
Muchas personas estuvieron pendientes del desarrollo del pleno municipal del pasado jueves, luego de conocer las intenciones del gobierno, de subir las cantidades que actualmente abonamos por tasas e impuestos. Unas, por conocer qué tipo de subida se haría, que ya habían anunciado desde la Casa Consistorial que estaría alrededor del cuatro por ciento; otras, por el tema anunciado del cobro de un nuevo impuesto a las personas que, con su vehículo y el equipo habitual con el que acude a acampar en lo que siempre se ha conocido como tierra de nadie, sito a los pies del santuario de la patrona, decidieran visitarnos esta romería. Comprenderán ustedes que este tipo de imposiciones económicas no hayan caído bien a casi nadie, a no ser que esté muy unido al equipo de gobierno, porque eso de ir de romería donde se ha hecho desde siempre, en un lugar que no tiene servicio de vigilancia de los bienes que allí se trasladan, que no dispone de reserva de espacio y que no cuenta con aseos en los que realizar las necesidades fisiológicas, y que te cobren por ello, normaliza una incongruencia de complicado detalle a quien lo exija.
Está claro que cuando sólo se tienen necesidades económicas y no se sabe cómo solucionarlas, nos encontramos ante un problema, aunque peor aún es que no sepas cómo controlarlo y buscarle una salida. Entonces no tienes un problema, sino que te encuentras en un callejón sin salida que tú mismo has generado y no alcanzas a saber dónde está la puerta de escape. Esto es lo que le viene ocurriendo al equipo de gobierno desde el primer día, que sólo sabe gastar. De recaudar equitativamente, controlar el gasto, reducir las inversiones injustificadas o usar menos las tarjetas de crédito, más bien conoce poco o sencillamente no le interesa. Debe ser que no han encontrado manual que les marque el camino o que, por el contrario, estén convencidos de que pueden hacer lo que les venga en gana porque no tienen que dar explicaciones a nadie. Puede parecer lo que les decimos un disparate por nuestra parte, pero si repasan ustedes algunas de las decisiones económicas que ha tomado este gobierno municipal, es posible que entiendan lo que les decimos.
Afortunadamente para ellos y su incomprensible política económica, hasta ahora en momentos cruciales nos les ha faltado el apoyo de los andalucistas, que han firmado en esta legislatura algunas votaciones extrañas por incongruentes, y que sólo les han servido para ir agrandando el agujero e ir saliendo del paso. En esta ocasión, en la que el concejal andalucista ha sentido muy de cerca el marcaje y la presión de algunos ciudadanos, que no estaban convencidos del todo de su voto en contra de las tasas y los impuestos que el Partido Popular quería imponer, ha respondido como el resto de la oposición y la ciudad entera descansa a la espera del nuevo planteamiento que suponemos propondrá el gobierno para implantar definitivamente el nivel de la carga impositiva que llevó al pleno del jueves, porque estamos convencidos de que mantendrá sus intenciones y de que no tardará en encontrar la herramienta que le permita la viabilidad a este nuevo impuesto. La oposición ha sido contundente en su negativa al tiempo que le ha marcado el camino al que debe dirigir sus ansias recaudatorias, invitándole a que llame a las puertas de los propietarios de viviendas en el santuario reclamándoles los impuestos que por el momento no pagan. Y no porque no quieran y sí porque, para poder pasarles el recibo mensual, antes deben realizar una serie de inversiones que les proporcionen servicios mínimos de agua y alcantarillado, y parece que no están dispuestos a ello.
Bajar la guardia ante personas tan decididas a encarecernos la vida es un lujo que desde luego nosotros no nos vamos a permitir. Y como estamos convencidos que la necesidad que tienen de dinero para el gasto corriente y la falta de escrúpulos con la que toman sus decisiones les presionan y obligan, tardarán poco en volver a intentarlo, aunque para ello cedan algo de protagonismo a algún integrante de la oposición. Una muestra de ello es que la mayoría de las tasas han sido aprobadas gracias al voto andalucista, aunque debemos decir en su favor que luego de aceptar el gobierno la reducción de éstas hasta un dos por ciento, aunque el resto de partidos había situado la subida en un uno coma cuatro por ciento.