Es posible que nuestro desconocimiento de los trajines de los partidos políticos, nos haga caer a veces en errores de bulto que ustedes detectan y que, lógicamente, no nos dejan en buen lugar. Sin embargo, debemos mojarnos y tomar partido porque la prosperidad de nuestra ciudad y sus habitantes está en juego y con algo tan importante no debemos trivializar. Este es el caso que hoy les traemos a su consideración, y es que el asunto de la decisión de Fersa, de ubicar la fábrica que desarrollará su proyecto de vehículos móviles, lo que conocemos como el hotel móvil, en Arjonilla, ha calado hondo en la sociedad y es causa de generalizada preocupación. Y más conociendo que otras empresas han decidido lo mismo, es decir, irse de Andújar en busca de munícipes más sensibles y terreno preparado para recibir a sus industrias, porque el panorama no se presenta precisamente halagüeño. Así las cosas y mientras tanto, nos extraña enormemente que dos partidos políticos de la importancia de Izquierda Unida y el Andalucista a estas alturas aún no hayan expresado su opinión sobre este caso, no sabemos si porque no le interesa o porque tácitamente hayan delegado en el Partido Socialista la denuncia pública.
No obstante, si tenemos en cuenta que el representante andalucista, señor Salas, formó parte del equipo de gobierno de la pasada legislatura y tuvo la responsabilidad de la Concejalía de Desarrollo Local, suponemos que algo tendría que contarle a una ciudadanía expectante y preocupada, porque de lo que estamos convencidos es de que conoce detalles y entresijos en cantidad suficiente como para debilitar las afirmaciones en las que los actuales gobernantes basan su discurso para eludir las responsabilidades que le llegan procedentes de una política industrial prácticamente inexistente. Y lo mismo decimos sobre el caso del portavoz de Izquierda Unida, señor Sáez Mata, porque él también tuvo responsabilidad de gobierno junto con los socialistas y, además, es un especialista en política municipal. El que hasta el momento hayan guardado silencio no parece que sea una buena decisión, ya que cuando nos encontramos ante un problema de tanto calado, cuando es evidente que la industrialización de nuestra ciudad se detuvo hace cinco años y que no existe una política decidida para cambiar esta tendencia, creemos que hay que salir a la calle para contarle a los ciudadanos lo que desde su perspectiva política les merece este asunto.
Andújar es una ciudad demasiado importante que conserva intactos sus deseos e ilusiones por asentar definitivamente su futuro, que sufre como pocas la incompetencia de un equipo de gobierno que la tiene endeudada hasta las cejas y que mira en todas direcciones en busca de quienes estén dispuestos a solventar algunos de sus problemas, porque es consciente de que solucionarlos sencillamente no sabe. Enfrente, unos políticos que defienden en la oposición sus ideas de ciudad y que asisten a momentos tan críticos para Andújar, que forman parte de los plenos municipales (que es donde se decide nuestro futuro), que conocen el preocupante estado de las cuentas y no se quejan públicamente, lo menos que nos transmite son perplejidad y preocupación.
De hecho, nosotros nos hemos quejado de la oposición municipal casi desde el momento en que se distribuyeron los escaños en el salón de plenos, y nos hemos mantenido en el mismo tono porque preveíamos lo que ahora es una realidad que sufrimos todos. Lo de Fersa es únicamente un despropósito que añadir a una larga lista que nadie mejor que los grupos opositores conocen o debían conocerla y su inmediato cometido sería hacerla llegar a la ciudadanía. A estas alturas no sirve que en la calle creamos que se trata de maniobras destinadas a firmar una moción de censura, porque lo que de verdad nos interesa es conocer las opiniones de tres grupos que, juntos, suman más votos que el actual equipo de gobierno y, por tanto, están legitimados y obligados a dar cuentas públicas de los acontecimientos que crean perjudiciales para el devenir de nuestra ciudad. No es necesario el menosprecio de políticas de nadie; tampoco el manchar el expediente político de grupo o partido, pero sí poner en conocimiento de la ciudadanía la realidad que con tanto interés y mimo se nos escamotea. Ahora, porque son tiempos de romería; antes, porque lo fueron de Semana Santa, y dentro de unas semanas porque comienzan las vacaciones escolares… Creemos sinceramente que ya está bien y que algo tendrán que hacer para que los ciudadanos los tengan en cuenta las próximas elecciones.
