
No sabemos si porque distribuimos mal los tiempos que demandan los acontecimientos para su organización y desarrollo, o porque sencillamente aún no hemos aprendido a cumplir con las obligaciones que tenemos encomendadas, la realidad es que se ha inaugurado hoy en la capital una edición más de Tierra Adentro y Andújar tiene escasa o nula representación, especialmente del sector hostelero. La autoridad municipal ha echado mano de la cofradía de la Virgen de la Cabeza para salvar el tipo y, con sus representantes y el coro como únicos apoyos, además de los habituales folletos que hablan de nuestras virtudes y que repartiremos a manos llenas hasta que se acaben, se han presentado en busca de un turismo cada vez más escaso y, al mismo tiempo, caprichoso, exigente y cuidadoso a la hora de elegir dónde invertir su tiempo y su dinero. Cierto que se ofrecerá los visitantes, o a los mismos de siempre, un canto con el que aplacar el hambre de la mañana. Sin embargo, después de haber acudido en ediciones anteriores con todo tipo de manjares de nuestros mejores cocineros y cocineras, lo del canto es un evidente paso atrás.
Mientras tanto, con caras largas y cansados de promesas incumplidas y de pagos municipales por resarcir, los hosteleros de nuestra ciudad han decidido mayoritariamente, o al menos los habituales hasta ahora, no apoyar esta edición. Las razones que alegan las basan en la falta de tiempo que necesita un encuentro de esta categoría si de verdad se quieren hacer las cosas bien, porque en una semana (sepan que los convocaron a la reunión de preparación hace hoy justo siete días) no es posible organizar su presencia en una feria tan profesional como Tierra Adentro, y no están dispuestos, un año más, a pasar vergüenzas por nada ni nadie. Algunos incluso van más lejos y denuncian que los manjares que transportan hasta el recinto (por supuesto, siempre a su costa), con el fin de que los visitantes conozcan las especialidades de sus fogones, acaban siendo engullidos por personas de nuestra ciudad a las que desde el Ayuntamiento se les paga el viaje y que las usan para, en las habituales y nada rigurosas imágenes televisivas, mostrar a los que no acuden a esta feria de turismo un estand muy visitado. Si a estas imágenes le añaden ustedes el manido discurso de nuestras autoridades, en el que se reafirman en que todo va bien, y que no encuentran en el entrevistador pregunta comprometedora, ¡misión cumplida!
No tenemos ningún interés en interferir en el trabajo de nadie, pero tampoco estamos por la labor de negar la evidencia. Ya lo anunciamos en la edición de FITUR del año pasado, evento en el que se desarrollaron las mismas políticas turísticas y en el que, una ocasión más, fue la romería de nuestra patrona la que usaron para, ante un público desplazado desde Andújar al efecto con cargo al Ayuntamiento, representar una pésima pieza teatral con la romería como programa. De seguir así, teniendo en cuenta que no es precisamente barata la presencia de nuestra ciudad en este tipo de celebraciones y el paupérrimo estado de las cuentas municipales, mucho nos tememos que en próximas ediciones se opte por no asistir: Y harían bien, al menos hasta que la ciudad se recupere del mal bache por el que atraviesa.
Los hosteleros de nuestra ciudad, decididos y emprendedores, capaces de protagonizar cualquier esfuerzo con tal de dejar en buen lugar a Andújar, han sido hasta ahora los verdaderos animadores de este tipo de encuentros de profesionales del turismo. Sin embargo, convencidos de que no obtienen ningún rendimiento positivo, que el supuesto trabajo de campo que asegura Desarrollo Local que lleva a cabo a lo largo del año es inexistente y que no cuentan con ayuda municipal de ningún tipo, han decido que es el momento de delegar en otros profesionales la responsabilidad que a ellos pudiera corresponderles. Haría falta una política municipal programada, con gran capacidad de trabajo y conocedora de este tipo de acontecimientos turísticos, para que ellas y ellos volvieran a plantearse seriamente seguir apoyando a quienes por el momento sólo los han utilizado para sus intereses políticos.