Imprimir
Inmenso fin de semana el que inician hoy aquellos y aquellas que acaban su semana laboral los viernes, porque ya saben que otros se quedan precisamente para que a ustedes y nosotros no nos falte de nada. El hecho de que la festividad de nuestra autonomía caiga en lunes amplía el descanso habitual en un día que estamos seguros aprovecharán para visitar otras ciudades u otros paisajes, o quizá simplemente para descansar. Por otra parte, el conocer de antemano que la meteorología va a estar de nuestro lado participará activamente en la decisión final que tomemos de si salimos o no de viaje. Así, para aquellas y aquellos que lo tengan todo preparado o para los que decidirán a última hora, queremos hacerles llegar, con perdón, el habitual y reiterativo mensaje reclamándoles prudencia. Sólo con asomarse a las cifras de accidentalidad de los fines de semana, y muy especialmente de las características de éste, se nos ponen los pelos de punta. Y todo por tozudez cuando no por exceso de confianza, porque ya sabemos que en la carretera viajamos junto a usuarios que tienen diferente concepción de lo que debe ser el viaje, y que van desde los que se marcan metas horarias hasta los que echan mano del alcohol para sentirse superconductores.
Naturalmente, ustedes pueden conducir como les venga en gana y el hecho de que nosotros, desde este habitual espacio diario de las 13 horas, les invitemos a que se lo piensen, no tiene más intención que la de llamar a sus conciencias y recordarles que en el viaje nunca vamos solos, que con ustedes, en su propio vehículo o en los que tiene a su alrededor, van personas de todas las edades que no se merecen ser sometidas usando para ello del miedo, porque debemos tener en cuenta que no todas aceptan de buena gana las velocidades de vértigo que algunos alcanzan. De hecho, nosotros en alguna ocasión hemos invitado a quienes sufren más que disfrutan del viaje, a esos pasajeros que aprietan los dientes y a veces hasta cierran los ojos por el miedo que les producen las formas que tienen de desenvolver quien conduce, a que detengan el coche y a descender de él alegando lo que realmente sienten, es decir, terror. Evidentemente, sencillo no es, pero todo vale cuando de lo que se trata es de evitar el accidente que vemos cada vez más cerca.
En otro orden de cosas, les recordamos que su vehículo es posible que necesite de una revisión que, aunque mínima, esté seguro puede evitarle problemas en el recorrido. Desde los neumáticos a los niveles de aceite, pasando por el anticongelante y el equipo óptico del vehículo, todo es importante. De hecho, los automóviles que durante el viaje observe detenidos en la carretera y otros sobre camiones grúa, líguelos a propietarios descuidados que no cayeron en la cuenta que, de vez en cuando, necesitan de ser revisados y algunos de sus componentes renovados. Y menos mal que los fabricantes ponen en el mercado vehículos de inmejorables prestaciones, fiables y duros como el acero, porque de otra forma estamos convencidos que el número de los averiados en el camino aumentaría exageradamente. Por lo tanto, de la aceptación o no de estos consejos basados en la experiencia, dependerá en gran parte la calidad final de su desplazamiento, es decir, que le quedarán ganas de volver a repetirlo o quizá no quiera oír hablar de él en mucho tiempo.
Lo que verdad nos gustaría a nosotros, finalmente, es volver a contar con ustedes al inicio de la próxima semana, porque esto quiere decir que han vuelto sanos y salvos. Aceptemos juntos que los accidentes les pueden ocurrir a cualquiera y que, así, también a nosotros. Consecuentemente, les rogamos encarecidamente que se cuiden, que eviten los excesos de cualquier tipo, desde la velocidad al alcohol, incluida la confianza, que es muy mala compañera de viaje, ya que, incluso con todo bien atado, pueden verse envueltos en una desagradable situación de imprevisibles consecuencias para ustedes y quienes les acompañen. Decidan lo que decidan, no obstante, que tengan un buen viaje y un completo y feliz fin de semana.
Naturalmente, ustedes pueden conducir como les venga en gana y el hecho de que nosotros, desde este habitual espacio diario de las 13 horas, les invitemos a que se lo piensen, no tiene más intención que la de llamar a sus conciencias y recordarles que en el viaje nunca vamos solos, que con ustedes, en su propio vehículo o en los que tiene a su alrededor, van personas de todas las edades que no se merecen ser sometidas usando para ello del miedo, porque debemos tener en cuenta que no todas aceptan de buena gana las velocidades de vértigo que algunos alcanzan. De hecho, nosotros en alguna ocasión hemos invitado a quienes sufren más que disfrutan del viaje, a esos pasajeros que aprietan los dientes y a veces hasta cierran los ojos por el miedo que les producen las formas que tienen de desenvolver quien conduce, a que detengan el coche y a descender de él alegando lo que realmente sienten, es decir, terror. Evidentemente, sencillo no es, pero todo vale cuando de lo que se trata es de evitar el accidente que vemos cada vez más cerca.
En otro orden de cosas, les recordamos que su vehículo es posible que necesite de una revisión que, aunque mínima, esté seguro puede evitarle problemas en el recorrido. Desde los neumáticos a los niveles de aceite, pasando por el anticongelante y el equipo óptico del vehículo, todo es importante. De hecho, los automóviles que durante el viaje observe detenidos en la carretera y otros sobre camiones grúa, líguelos a propietarios descuidados que no cayeron en la cuenta que, de vez en cuando, necesitan de ser revisados y algunos de sus componentes renovados. Y menos mal que los fabricantes ponen en el mercado vehículos de inmejorables prestaciones, fiables y duros como el acero, porque de otra forma estamos convencidos que el número de los averiados en el camino aumentaría exageradamente. Por lo tanto, de la aceptación o no de estos consejos basados en la experiencia, dependerá en gran parte la calidad final de su desplazamiento, es decir, que le quedarán ganas de volver a repetirlo o quizá no quiera oír hablar de él en mucho tiempo.
Lo que verdad nos gustaría a nosotros, finalmente, es volver a contar con ustedes al inicio de la próxima semana, porque esto quiere decir que han vuelto sanos y salvos. Aceptemos juntos que los accidentes les pueden ocurrir a cualquiera y que, así, también a nosotros. Consecuentemente, les rogamos encarecidamente que se cuiden, que eviten los excesos de cualquier tipo, desde la velocidad al alcohol, incluida la confianza, que es muy mala compañera de viaje, ya que, incluso con todo bien atado, pueden verse envueltos en una desagradable situación de imprevisibles consecuencias para ustedes y quienes les acompañen. Decidan lo que decidan, no obstante, que tengan un buen viaje y un completo y feliz fin de semana.