
Llegado el fin de semana, de la valoración que podemos hacer de lo acontecido durante estos cinco días, destaca el desgraciado y mortal accidente de un hijo de Andújar a consecuencia de un accidente de tráfico, que ha supuesto un duro golpe para su familia y también para la ciudad entera, y del que nos veremos obligados a dar y recibir información porque seguimos empeñados en que este tipo de situaciones tan peligrosas, por previsibles y evitables en parte, debían erradicarse a favor de una circulación más segura y soportable. Los accidentes de tráfico, es cierto, tienen su origen, casi en todos los casos, en los excesos, ya sean de velocidad o de maniobras inadecuadas, pero también es verdad que cuando las reglas de circulación establecidas en una ciudad no se cumplen sistemáticamente, algo va mal allí donde están obligados a controlar la anarquía que protagonizan algunos conductores y conductoras. En nuestro caso, como ciudad media que somos, con los clásicos problemas que aporta a la circulación el trazado de la mayoría de nuestras calles, hace años que debió establecerse un plan de tráfico que paliara los puntos conflictivos y, yendo un poco más lejos, eliminara de la circulación a los usuarios que no aceptan, ni de buena ni de mala gana, los normas en vigor. No sabemos si la medida sería o no bien recibida por parte de la ciudadanía en general, o si se trataría de una decisión que restaría votos al candidato que la promoviera, pero lo evidente es que mantener por más tiempo el descontrol al que asistimos diariamente supone por sí mismo un apoyo tácito para que se produzcan accidentes de la importancia del que les comentamos, con un fallecido.
En otro orden de cosas, detectamos movimientos entre los incondicionales de nuestra primera autoridad, siempre prestos a defenderlo a capa y espada sin que se conozcan bien las razones de tanta deferencia. Que sepamos, cualquier representante político debe vérselas consigo mismo y las decisiones que tome, si de verdad quiere tener credibilidad en la calle y entre sus simpatizantes. Primar a unos y otros con el fin de que le defiendan de las denuncias que le llegan procedentes de sus oponentes políticos, muestra una incompetencia preocupante, porque lo primero que debía hacer es contraatacar con la documentación y los datos precisos a quienes han menospreciado su trabajo y lo han dejado en una delicada situación, incluso ante su propio partido, porque a estas alturas nadie se cree que todos los males que aquejan a nuestra ciudad, y no son pocos, tienen su origen en Sevilla o Madrid. Como se preveía, se ha perdido demasiado tiempo en situaciones intrascendentes para la ciudad y sus moradores, y ha llegado el momento de que comencemos a conocer la realidad de la dedicación del equipo de gobierno municipal durante los años de su mandato.
La decisión de Fersa, de instalar su empresa VMV, para la fabricación de hoteles sobre ruedas a la que hemos hecho referencia esta semana, debemos valorarla en su justa medida, y no parece discutible a estas alturas el error que ha cometido el gobierno municipal no buscando el terreno que necesitaba esta industria para desarrollar su actividad. Como preveíamos, la injustificada o interesada detención del proceso administrativo que hubiera permitido cambiar los terrenos conocidos como Llanos del Sotillo, agrícolas hace cuatro años y hace uno industriales, ha acabado pasando factura a quienes patrocinaron semejante despropósito, y lo de Fersa es una de las consecuencias a las que deberán hacer frente quienes gestionan la ciudad. Ahora, por supuesto, pueden sacar a la calle gentes y pancartas, hacer llegar a la ciudadanía cuidados mensajes conciliadores y todo lo que les parezca adecuado a los profesionales que, en la sombra, mueven los hilos de nuestro futuro al tiempo que vigilan la valoración popular de nuestra primera autoridad para que no decaiga, pero el cerco se está estrechando de manera imparable y estamos convencidos de que se ha iniciado un peligroso descenso hacia la realidad que con tanto interés y celo se nos ha venido negando tantos años.
Aunque lo que nos gustaría es conocer la opinión de quienes han sido los protagonistas de este desagradable asunto, que no son otros que nuestra primera autoridad y el gerente de la empresa fabricante de los hoteles móviles, ya saben que han sido otros los que han dado la cara e intentado distraer a la atención pública, y es que lo habitual en situaciones complicadas de las que no puede obtener rendimiento y de las que incluso podría salir malparado, las deja en manos de quienes no parecen calibrar con exactitud el papel que juegan en asunto tan peliagudo. Es posible que también esta vez obtengan el rendimiento que buscan, pero les adelantamos que la calle cada vez entiende menos lo que ocurre y, por si faltaba poco, ha escuchado alto y claro que se han podido perder casi ochocientos puestos de trabajo directos por una pésima gestión municipal. De esto también deben darse detalles.