativo aumento con respecto a 2009. También aumentaron en un 50 % los siniestros en los que estos vehículos están implicados. Como ejemplo, durante el año 2009 completo murieron 43 ciclistas, tres más que el año anterior. Y en relación a años anteriores, de 2003 a 2007 aumentaron un 14 % los usuarios de bicicletas fallecidos. Por otro lado, atención a este dato: el 75 % de estos accidentes tienen lugar en carreteras secundarias, detalle significativo por sí mismo y que nos debe alertar tanto a los usuarios de los vehículos de dos ruedas como al resto.

En cuanto a las causas del incremento de la siniestralidad, sabemos que son diversas y que no siempre se controlan a tiempo. Por un lado, el aumento de forma importante del número de usuarios de bicicletas. Por otro, que, en general, los conductores de cualquier tipo de vehículo a motor no tienen en cuenta la vulnerabilidad de los ciclistas y no respetan la distancia al adelantarles, y sabiendo que no todos los ciclistas circulan respetando las normas, quizá lleguemos a entender lo que se ha convertido en un problema de complicada solución y control. En cuanto a las carreteras, desde los arcenes, que, cuando existen, están muy sucios y obligan al ciclista a circular por la calzada con el consiguiente riesgo de accidente que esto supone, hasta la incomprensible y peligrosa actitud de los usuarios de vehículos de cuatro o más ruedas, que no soportan la presencia de ciclistas en la calzada, digamos que usar una vía abierta y sin limitaciones al tráfico rodado representa un serio problema, sobre todo para la integridad física del más débil.

Según las percepciones de los ciclistas, tres de cada cuatro conductores no respetan la distancia de seguridad cuando los adelantan, la mitad no reduce la velocidad ante su presencia y el cuarenta y cuatro por ciento no les cede el paso cuando tienen prioridad. La situación, como podemos comprobar, exige que las administraciones implicadas en este asunto se pongan de acuerdo y lleven a cabo más campañas de concienciación dirigidas tanto a conductores de turismos como de bicicletas, junto a una política de fomento de este medio de transporte, que ha demostrado tener muchos beneficios medioambientales y también escasas posibilidades de aumentar en número de usuarios si antes los ayuntamientos no hacen nada para aproximar a los centros de las ciudades a sus habitantes facilitándoles el uso de la bicicleta.

Entre nosotros, conociendo las vías en las que podemos desarrollar este deporte, el mejor consejo que podemos darles desde este espacio es que la Concejalía responsable invierta en paneles informativos que dejen claro que, por ejemplo, la carretera de la Virgen es una vía muy transitada por ciclistas; y lo mismo con la carretera de la Cadena. En ambas se concentra el mayor número de estos vehículos y también en ambas deben compartir la escasez de espacio con todo tipo de vehículos. Precisamente por eso, avisar con tiempo, llamar la atención de los conductores, estamos convencidos de que evitará las habituales situaciones de riesgo a las que asistimos a diario. Por todo esto, seguimos insistiendo en que es fundamental para el ciclista que use de todo tipo de elementos que le sirvan para aumentar su seguridad y que van desde las prendas reflectantes que exigen las Normas, la iluminación del vehículo y el respeto máximo en cuanto a cómo circular cuando va solo o lo hace en grupo. Con todo, nadie los librará del peligro que corren mientras el resto de conductores no los respeten.