viernes, 11 de abril de 2008

NOS VAMOS DE RUTA A... CHICLANA DE SEGURA




Este viernes, como cada semana, lo que nos hemos propuesto es trasladar a nuestros/as oyentes hasta una de las localidades de nuestro entorno, en este caso hasta la villa de Chiclana de Segura, ubicada en la comarca de El Condado, para poder descubrir todo lo que ésta nos ofrece.


Sus 820 metros de altitud la convierten en un excelente mirador desde donde poder contemplar sus hermosos paisajes y donde podremos practicar actividades como el senderismo, la caza o la pesca.


Biológicamente, podremos observar en la zona tres pequeñas aves difíciles de encontrar en otros lugares, como son la curruca tomillera, la collalba rubia y la tarabilla común.


Y antes de entrar en Chiclana de Segura, seguro que les interesará conocer sus aldeas: La Porrosa, Camporredondo, los Mochuelos y el Campillo.


Una vez ya dentro del casco urbano de Chiclana de Segura, al que entraremos a través de un túnel, encontrarán, el viajero y la viajera, las construcciones excavadas en la piedra, que hacen posible unas viviendas con una temperatura uniforme durante todo el año.


Hemos de indicar a nuestros/as oyentes que Chiclana de Segura es una de las localidades más antiguas del Santo Reino, cuyo rico patrimonio monumental se perdió, casi en su totalidad, en 1881 cuando las tropas napoleónicas incendiaron la villa y destruyeron el templo parroquial. Después de restaurar la iglesia, fue asolada por las tropas carlistas y después, un huracán derribó su capitel.


Por otra parte, podrá el caminante admirar la Casa de la Inquisición, donde en otros tiempos se celebraban los autos de fe. No obstante, en cuanto a su castillo medieval, encontrarán pocos restos.


No es recomendable abandonar la villa sin probar la rica cocina lugareña, que nos ofrece el tradicional ajoharina, a base de patatas y verduras fritas, trabadas con harina y aderezadas con pimentón. Asimismo, podremos solicitar los andrajos con liebre, los galianos, las migas con torreznos y rabanillos y las gachamigas, de lenta elaboración.


De su ciclo festivo, debemos señalar que, en mayo, se organiza la romería de la Carrasca, en honor a la patrona, la virgen de Nazaret. En septiembre se vuelven a celebrar festejos en honor de la patrona, dentro de los cuales tienen lugar los tradicionales encierros de reses bravas.


Dentro de los aspectos folclóricos, es digno que se mencione que Chiclana tiene un baile propio consistente en una airosa jota.


Ya por esta semana abandonamos el camino que nos lleva a conocer nuestros pueblos vecinos y les emplazamos para continuarlo el próximo viernes. Hasta entonces, sean felices.