lunes, 2 de marzo de 2009

FIN DE SEMANA FESTIVO



De vuelta del fin de semana, les recordamos que por ahora lo de los días festivos que disfrutar en compañía se aplaza hasta semana santa. Debemos conformarnos con los fines de semana, que tampoco está mal si sabemos aprovecharlos. En cuanto a lo acontecido sobre el día de Andalucía, tal como esperábamos, no ha habido sorpresas. Cada cual se las ha apañado como ha podido, aunque en todos los casos ha dejado aparcado para mejor momento lo de reivindicar una autonomía más próspera, con más autogobierno y con mayores competencias. Eso debe quedar para comunidades más implicadas en política y con ciudadanos más comprometidos con su futuro, convencidos de que a los políticos, incluso haciéndolo bien, hay que pedirles más entrega y resultados positivos a todo lo que hagan. En nuestro caso, o los nuestros están que se salen o no tenemos ni idea de cómo debemos afrontar situaciones económicas y políticas como las que padecemos desde hace meses.

Pero no sufran ni sientan rubor, porque no hemos estado solos. Como les dijimos el viernes en la despedida de la semana, nuestros representantes políticos nos han marcado el camino y no íbamos a ser nosotros los que les hiciéramos la tarea con pancarta en mano exigiendo pan y trabajo. Ellas y ellos, dando claras muestras de la importancia que le dan a los días festivos, se dieron prisa y, mucho antes del día de Andalucía, ya habían distribuido banderas, discursos y bendiciones a todo el que se las había pedido. Naturalmente, si hubieran interpretado la celebración como lo vienen haciendo en otros pueblos, el sábado hubiera sido un día de trabajo para ellas y ellos, de recorrer pueblos y ciudades, de abrir y cerrar mítines a lo largo y ancho de nuestra hermosa tierra, de cánticos y, sobre todo, de reivindicaciones, de reclamar del Gobierno central más interés por Andalucía. Por lo tanto, si la clase política, que cobra por su tarea y muy por encima de la media, que tiene un trabajo que suponemos le debe gustar, obvia celebración tan trascendente, ¿debemos ser nosotros los que echemos mano del testigo y aguantemos el tipo a la espera de que alguien nos escuche?

La realidad es que el día de nuestra autonomía ha pasado sin pena ni gloria, y más entre nosotros, que hemos tenido al menos dos ofertas diferentes, una de las peñas romeras y otra de la cofradía, y no era cosa de perdérselas. ¡Y porque el tiempo no ha acompañado, porque si no…! Ante tal panorama se comprende que hemos decidido, por fin, pasar de política y políticos, y nos hemos decantado por lo que nos han enseñado ellos mismos, es decir, que un día de fiesta no es cosa de perdérselo por tonterías, y en ello estamos, convenciéndonos a nosotros mismos de que todo lo que sea bueno para el cuerpo es bueno para la salud.

En el horizonte, como les hemos dicho, la semana santa es el oasis vacacional que tenemos más cerca, pero no para todos, ya que son miles de personas las que vienen trabajando en cofradías y hermandades de pasión con el único objetivo de mostrar en público el trabajo de todo un año mejorando imágenes y conjuntos. Y luego, la romería de todos los años, aunque ya sabemos que éste casi no va a tener nada que ver con las vividas hasta ahora, puesto que nunca ha acontecido lo que la cofradía tiene previsto discurra en la ciudad y en el santuario.

Y como para estas dos citas con la religiosidad popular hay que estar preparados para vivirlas y disfrutarlas con toda intensidad y como merecen las personas que trabajan para que así sea, nosotros, por la parte que nos toca, también estamos inmersos en el desarrollo de programas que estamos seguros contarán con su apoyo. Afortunadamente, nunca nos hemos sentido solos porque siempre hemos contado con su apoyo, imprescindible cuando el trabajo que desarrollamos sólo tiene un objetivo: ustedes.