Cuando aparecen las condiciones meteorológicas
invernales, que es el tiempo que nos espera a partir de ahora, se ha de estar
bien preparado y equipado, tanto el conductor como el vehículo. En estas ocasiones
no es necesario dejar el coche aparcado, ya que basta con extremar las
precauciones y circular con prudencia. Los fenómenos meteorológicos de esta
estación suelen conllevar una serie de sorpresas peligrosas para los
conductores, pudiendo llegar a ser incluso un obstáculo en sus desplazamientos.
Cuando las temperaturas caen, por ejemplo, hay que agudizar los sentidos de
cara a potenciales situaciones peligrosas. Todos los elementos relacionados con
la seguridad en un vehículo tienen su relevancia y algunos de ellos son todavía
más importantes en invierno, desde las escobillas a los faros, pasando por los
frenos y los amortiguadores, sin olvidarnos por supuesto de los neumáticos, que
son el único contacto del coche con el pavimento. Siempre es recomendable
circular con una conducción cuidadosa, pero incluso eso puede ser insuficiente
si el vehículo no lleva montados unos neumáticos en buenas condiciones capaces
de ofrecer el mejor rendimiento en las aceleraciones y las frenadas.
Cuanto más adversas sean las condiciones climatológicas,
más decisivos serán los neumáticos. Los expertos en seguridad vial recomiendan
cambiarlos cuando las temperaturas bajan de los siete grados, pero los tiempos
no están precisamente para este tipo de decisiones. Eso sí, si están desgastados, es decir, que el nivel de
profundidad del dibujo es inferior a uno como seis milímetros legales, o si
presentan bultos o grietas, ha llegado el momento de sustituirlos por unos
nuevos. Unas gomas desgastadas no sólo suponen un grave riesgo desde el punto
de vista de la seguridad para los ocupantes del vehículo y demás usuarios de la
carretera, además es una práctica ilegal que conlleva una sanción y la posible
inmovilización inmediata del vehículo. Según las opiniones de expertos del sector,
es recomendable que el dibujo de los neumáticos presente por lo menos una
profundidad de tres milímetros con el fin de que su rendimiento proporcione el
agarre óptimo.
Estamos de acuerdo con quienes su capacidad de priorización la mantienen por encima de caprichosas consecuciones de lo que objetivamente no se necesita, y son precisamente éstos los que no dejan pasar un instante sin cambiar los neumáticos de su vehículo. Y todo porque son conscientes de que esta decisión les cambiará la vida al participar activamente en su seguridad, puesto que les sirve para mantener la horizontalidad de su vehículo, frenar con holgura y circular sin casi limitaciones: evacuará el agua de lluvia que encuentre en la calzada con más facilidad, frenará su coche en menor espacio, detalle que en época invernal a veces es determinante, y por supuesto que ganará en seguridad para él y los suyos.
Estamos de acuerdo con quienes su capacidad de priorización la mantienen por encima de caprichosas consecuciones de lo que objetivamente no se necesita, y son precisamente éstos los que no dejan pasar un instante sin cambiar los neumáticos de su vehículo. Y todo porque son conscientes de que esta decisión les cambiará la vida al participar activamente en su seguridad, puesto que les sirve para mantener la horizontalidad de su vehículo, frenar con holgura y circular sin casi limitaciones: evacuará el agua de lluvia que encuentre en la calzada con más facilidad, frenará su coche en menor espacio, detalle que en época invernal a veces es determinante, y por supuesto que ganará en seguridad para él y los suyos.
