martes, 23 de septiembre de 2008

PREVENIR SIEMPRE SERÁ MÁS RENTABLE



Las lluvias caídas estos días, torrenciales por demás, han dejado al descubierto las desastrosas consecuencias que hemos protagonizado y que, en el caso de las Administraciones implicadas, muestran un preocupante grado de despreocupación de sus obligaciones que, una vez más, han tenido gravísimas consecuencias en personas y sus propiedades. En el caso de los ayuntamientos, es evidente que el estado de limpieza en el que deben estar los sumideros y la red general de aguas fecales y de lluvia no se ha atendido como debía, y en el caso de nuestra ciudad no tenemos más que remitirnos a lo que hemos vivido estos días, con garajes y viviendas anegados.


La otra Administración con responsabilidad en este tema es la Junta de Andalucía. Primero, porque no mantiene los cauces de los arroyos en el nivel de limpieza adecuado, y si para ello tiene que denunciar y sancionar a quienes usen su cauce para depositar basuras y deshechos de obras, que lo haga; y, segundo, porque permite la proliferación de todo tipo de vegetación y que acaba por cegar la práctica totalidad del cauce. Y lo peor de todo este incomprensible y desagradable asunto es que cuenta con infinidad de técnicos a su disposición y suponemos que partida presupuestaria suficiente para desarrollar esta tarea que, puesta en uso, estamos seguros que acabaría con la precariedad en la que están obligados a desenvolverse miles de vecinos y vecinas. Y es que saben que en cuanto caen unas gotas de agua no duermen porque acabarán sacando agua de sus casas.


Y cuando el anuncio de catástrofe se hace con tiempo y cuenta con años de experiencia, la respuesta adecuada es la de actuar en beneficio de una mejor convivencia y menor pérdida de los bienes que, en forma de cultivos y deviviendas, poseen los damnificados. Las lamentaciones posteriores siempre son las mismas y protagonizadas también por las mismas personas, que acuden a los medios de comunicación prestos a recordarles a las autoridades que deben cumplir las promesas que les hicieron. En nuestra ciudad, como no podía ser de otra forma, hemos vuelto a comprobar que la concejalía responsable de esta área ha vuelto a dejar sus obligaciones sin cumplir. Por si les sirve de algo a sus integrantes, no obstante, conviene que sepan que los técnicos en meteorología nos avisan de que este otoño se presenta lluvioso y, al mismo tiempo, que las lluvias no caerán como siempre lo han hecho, es decir, poco a poco. Lo que se sabe es que lloverá la misma cantidad de años anteriores, pero de forma torrencial, es decir, que lo que hemos vivido esta semana puede repetirse y de forma incluso más virulenta. Prepararse con tiempo limpiando los sumideros y la red general no parece que sea una decisión descabellada y sí aceptar sin condiciones que se debe actuar antes de que tengamos que arrepentirnos de una dejadez que podía tener consecuencias imprevisibles.