martes, 24 de febrero de 2009

LO MAL HECHO ACABA PASANDO FACTURA Y ESTÁN EN JUEGO LA VIDA DE MUCHAS PERSONAS



Desde hace tiempo venimos denunciando la situación de indefensión y gran peligro a la que deben enfrentarse diariamente los usuarios que, desde la autovía, acceden a nuestra ciudad por la salida 321. Esta circunstancia acontece dos veces al día, a mediodía y a la caída de la tarde, y tienen su origen en el número de vehículos que coinciden en esta entrada, suponemos que procedentes de las zonas industriales que se encuentran a las afueras de la ciudad, y que tienen que vérselas con un tapón que se origina en la rotonda conocida como del hospital y, previamente, con la cesión de paso que deben hacer a los vehículos que les llegan por la izquierda, una peligrosa incongruencia que se mantiene desde que se aperturó la autovía y que hasta ahora nadie ha movido un dedo para cambiarla de ubicación, porque recordemos que la situación de la señal, que obliga a los usuarios a ceder el paso a los vehículos que les llegan por su izquierda, rompe con la norma de tráfico que hemos aprendido y que nos exige todo lo contrario, es decir, que la derecha siempre tiene preferencia, a no ser que exista señal en contra, como es el caso que nos ocupa.

Mientras los responsables de este manifiesto error toman conciencia de la importancia que tiene y le hacen sitio a la misma señal a sólo unos metros, justo en el carril de enfrente, para que los conductores que acceden a ese punto puedan cedar el paso a los que les vienen por la derecha, para lo que incluso disponen de mucha más visibilidad que los procedentes directamente de la autovía, les recordamos a los conductores que deben tomar todo tipo de precauciones con tal de evitar la detención en plena carretera para acceder a la ciudad. La situación, por anómala e incluso inesperada para los usuarios que tienen otros destinos, debía evitarse con urgencia y, de no atender lo que a todas luces representa la consolidación de una peligrosa incongruencia, alguien debía denunciar a quien acabe siendo responsable de tan empecinada e injustificada negativa al cambio, para que la señal de ceda el paso siga donde está.

Por otra parte, le recordamos por enésima vez al responsable del tráfico en nuestra ciudad que su inhibición en este tema no sólo supone una manifiesta irresponsabilidad, sino que muestra un serio desconocimiento de lo que debía ser la labor de la policía local bajo su control. Con que situara a un agente a la entrada a la ciudad a la hora en la que coinciden allí el mayor número de usuarios, sería suficiente para evitar la peligrosa acumulación de vehículos que denunciamos y que tan peligrosa resulta mientras se mantiene. No necesitaría de la anuencia del alcalde, ni tampoco debía someterla a pleno, ni a consenso previo, ni a referéndum popular; sólo usar de la autoridad de la que está investido y punto. Eso sí, al mismo tiempo debía iniciar el expediente informativo que demanda la anómala ubicación de la susodicha señal, y, una vez cumplimentado, enviarlo al responsable de las carreteras en la provincia para que, a su vez, decida de una vez que esta señal representa un serio contratiempo para los conductores que acceden a nuestra ciudad por este punto kilométrico, invitándole a su retirada e informándole que, de no acceder a este ruego, el trabajo se lo podríamos hacer nosotros.

Cuando lo que se cuestiona es la vida de personas, y en este caso es algo que puede ser comprobado cuando a los responsables les parezca conveniente, ni leyes ni normas. Hay que optar por cortar por lo sano y luego si es necesario enfrentarse a las consecuencias que pudieran derivarse de tal decisión, aunque les podemos asegurar que estarían apoyados por la razón y la lógica, además de por el Código de la Circulación. Desde luego, si hasta el momento no se ha decidido su cambio de ubicación estamos convencidos de que se ha debido a que nadie con responsabilidad se ha tomado en serio lo que para nosotros es una deficiencia que exige una urgente intervención.