A no tardar, aunque extraoficialmente, la campaña electoral que finalizará con la jornada de reflexión del día 21 de mayo próximo, nos arrollará con fuerza y nos llenará de audio, vídeos y escritos los espacios que ahora tenemos vacíos. Cierto que no será muy diferente a las anteriores, pero es innegable que la lucha de unos por mantener el poder y de conseguirlo por parte de los otros activará nuevas fórmulas de enfrentamiento que anunciamos serán muy desagradables. Y será así porque durante el desarrollo o día a día de esta última legislatura nos han dado suficientes pistas de cómo se las gastan incluso en tiempos de paz relativa. Quienes esta actitud muestran en público y desde el cargo público que ostenta, a lo más que llegan es a mostrarse como en realidad son, es decir, soeces e ineducados, que no sabemos si les será positiva o no esta desagradable actitud, porque vaya usted a saber… Y como la legislatura que ahora despedimos ha sido basada casi exclusivamente en la mentira, la única forma de defenderla es presentando una bien pertrechada barrera, que es lo mismo que decir que echarle aún más cara dura de la que hasta ahora han mostrado, que no ha sido poca por cierto.
No tardaremos en ver vídeos y folletos en donde se encumbren los mismos de siempre, arrogándose como propio todo lo que se haya hecho en la ciudad, donde debemos incluir el arreglo que ustedes o nosotros hayamos realizado en nuestra vivienda y la remodelación de algún local comercial del centro de la ciudad. No obstante, como estamos acostumbrados a este tipo de parafernalia política, tampoco queremos dedicarle más tiempo que el necesario, sobre todo porque ni para ellos ni para nosotros tendrá mayor trascendencia. Los tiempos que corren, aunque algunos de los nuestros crean lo contrario, no están para mostrar lo que se ha hecho y sí lo que se tiene previsto hacer, porque debemos recordarles a todos que el número de desempleados controlados por el INEM en Andújar supera con creces los cinco mil y eso no se arregla culpando a los demás y sí con políticas activas que propicien la llegada de empresas capaces de restar en esta terrible suma repleta de tragedias familiares. De hecho, el que un equipo de gobierno base la totalidad de su gestión en la mejora de algunas calles y la remodelación de algunos jardines nos parece por sí mismo un débil argumento, y más cuando sabemos que las obras ejecutadas lo han sido gracias al dinero del Estado y de la Junta de Andalucía.
A la ciudadanía debería contársele, esta vez sí, lo que se quiere y se puede hacer, porque ya no valen los argumentos conocidos, es decir y por ejemplo, como el socorrido y manido mensaje de que Ros Casares tiene previsto venir a instalarse en nuestra ciudad en cuanto las condiciones económicas lo permitan, porque eso ya no cuela. Tendrán que convencerla mostrándole que sobre esos terrenos de los Llanos del Sotillo se mueven hombres y máquinas, y que el objetivo no es tanto prepararle el terreno a la acerería levantina, que también, sino poner a la venta terreno industrial en óptimas condiciones económicas que permitan el desembarco de empresas de menor tamaño, pero, eso sí, con capacidad para generar empleo. De todo lo que hemos tenido que escuchar hasta ahora, ni una más, que estamos hasta la coronilla de que se rían de nosotros de la forma tan burda que lo hacen.
Todos los partidos en liza están obligados a pedir perdón a la ciudadanía. Y deben hacerlo sencillamente porque se puede gobernar ostentando legítimamente el poder y también desde la oposición, aunque sólo sea para denunciar los constantes abusos y mentiras que detecten. Callar ante la injusticia, como se ha hecho; mirar para otro lado cuando era preciso implicarse, como se ha hecho; permitir que se hayan perdido todas las referencias democráticas ganadas a pulso, como se ha hecho, y finalmente dejar gobernar a quien nos ha llevado al callejón sin salida en el que nos encontramos, como se ha hecho, debe ser tenido en cuenta por los electores. Naturalmente, si de verdad quieren a unos gobernantes decididos a imprimir a la ciudad nuevos bríos y nuevas posibilidades de un mejor futuro, aún están a tiempo.