Con la estación de inspección técnica de vehículos que se inaugura mañana parece que hemos tenido más suerte que con otras obras dependientes directamente de la Junta de Andalucía, como es el caso de la ampliación de la estación de autobuses, que tiene tras de sí tres o cuatro años de interrupciones y de la que aún nadie conoce la fecha de su finalización. En poco más de seis meses, tal como preveía Veiasa, la empresa pública que gestiona las ITV, el edificio y su contenido están preparados para comenzar a recibir vehículos a los que someter a las pruebas previstas por la autoridad competente y que, en principio, no sólo nos evitará desplazamientos hasta Jaén o Guarromán, sino que ha creado unos cuantos puestos de trabajo que, para como están las cosas del empleo, han sido muy bien recibidos. De hecho, está previsto que, cuando la estación esté a pleno rendimiento, el total de empleados sea de trece.
El terreno que ocupa tiene un total de 6.119 metros cuadrados y, como seguro conocen ustedes, están situados en el polígono Ave María. Según tenemos entendido, su costo supera el millón de euros y está dotada de tres líneas de inspección, contando con los mejores equipamientos en maquinaria y en equipos. De acuerdo con estos datos, la capacidad de inspección de esta estación es de sesenta vehículos por línea y día, es decir, que por línea y año alcanzará un total de 15.000 controles. Por lo tanto, y es lo que nos debe importar, hemos conseguido equipar a nuestra ciudad de una necesidad plasmada en reclamaciones ciudadanas y políticas que vienen de lejos. Es verdad que desde hace unos años sabíamos de su construcción y que el inicio de las obras y su puesta en funcionamiento dependía directamente de la concesión que la Junta de Andalucía tenía dada a la ITV de Guarromán, que de esta forma y no como algunos quieren, es como funcionan los organismos oficiales y que, por otra parte, nos parece bien que las empresas que desarrollan sus trabajos con concesiones administrativas, como es el caso de los medios de comunicación, por ejemplo, no dependan de los caprichos del político de turno, según los cuales, porque tenga un compromiso aquí o allá retire el permiso de explotación de una ciudad para llevárselo a otra antes de que éste prescriba.
De todas formas, la historia política que ha rodeado a la estación de inspección técnica de vehículos que se inaugura mañana, ha sido bochornosa por la intensidad y el uso que se ha hecho de ella a nivel político. Hemos escuchado tantas sandeces, mentiras y desatinos, que lo único que hemos podido sacar de provecho ha sido el tener la oportunidad de conocer de primera mano cómo son en realidad algunos de nuestros políticos locales y provinciales más relevantes, y cuáles sus verdaderas intenciones con respecto al futuro de nuestra ciudad, que es evidente que les importa un pito. Si echáramos mano de la cantidad de sandeces que hemos oído, de las mentiras que interesadamente han hecho circular alrededor de esta obra de la Junta de Andalucía, del ridículo que han protagonizado algunos movimientos ciudadanos y de la falta de escrúpulos con la que públicamente han tratado el sí o no de la ITV, les podemos asegurar que no dispondríamos de espacio para resumírselos.
No obstante, los veremos mañana en la inauguración como si tal cosa, sacando pecho y aprovechando cualquier excusa para aparecer como bienhechores, como si la obra es una realidad gracias a su intervención y apoyo. Y ya no tiene importancia que lo hagan porque lo que nos debe interesar es que Andújar cuenta con una empresa más que, con ser muy importante, no sólo ha generado puestos de trabajo, sino que notará en poco tiempo el incremento de establecimientos dedicados a los repuestos para la automoción y la mecánica y de hostelería alrededor de estas instalaciones, porque serán muchas las personas que llegarán hasta nuestra ciudad con sus vehículos y, de paso, invertirán en algunos de ellos. Ahora de lo que se trataría, consecuentemente, es que las organizaciones empresariales asumieran esta realidad y decidieran implantar este tipo de comercios con el fin de obtener provecho de la inevitable sinergia positiva que se derivará de la ITV. A falta de que esta nueva empresa pública, dependiente directamente de la Junta de Andalucía, comience a dar servicios y de éstos podamos beneficiarnos todos, compartimos con ustedes la buena nueva de que, por fin, Andújar cuenta con una estación de inspección técnica de vehículos.
El terreno que ocupa tiene un total de 6.119 metros cuadrados y, como seguro conocen ustedes, están situados en el polígono Ave María. Según tenemos entendido, su costo supera el millón de euros y está dotada de tres líneas de inspección, contando con los mejores equipamientos en maquinaria y en equipos. De acuerdo con estos datos, la capacidad de inspección de esta estación es de sesenta vehículos por línea y día, es decir, que por línea y año alcanzará un total de 15.000 controles. Por lo tanto, y es lo que nos debe importar, hemos conseguido equipar a nuestra ciudad de una necesidad plasmada en reclamaciones ciudadanas y políticas que vienen de lejos. Es verdad que desde hace unos años sabíamos de su construcción y que el inicio de las obras y su puesta en funcionamiento dependía directamente de la concesión que la Junta de Andalucía tenía dada a la ITV de Guarromán, que de esta forma y no como algunos quieren, es como funcionan los organismos oficiales y que, por otra parte, nos parece bien que las empresas que desarrollan sus trabajos con concesiones administrativas, como es el caso de los medios de comunicación, por ejemplo, no dependan de los caprichos del político de turno, según los cuales, porque tenga un compromiso aquí o allá retire el permiso de explotación de una ciudad para llevárselo a otra antes de que éste prescriba.
De todas formas, la historia política que ha rodeado a la estación de inspección técnica de vehículos que se inaugura mañana, ha sido bochornosa por la intensidad y el uso que se ha hecho de ella a nivel político. Hemos escuchado tantas sandeces, mentiras y desatinos, que lo único que hemos podido sacar de provecho ha sido el tener la oportunidad de conocer de primera mano cómo son en realidad algunos de nuestros políticos locales y provinciales más relevantes, y cuáles sus verdaderas intenciones con respecto al futuro de nuestra ciudad, que es evidente que les importa un pito. Si echáramos mano de la cantidad de sandeces que hemos oído, de las mentiras que interesadamente han hecho circular alrededor de esta obra de la Junta de Andalucía, del ridículo que han protagonizado algunos movimientos ciudadanos y de la falta de escrúpulos con la que públicamente han tratado el sí o no de la ITV, les podemos asegurar que no dispondríamos de espacio para resumírselos.
No obstante, los veremos mañana en la inauguración como si tal cosa, sacando pecho y aprovechando cualquier excusa para aparecer como bienhechores, como si la obra es una realidad gracias a su intervención y apoyo. Y ya no tiene importancia que lo hagan porque lo que nos debe interesar es que Andújar cuenta con una empresa más que, con ser muy importante, no sólo ha generado puestos de trabajo, sino que notará en poco tiempo el incremento de establecimientos dedicados a los repuestos para la automoción y la mecánica y de hostelería alrededor de estas instalaciones, porque serán muchas las personas que llegarán hasta nuestra ciudad con sus vehículos y, de paso, invertirán en algunos de ellos. Ahora de lo que se trataría, consecuentemente, es que las organizaciones empresariales asumieran esta realidad y decidieran implantar este tipo de comercios con el fin de obtener provecho de la inevitable sinergia positiva que se derivará de la ITV. A falta de que esta nueva empresa pública, dependiente directamente de la Junta de Andalucía, comience a dar servicios y de éstos podamos beneficiarnos todos, compartimos con ustedes la buena nueva de que, por fin, Andújar cuenta con una estación de inspección técnica de vehículos.
