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Perder el tiempo “al estilo Andújar” se impone a pasos agigantados entre quienes ostentan responsabilidades de cualquier tipo, suponemos que porque han visto en el ejemplo de nuestra clase política una elección muy fácil para eludir débitos atrasados o sencillamente huir de la realidad usando de la mentira como arma infalible desde la que mantener a sus incondicionales somnolientos mientras la ciudad se hunde en el caos más absoluto y pierde la oportunidad de cuando menos mantener el tipo como hasta ahora. Sin embargo, y a las pruebas nos remitimos, el que más y el que menos usa de sus argumentos exclusivamente con fines personales y le importa un rábano el problema, y son muchos, que padece la ciudadanía, especialmente aquellos que atestan la oficina del INEM sin el más mínimo atisbo de conseguir un trabajo sin que necesariamente sea digno y sí les sirva para acercar algo de dinero a la hipoteca de todos los meses y a la comida de todos los días. Y son precisamente los que ostentan el poder los que andan perdiendo el tiempo a la búsqueda de posibles fallos, por ejemplo, en la construcción de la sin terminar mota sobre el cauce del Guadalquivir para denunciarlos públicamente, quizá convencido de que atraerá a los damnificados por las inundaciones no de este año, que, aunque consciente y le pese que la obra de la Junta de Andalucía haya sido efectiva para el bienestar de los moradores y propietarios de esas tierras y viviendas, mantiene su cruzada a la caza y captura del voto del desinformado ingenuo, que no entiende que persona tan importante, con tanta responsabilidad sobre sí y con tantas posibilidades de mejorarle la vida, dedique sus esfuerzos a rentabilizar una nimiedad de la que, en todo caso, debió dar cuenta a quien la puede solucionar y no montar el circo para meter miedo a la población.
Esta es nuestra realidad y, por el momento, nuestro futuro. A los iliturgitanos que andan fuera de la ciudad y que contactan con nosotros a través de la página web de Radio Andújar, que tanto les extraña lo que ocurre, que les quedan tan lejos este tipo de habilidades de algunos de nuestros políticos, confirmarles la situación y asegurarles que así ha sido desde hace años. Y si entienden que no entienden, es decir, que no acaban de creerse que con tan escaso bagaje de realizaciones es posible llegar a tan alta responsabilidad, en las mismas estamos nosotros. Perder el tiempo es lo que mejor saben hacer. Ejemplos: ¡cuánto hemos perdido poniendo y quitando la retroexcavadora que, cada vez que el alcalde acudía a los Llanos del Sotillo a poner o quitar una bandera, a colocar la primera piedra de no sabemos qué, aparecía en las imágenes de vídeo y en las fotografías del periódico del día siguiente? ¿Y en el polígono Ave María, en donde cada vez que tienen oportunidad aseguran que se venden más parcelas, pero que no se abren industrias? ¿Y en las intranscendentes inauguraciones de todo tipo y corte a las que han acudido en busca de la foto de rigor conscientes de que son de usar y tirar? ¿Cuánto tiempo, esfuerzos y recursos económicos ha perdido la ciudad en el tema de los aparcamientos? Sin embargo, ¿cuál ha sido la actitud de nuestros próceres políticos en asunto de tanta importancia como ha sido, es y seguirá siendo la generación de actividad económica en nuestra ciudad?
No expresamos nuestra posición por suficientemente explicada, pero les damos la oportunidad de que se planteen las dudas que les exponemos. Y, por favor, si encuentra un dato desde el que echar abajo nuestra teoría, no lo duden: dígannoslo y lo compartiremos ilusionados, además de reconocer públicamente nuestro desconocimiento sobre la realidad de nuestra ciudad. Mientras tanto, lo dicho: no alcanzamos a explicarnos el interés de estos hombres y mujeres en perder el tiempo de la forma tan burda y desconsiderada que lo hacen, sobre todo porque a todo esto les recordamos que son miles los puestos de trabajo perdidos delante de nuestras narices, y también de las suyas, y no han hecho nada por solucionarlo. Nada.