Con exactitud no sabemos cuántas asociaciones de comerciantes se han creado en nuestra ciudad estos años. La última acaban de conocerla ustedes estos días y, como el resto, acude al mercado en busca de apoyos para la consecución de su programa, que parece ambicioso y realizable, detalle que para empezar nos parece interesante. Cierto que no es la primera vez que de por medio se anuncia el sorteo de un coche, porque se hizo hace unos años y por las mismas razones, es decir, para apoyar una asociación de comerciantes que acababa de crearse, pero es innegable que como atractivo tiene su peso en oro. El problema de esta nueva asociación creemos que reside en lo que todas han fallado, es decir, en la falta de apoyo del comercio de la ciudad, lo que, por otra parte, nos da una idea real de las verdaderas intenciones de algunos empresarios con respecto a su propio futuro, en los que suele prevalecer lo de que “a mí que me lo den hecho y que no cuenten con mi dinero para nada”. Eso es tan nuestro como la pasión que sentimos por la patrona, y en un caso y en otro es muy complicado cambiar la idea que tienen algunos de la importancia y los beneficios que pueden obtenerse de la unión entre los profesionales de cualquier gremio.
Es verdad que las asociaciones o las intenciones de unos pocos de hacer algo por el comercio de la ciudad suelen aparecer justo cuando alcanzamos navidad, fin de año y reyes, y los responsables de la nueva asociación, para evitar desengaños peligrosos para su continuidad, deberían iniciar sus tareas asumiendo desde el principio que esta queja es la primera que les llegará procedente del comerciante y no sin justificación por su parte. Hasta ahora, lo normal ha sido que, conforme se aproximan estas fechas, aparezca alguien por la empresa asegurando que lo hace en nombre de la Cámara de Comercio o de una asociación gremial decidida a mejorar las ventas y la imagen de nuestro comercio, y que para ello necesita dinero en forma de cuota única. Paralelamente, los medios de comunicación locales les envían mensajes de todo tipo, de los que se desprende que algo se está haciendo, es cierto, pero que no siempre coincide con sus ideas o planteamientos. Eso de aportar su óbolo y, al mismo tiempo, no tener oportunidad de ser escuchado como le gustaría, convendrán ustedes con nosotros que echa para atrás a quien posiblemente esté decidido a participar en la campaña que le presentan y de la que, por cierto, casi no tiene oportunidad de conocer detalles. La historia continúa y tiene un fin que entendemos muy desagradable, porque pasados estos días, nadie vuelve a sus comercios a saber cómo les ha ido la campaña, o si han notado aumento en las ventas, o si los clientes han acudido a ellos atraídos por los premios que se sorteaban… Alguna foto en la prensa, algunas imágenes en televisión y alguna declaración en la radio, y hasta el año que viene.
Ahora parece que no, que las cosas se han planteado desde plataformas diferentes y que la instauración oficial del centro comercial abierto, con oficina y gerente, y una asociación de comerciantes que la apoya y que participa en la consecución de los objetivos marcados en los planes a desarrollar en pocos días, promete la consolidación de lo que ahora son sólo ideas y trabajo durante todo el año. La imagen y los planes previstos por los nuevos integrantes inducen a pensar que, efectivamente, algo se mueve alrededor de nuestro comercio y que esta vez va en serio, aunque, teniendo en cuenta los antecedentes que les hemos mostrado, deben entender que no sean pocos los que anden dudando de sus intenciones. Quizá lo que deba iniciar esta nueva asociación sea la aproximación a los comerciantes que las anteriores no han hecho y que tanto las ha dañado y no menos ha intervenido en que no tuvieran futuro.
Aunque hemos tenido oportunidad de expresarles personalmente nuestro apoyo y nuestra disposición para lo que necesiten de este medio de comunicación, lo hacemos también públicamente convencidos de que puede serles de utilidad lo que ellos y su proyecto les hemos dicho. Desde luego, lo mejor que podemos desearles es que su trabajo tenga continuidad, porque será la única forma de poder sacar adelante los planes en los que tanto han trabajado y de los que tanto esperamos.
Es verdad que las asociaciones o las intenciones de unos pocos de hacer algo por el comercio de la ciudad suelen aparecer justo cuando alcanzamos navidad, fin de año y reyes, y los responsables de la nueva asociación, para evitar desengaños peligrosos para su continuidad, deberían iniciar sus tareas asumiendo desde el principio que esta queja es la primera que les llegará procedente del comerciante y no sin justificación por su parte. Hasta ahora, lo normal ha sido que, conforme se aproximan estas fechas, aparezca alguien por la empresa asegurando que lo hace en nombre de la Cámara de Comercio o de una asociación gremial decidida a mejorar las ventas y la imagen de nuestro comercio, y que para ello necesita dinero en forma de cuota única. Paralelamente, los medios de comunicación locales les envían mensajes de todo tipo, de los que se desprende que algo se está haciendo, es cierto, pero que no siempre coincide con sus ideas o planteamientos. Eso de aportar su óbolo y, al mismo tiempo, no tener oportunidad de ser escuchado como le gustaría, convendrán ustedes con nosotros que echa para atrás a quien posiblemente esté decidido a participar en la campaña que le presentan y de la que, por cierto, casi no tiene oportunidad de conocer detalles. La historia continúa y tiene un fin que entendemos muy desagradable, porque pasados estos días, nadie vuelve a sus comercios a saber cómo les ha ido la campaña, o si han notado aumento en las ventas, o si los clientes han acudido a ellos atraídos por los premios que se sorteaban… Alguna foto en la prensa, algunas imágenes en televisión y alguna declaración en la radio, y hasta el año que viene.
Ahora parece que no, que las cosas se han planteado desde plataformas diferentes y que la instauración oficial del centro comercial abierto, con oficina y gerente, y una asociación de comerciantes que la apoya y que participa en la consecución de los objetivos marcados en los planes a desarrollar en pocos días, promete la consolidación de lo que ahora son sólo ideas y trabajo durante todo el año. La imagen y los planes previstos por los nuevos integrantes inducen a pensar que, efectivamente, algo se mueve alrededor de nuestro comercio y que esta vez va en serio, aunque, teniendo en cuenta los antecedentes que les hemos mostrado, deben entender que no sean pocos los que anden dudando de sus intenciones. Quizá lo que deba iniciar esta nueva asociación sea la aproximación a los comerciantes que las anteriores no han hecho y que tanto las ha dañado y no menos ha intervenido en que no tuvieran futuro.
Aunque hemos tenido oportunidad de expresarles personalmente nuestro apoyo y nuestra disposición para lo que necesiten de este medio de comunicación, lo hacemos también públicamente convencidos de que puede serles de utilidad lo que ellos y su proyecto les hemos dicho. Desde luego, lo mejor que podemos desearles es que su trabajo tenga continuidad, porque será la única forma de poder sacar adelante los planes en los que tanto han trabajado y de los que tanto esperamos.