Hoy les sugerimos que nos acompañen hasta el único pueblo de la provincia de Jaén que nuestras rutas semanales no habían visitado aun: Génave. Esta población, de 63 kilómetros cuadrados y un millar aproximado de habitantes, la podremos encontrar situada al noreste de la provincia, en plena sierra de Segura.
Paseando por la naturaleza circundante de Génave podremos encontrar, junto a los encinares y olivos, retama, espino, hiedra, peonía, con sus enormes flores de color rojo, o madreselva. Y en cuanto a su fauna, conviven aqui numerosas especies de aves como, por citar algunas, el ratonero común o el carbonero. Este pequeño pájaro resulta llamativo, tanto por su colorido amarillo y negro, como por su canto fuerte y repetitivo. Entre su repertorio hay trinos curiosos, como el que los aceituneros llaman “aguaquí”, que, según cuentan, es un aviso de que va a comenzar a llover.
Paseando por la naturaleza circundante de Génave podremos encontrar, junto a los encinares y olivos, retama, espino, hiedra, peonía, con sus enormes flores de color rojo, o madreselva. Y en cuanto a su fauna, conviven aqui numerosas especies de aves como, por citar algunas, el ratonero común o el carbonero. Este pequeño pájaro resulta llamativo, tanto por su colorido amarillo y negro, como por su canto fuerte y repetitivo. Entre su repertorio hay trinos curiosos, como el que los aceituneros llaman “aguaquí”, que, según cuentan, es un aviso de que va a comenzar a llover.
Tres kilómetros antes de llegar a la antigua villa de Génave, título que ostenta desde 1551, hemos de encontrarnos con los restos de lo que fue la “atalaya de Zarracotín”, popularmente conocida como “castillo de la Laguna”, por encontarse próximo a uno de los escasos embalses naturales de la Sierra de Segura.
En el casco urbano, habremos de visitar el templo parroquial de la Inmaculada Concepción, de estilo gótico. En su lado derecho, se presentan cuatro capillas cubiertas con medio cañón. A los pies de la iglesia están la torre, el coro en alto y la puerta. Junto a este edificio observaremos un pilar circular, en piedra, rodeado de jardinería.
Situado en esta misma plaza, podremos conocer otro edificio representativo de estética contemporánea: la casa de arquitectura ecléctica. Su mampostería imita sillares y está complementada con rejería, pilastras y frontones triangulares.
Sin salir del casco urbano, también habrán de pararse el viajero y la viajera ante el “torreón de la Tercia”, llamado así por recibir, desde antiguo, los tributos reales. Está probado documentalmente que desde él salía un pasadizo secreto, aún no encontrado, que conducía a los extramuros de la villa, hecho que lo adorna con un halo de leyenda y misterio.
Antes de deleitarnos con la gastronomía propia de la localidad, conozcamos un poco de sus peculiaridades folclóricas. Tradicionalmente, han sido las hogueras las que han acompañado muchos de los festejos propios de la villa: para la Candelaria, la Inmaculada Concepción, San Antón o Nochebuena. Otra celebración llena de singularidad es la de san Marcos, en la que los genaveros van al campo, siguiendo un viejo rito, para “atar al diablo”, para lo cual hacen nudos con las mieses o retamas, dejando simbólicamente amarrado al maligno y quedando, por tanto, las gentes y los campos libres de él. Llegado septiembre tendremos otra oportunidad de participar en las fiestas de la ciudad. Será en las celebradas en honor a la virgen del Campo, en la ermita del mismo nombre.
Y no hemos de abandonar Génave sin consumir alguna de las viandas típicas de la villa: ajopringue, cocido con cardos, morcilla blanca, gachamiga o caldereta de cordero. Acompañaremos estos guisos con cuerva, bebida casi mágica de vino, azúcar, agua y frutas. No sería honesto dejar sin destacar su afamado aceite de oliva.
En la noche de los Santos, a primeros de noviembre, se preparan las “gachas dulces con tostones”, vieja costumbre arraigada en la tradición culinaria de los pueblos de Jaén.
He querido que hoy, en nuestro viaje, nos acompañe la música de Paco de Lucía, entre dos aguas, que es la misma sintonía con la que, hace tres años, comenzábamos nuestras rutas por los pueblos de nuestra provincia, por los pueblos de Jaén. Hasta aquí nuestra ruta de hoy y hasta aquí nuestro repaso, durante los últimos tres años, a los pueblos que componen nuestra provincia de Jaén, justamente denominada paraíso interior. Les agradecemos que nos hayan acompañado en nuestros paseos y esperamos que les haya gustado conocer todas y cada una de estas localidades. Feliz verano a todas y todos nuestros oyentes. Gracias por su compañía.
He querido que hoy, en nuestro viaje, nos acompañe la música de Paco de Lucía, entre dos aguas, que es la misma sintonía con la que, hace tres años, comenzábamos nuestras rutas por los pueblos de nuestra provincia, por los pueblos de Jaén. Hasta aquí nuestra ruta de hoy y hasta aquí nuestro repaso, durante los últimos tres años, a los pueblos que componen nuestra provincia de Jaén, justamente denominada paraíso interior. Les agradecemos que nos hayan acompañado en nuestros paseos y esperamos que les haya gustado conocer todas y cada una de estas localidades. Feliz verano a todas y todos nuestros oyentes. Gracias por su compañía.
