viernes, 15 de abril de 2011

SE IMPONE EL DESCANSO


Como todos los años, coincidiendo con la celebración de la semana santa, nos disponemos a cerrar por unos días esta cita diaria que emitimos antes del informativo de mediodía. Estos últimos días hemos intentado recoger lo más importante o trascendente para la ciudadanía y lo hemos incorporado al formato con el objetivo de dejarnos para la semana que viene exclusivamente lo que puede esperar, lo que no es urgente. Quizá por esto nos vayamos convencidos de que no nos echarán en falta, además, claro, de que las convocatorias son muchas y no debemos descuidar ninguna si tenemos en cuenta el esfuerzo que representan algunas de ellas para los respectivos colectivos que nos invitan a sus diferentes actos. Por otra parte, como la ciudad está obligada a reconvertirse por sí misma y la responsabilidad que nos corresponde también está perfectamente delimitada por las tareas que ustedes nos encargan, nos dedicaremos al seguimiento y valoración de los diferentes encuentros que se van a desarrollar en semana santa por nuestras calles y plazas.

Conviene recordar, no obstante, que Andújar, en su lento caminar hacia la consecución de sus justas y legítimas aspiraciones ligadas a las cotas de reconocimiento popular alrededor de sus vivencias semasanteras, deja de lado su habitual pasotismo y pasa directamente a la euforia colectiva en la que nos sumergimos con fines tan variados como, por ejemplo, dar la bienvenida a los que llegan procedentes de los diferentes puntos patrios y hacerlo con nuestras mejores galas. Aunque suene a tópico, nuestra ciudad muta durante semana santa y romería, y también en septiembre, abriéndose de par en par para dar la bienvenida a todas y todos los que nos eligen como destino turístico. Como hemos tenido oportunidad de decir en otros foros, la imaginería que encierran nuestros templos y que guardan celosamente las cofradías y hermandades, el cariño y la pasión con la que son procesionados los días elegidos, contribuyen enormemente al encanto y el misterio con el que se conoce fuera de la ciudad. Precisamente por tanto trabajo dedicado y tanta incomprensión acumulada a lo largo de los últimos años, que hoy podamos presumir de una celebración con tanta fuerza, además de ser un lujo impagable, es un magnífico ejemplo para quienes no acaban de aceptar que también somos capaces de acometer otros retos.

Es cierto que la meteorología no acaba de decidirse y que vivimos casi en permanente estado de ansiedad esperando pronósticos que permitan disfrutar de una gran fiesta religiosa que sólo Andújar sabe vivir como merece. Nuestra tarea, si ustedes tienen a bien confiar en nosotros para informarse, será la de estar junto a quienes necesitan, entre otras cosas, proyectar sus esfuerzos al exterior, dar salida a tanta incertidumbre acumulada y no menos ganas por presumir de un trabajo que sólo podemos ver en todo su esplendor cuando recorre nuestras calles. Así, en solo unas horas, Andújar cambiará su aspecto y pasará directamente a vivir una fiesta única que, como todos los años, convocará a miles de personas en los habituales recorridos escogidos para que penitentes, curiosos y devotos puedan vibrar con la fuerza y la intensidad que el momento merece.

Por lo tanto, desearles lo mejor para estos días e invitarles a que compartan la fiesta, a que la vivan de cerca, a que se aproximen a quienes les podemos asegurar esperan ansiosos el apoyo y el reconocimiento a su trabajo.