Una vez justificada la crítica que hace la Cámara de Cuentas de Andalucía con respecto a la liquidación que presentó el Ayuntamiento correspondiente al año 2008, que además de abochornar al equipo de gobierno y de menospreciar tácitamente la labor de los técnicos del área, que la califica de insuficiente, conviene recordar a todos los que se dedican a manejar el dinero público, que no sólo deben ser cautelosos, exquisitos y exigentes cuando de gastarlo se trata, sino que deben parecerlo y demostrarlo siempre que alguien se lo pida. En nuestro caso, aunque desde el gabinete de prensa que nuestro alcalde tiene exclusivamente a su disposición aunque lo paguemos entre todos, no tardaron en enviar a los medios de comunicación un desmentido oficial sobre el enjuiciamiento que desde este organismo se hace sobre la citada liquidación del 2008. Desde esta Cámara de Cuentas, independiente y resolutiva a la hora de controlar el gasto de las administraciones públicas, se ha remitido a nuestra primera autoridad la liquidación del 2008 avalada, además de por sus técnicos, por los parlamentarios andaluces que están representados en el consejo de este organismo y en el que figuran hombres y mujeres de todos los partidos, entre los que se encuentran naturalmente los del Partido Popular. Por lo tanto, se envía con el sello de unanimidad que supone no haber dudado en apoyar el tirón de orejas que se remite a la Casa Consistorial, y el revés que supone para todos los implicados en las cuentas municipales.
Evidentemente, la maniobra tramada, de aceptar sin más el afrentamiento público que supone que desde un organismo de tanto prestigio se eche abajo la totalidad de una liquidación, ha servido de bien poco, ya que los que debían conocer la noticia, como es el caso de los integrantes de la Corporación, la han sabido interpretar a la perfección, aunque es cierto que a su favor el equipo de gobierno cuenta con que al resto de la ciudadanía que, por no entender de este tipo de farragosas citas periodísticas, ha pasado sobre ella como si nada. Es loable, no obstante, el trabajazo que se han tomado para darle la vuelta al dictamen del tribunal controlador y hacerlo aparecer públicamente como una noticia positiva y que confirma la gran tarea que desarrolla el área económica del Ayuntamiento, y que, en todo caso, les marca la ruta a seguir. Lo que no sabemos es lo que tendrán previsto decir cuando este mismo organismo revise las liquidaciones de 2009 y las de 2010, porque si ya 2008 fue un año en el que parece que cuadraron las cuentas municipales a base de martillazos, como se puede deducir del informe de la Cámara, auguramos un dictamen mucho peor en las que quedan. Nosotros entendemos, con perdón, que las cuentas municipales deben ser sometidas a una auditoria independiente que emita un juicio definitivo del que se pueda deducir, sin ningún tipo de intención previa, cuál el estado real del dinero de todos, qué se ha hecho con él a lo largo de estos años y qué se puede hacer con lo poco que nos quede. Y si nadie tiene nada que esconder, pues que apoyen el control que hagan los técnicos y que acepten su veredicto sin más.
Cierto que no queda tiempo para acometer un estudio de tal magnitud porque las elecciones municipales de mayo las tenemos encima, pero sí que debía aceptarse como un pacto entre caballeros llevarla a cabo si de verdad se quiere dar a la ciudadanía la imagen de transparencia que aseguran presiden sus actuaciones. La totalidad de la liquidación de 2008 transmite defectos de forma y de fondo, alteraciones en infinidad de apuntes contables y en las obligaciones de pagos, pésima distribución de los empleos y exceso de personal. Y si todo indica que desde 2008 hasta hoy la gestión ha sido mucho peor, las que quedan por inspeccionar estamos convencidos de que serán distinguidas con el sello de épicas por los miembros de la Cámara. Nosotros, como a lo que nos aferramos es que el dinero de todos debe ser gestionado con mucha cautela y siempre de forma controlada por los técnicos y los representantes políticos, nunca estuvimos de acuerdo con el apoyo que durante las dos legislaturas dio el Partido Andalucista al alcalde para que hiciera y deshiciera lo que quisiera con el dinero público sin tener que dar cuentas al resto de partidos políticos. Esto no quiere decir nada más que lo que quiere decir, y como lo que afirmamos está perfectamente documentado, estamos a disposición de quienes necesiten datos para llegar a sus particulares conclusiones.