Les decíamos ayer que desaparecía de la parrilla de programación "Fuente Sorda", y les dábamos las razones de ello. Hoy queremos hacer lo propio con otro programa que dice adiós este domingo. Se trata de "Motor en directo", que se emite los domingos de diez y media a doce de la mañana. De nuevo las vacaciones de verano influyen en la continuidad de la práctica totalidad de la programación y este espacio no iba a ser menos, y más tratándose de un programa que lo componen varias personas. El ultimo domingo de septiembre volveremos a la normalidad y encabezaremos el empuje de la ciudad a favor de un mayor control de la circulación rodada y un mayor seguimiento de los abusos que se producen diariamente en la ciudad. Recorreremos de nuevo las carreteras, conoceremos lo que la Dirección General y la Jefatura provincial prevé para los usuarios de vehículos y compartiremos con todos ustedes la imperiosa necesidad que tiene Andújar de un sustancial cambio del actual sistema de distribución del tráfico entre el centro y sus barrios. Aunque dejamos aparcado este espacio con evidentes defectos de forma y con infinidad de decisiones municipales por tomar, lo hacemos con el convencimiento de que, a la vuelta, algo se habrá decidido y que los responsables de tráfico habrán aprovechado la ausencia de vehículos en nuestras calles para determinar qué tipo de actuaciones son las idóneas para la circulación. Les recordamos que en su poder tienen nada menos que el informe de un técnico de Tráfico y que, según éste, si el Ayuntamiento adopta las medidas que aconseja, Andújar mejoraría sensiblemente su habitual trafico ciudadano. Otra cosa es que decidan no poner sobre la mesa de trabajo este informe y continúen de la forma que lo vienen haciendo, con intervenciones mínimas y porque la ciudadanía se lo exige, y desenvolviéndose en una situación económica más que preocupante.
La percepción de que la ciudad es un caos y de que nadie decide algo que vaya más allá del seguimiento a los infractores por mal aparcamiento, con la grúa incluida, es compartido por una gran mayoría, lo que le añade a la mala gestión que se hace de la circulación rodada un sin vivir por miedo a ser denunciados. La queja más compartida entre los usuarios es la de dónde están los aparcamientos que nos habían prometido, porque hasta ahora lo único que han hecho ha sido quitar los existentes en el centro y no han sido capaces de añadir ninguno. Si recuerdan, hace ahora casi tres años, la autoridad competente hizo su aparición en público a través de los medios de comunicación, anunciando como sólo ella sabe hacerlo, la inminente construcción de un aparcamiento en la calle Juan Robledo, lo que no sólo permitiría una aproximación de los vehículos al centro comercial de la ciudad, sino que confirmaba la política del equipo de gobierno en este importante apartado. Lo primero que nos llamó la atención es que el aparcamiento lo construiría una empresa privada y lo segundo es que hasta el pasado jueves aún coleaba documentación sobre la construcción de este aparcamiento y que fue en el pleno de este día donde recibía los parabienes de la Corporación, es decir, casi tres años después del anuncio público. Si estas son las formas y los objetivos del gobierno municipal con respecto al futuro del comercio del centro, de éxito nada de nada.
Por otra parte, nunca como ahora nos hemos encontrado al servicio municipal de autobuses en tan pobre situación. Fue este equipo de gobierno el que eliminó a uno de los tres autobuses que hacían el servicio diario por la ciudad y ha sido también el que ha sometido a la empresa a todo tipo de vejaciones, destacando de entre todas el que no le abonan la deuda que mantiene con ella. La situación de ésta se encuentra en un momento tan delicado, que ha estado en varias ocasiones a punto de no poder salir a la calle debido a la falta de liquidez para la adquisición de combustible o para el pago del seguro de los autobuses. Con esta incertidumbre como compañera mal puede pensar en la renovación de los vehículos o en la ampliación del servicio; en todo caso, en dejar la concesión en manos de otra empresa, pero nunca en continuar con la explotación. Sin embargo, ya ven: nuestros munícipes no parecen mostrar preocupación alguna y aparecen exultantes cuando hacen balance de gestión, quizá porque como ellos y ellas nunca han hecho uso de este servicio, ni siquiera sepan que existe.
