jueves, 13 de enero de 2011

OPORTUNIDAD PARA RENOVAR LOS VIEJOS ELECTRODOMÉSTICOS



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Aunque el asunto no es nuevo, debemos reconocer que en momentos puntuales deja de ser un asunto de escasa importancia para convertirse en una noticia a compartir con cuantas más personas mejor. Efectivamente, se trata del ahorro de energía eléctrica, de conseguir reducir los gastos actuales de manera significativa y, en definitiva, de aprovechar la oportunidad que desde los organismos oficiales, en este caso desde la Junta de Andalucía, nos llegan en forma de campaña de descuentos sobre los electrodomésticos que queramos cambiar por otros que necesitan menos energía para su funcionamiento. Así, se nos permite renovar el frigorífico, la lavadora o el aire acondicionado, entre otros, elementos que forman parte de la mayoría de los hogares andaluces y a los que se les exige un rendimiento diario y continuado, a favor de reducir la contaminación, de gastar menos en electricidad y de renovar los viejos aparatos a cambio de otros que no sólo consumen menos, sino que aportan las mejoras propias de lo recién llegado al mercado.

Al mismo tiempo, recordamos también que lo de cambiar las bombillas o lámparas por las de menor consumo y más duración es un mensaje que viene de lejos en el tiempo y que influye de la misma forma en la reducción del total de la factura de la electricidad que cada vez abonamos con más dificultad. Sin embargo, parece que en general preferimos quejarnos de las subidas y no de decidir el cambio, que sí influiría y mucho en el total. Por otra parte, si una sociedad que ignora sistemáticamente los diferentes consejos que les llegan procedentes de vías de comunicación tan variadas como constantes, y que no tienen otro objetivo que el de convencerla de que renovar las bombillas es igual a una reducción muy importante del gasto que hace en electricidad, deducimos que el otro mensaje, el que le habla del medioambiente, del ecosistema, el que le avisa de que esta decisión supone una más que significativa reducción del CO2 que lanzamos a la atmósfera, mejor ni planteárselo porque quizá ni nos entienda. No obstante, la razón principal de la Junta de Andalucía es precisamente esa, la de reducir las miles de toneladas que emiten nuestros hogares a diario y que tanto daño hacen sobre la capa de ozono. El cambio climático al que tanto nos referimos y del que tanto hablan los medios de comunicación, y al que por cierto poco caso hacemos, es una realidad constatada científicamente que acabará determinando, en algunas partes del mundo, la subsistencia del ser humano.

Que los gobiernos contribuyan a educar a la ciudadanía en tema tan trascendente, poniendo dinero público a su disposición para facilitarle el acceso a la renovación de sus viejos electrodomésticos, nos parece una decisión inteligente y solidaria, y más en tiempos de crisis. En campañas anteriores nos informan de que se han conseguido cifras impensables, y en la de este año, que cuenta con dieciséis millones de euros, estamos convencidos que se volverá a repetir el éxito de. Destacar como ejemplo, que en todas las convocatorias han sido las lavadoras las más solicitadas, aunque desde que se incorporó el aire acondicionado se reparten la mayoría. Y es que en una comunidad como la nuestra, con temperaturas en verano que sobrepasan lo aceptable, lo menos que podía hacer la clase política a nuestro favor era incluirlo en el programa de renovación, exigiendo exclusivamente sistemas de funcionamiento con escaso consumo y que la bomba de calor forme parte del aparato.

Por otra parte, el hecho de que el cliente sólo tenga que preocuparse de acudir a los establecimientos adheridos a esta campaña de la Junta de Andalucía y solicitar el aparato que desee renovar, porque el resto del papeleo corre por cuenta de la tienda en donde lo adquiere, es evidente que facilita más si cabe el éxito de esta convocatoria. Hasta el momento, todas las campañas convocadas se han cerrado antes del plazo previsto, lo que confirma que cumple con el objetivo que la provoca.