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Como era de esperar, después de la
tempestad, llega la calma; o lo que es lo mismo, después de la romería, se
impone la rutina. Y precisamente en eso estamos, porque ahora lo que toca,
también como todos los años, es escuchar las valoraciones de cada uno de los
romeros, que no crean coinciden mayoritariamente en sus vivencias. Si acaso, en
lo fundamental, en donde se impone la pasión y el amor que se siente por la
patrona. De lo más lúdico, de lo que gana a pasos agigantados espacio a las
tradiciones cristianas más ancestrales, las opiniones son cientos y las
deducciones tan variadas como la flora de primavera. Y también era de esperar
si tenemos en cuenta que la romería es del pueblo y cualquier decisión que
tomen los políticos, incluso siendo antes planteada por éstos en los foros
adecuados, no siempre se aceptan sin más. Por tanto, un año más las tasas han
acabado siendo causa directa de enfados y enfrentamientos entre romeros y
agentes de la autoridad, precisamente los que menos culpa tienen, y críticas
durísimas contra la clase política, en la que ven un interés desmedido por
hacer caja sin ningún tipo de oferta o mejora a cambio.
Con solo poner atención a los foros habituales veremos que el rechazo por el cobro de las tasas ha sido el objetivo de la mayoría de las quejas reflejadas, aunque no faltan las denuncias sobre la supuesta manipulación que se hizo a favor del aparcamiento responsabilidad del Ayuntamiento y en contra del de Osuna, que se mantuvo cerrado hasta que se completó el primero, mucho más caro que el segundo. Tampoco echamos de menos las que denunciaron el cierre casi circunstancial, porque solo se mantuvo así una hora aproximadamente, del Lugar Nuevo. Pocos han entendido las razones que obligaron a la autoridad competente a echar el cerrojo del recinto, pero se entiende si sabemos que tampoco hubo información, algo muy habitual en las grandes aglomeraciones de personas. En cuanto a la contundencia con la que se comparte la idea de que este año han sido menos las personas que han acudido a la romería, tampoco parecen que vayan bien encaminados si nos atenemos a la información que anuncia, o al menos todo lo indica así, que las tasas de este año han superado a las del pasado.
De lo que sí debemos sacar conclusiones y que éstas nos sirvan para que el año que viene no nos vuelva a ocurrir, es la importancia que tiene estar pendiente de las decisiones de la cofradía y del Ayuntamiento con respecto a la romería y su desarrollo. Lo de acudir en el último momento, el estar todo el año vuelto de espaldas a las decisiones que se toman por nosotros no es desde luego lo mejor para un evento en el que acabamos participando todos y todas con toda intensidad. Por cierto, son muchas las coincidencias en las que se valora muy positivamente el papel de la cofradía durante el desarrollo de la romería y allí donde su presencia era fundamental. El apoyo más destacable lo encontramos justo en el momento en que ésta se hace presente en el santuario, y todo porque se asegura que hacía muchos años que no contaba con tanta presencia de fieles romeros.
Como ven, ha habido para todos. Pero son muchas más las opiniones y de todas ellas iremos dando cumplida cuenta conforme tengamos oportunidad de valorarlas. De hecho, y como todos los años, Radio Andújar emitirá pronto el habitual programa de la romería después de la romería, en el que contaremos con los verdaderos protagonistas de la gran fiesta mariana y con la opinión de los oyentes.
