Ayer se presentaba en nuestra ciudad y hoy está previsto hacerlo en la capital, porque sólo se presentará esta campaña en dos ciudades de la provincia, “Ecoimplícate”, una idea desarrollada por la CECA, que es la organización del comercio de Andalucía, y la Junta de Andalucía, y que tiene como objetivo conseguir la reducción del consumo que hacemos los andaluces de las bolsas de plástico. Si tenemos en cuenta que a partir del día primero de mayo éstas generarán por sí mismas un impuesto, se entiende que la finalidad de este programa sea el de disminuir el uso que hacemos de ellas por la contaminación que generan y contribuir así a la protección del medio ambiente. Los comerciantes podrán adoptar, por su parte, por opciones como la de renovar las que tiene y adaptarlas a la normativa, que es lo deseable, pero también puede continuar con el suministro de bolsas de plástico y cobrar el impuesto. Éste debe constar en la factura, justificante o recibo, apareciendo como concepto independiente e indicando el número de bolsas entregadas al cliente.
En cuanto al papel que le toca desarrollar a los consumidores, exclusivamente el pago del impuesto de las bolsas de plástico de un solo uso. Durante el año en curso, el tipo impositivo será de cinco céntimos de euro por cada bolsa suministrada. En los ejercicios 2012 y siguientes éste será de diez céntimos por cada bolsa. El apoyo de la Junta de Andalucía se centra, por tanto, en evitar, primero, una inversión más que puede resultar gravosa si se trata de un comprador diario; segundo, acostumbrarnos a acudir a los centros comerciales con una bolsa de tela que podamos reutilizar siempre que queramos y así evitar el impuesto y el daño que hacemos al medio ambiente, puesto que no debemos perder de vista el hecho de que España es el país de la Unión Europea que más bolsas de plástico usa y, consecuentemente, el que más contamina. A todo esto, si tenemos en cuenta que el plástico procede del petróleo y que el precio de éste está por las nubes, con más razón entenderemos el interés administrativo que se persigue con esta campaña.
En general, el papel de los ciudadanos con respecto al cuidado del medio ambiente pasa por el fomento y el mantenimiento de las zonas verdes de sus ciudades, que en nuestro caso se amplía con el parque natural Sierra de Andújar; por el uso del transporte público y medios alternativos que garanticen la accesibilidad de las personas al centro de las ciudades, asunto que entre nosotros ni siquiera ha sido tenido cuenta por el equipo de gobierno, que mira para otro lado cuando este tema exige soluciones; el impulso de las energías renovables y el mantenimiento de una ciudad limpia, punto en el que debemos recordar que no se trata de limpiar más tanto como de ensuciar menos. En cuanto a las prácticas medioambientales recomendadas por los organismos implicados en la conservación del ecosistema, la idea es conseguir un comprador responsable, que adquiera productos que ahorren recursos, de certificación ecológica y fácilmente reutilizables y reciclables. En cuanto al consumo sostenible, parte fundamental en esta campaña, debemos concienciarnos de utilizar electrodomésticos y aparatos de climatización más eficientes, bombillas de bajo consumo y optimizar el aislamiento térmico de nuestras viviendas y comercios. Finalmente, hay que aprovechar todo lo que se pueda lo que usamos, al tiempo que depositamos cada residuo en el contenedor adecuado y evitamos los envases y embalajes innecesarios.
Se deduce de lo que les contamos que las Administraciones y las organizaciones comerciales han puesto en marcha de forma conjunta y decidida un extenso programa de actuaciones que no tiene más objetivo que el de conseguir consumidores sensibilizados con el entorno y obtener de ellas y ellos un mayor respeto por lo que es de todos y que entre todos estamos destruyendo. A partir de ahora, el medioambiente será noticia a diario y esto nos permitirá conocer a conciencia cuáles son nuestras obligaciones, que les adelantamos son muchas y que las tenemos abandonadas.