Con las estadísticas en contra, que anuncian un clamoroso triunfo de los populares en nuestra comunidad, se presentó en nuestra ciudad el actual presidente de la Junta, José Antonio Griñán, donde tuvo oportunidad de contrastar opiniones con sus compañeros sobre todo de las estadísticas que casi a diario conocemos y que por ahora están basadas en los interesados sondeos de los medios de comunicación, pero que pueden cambiar a última hora. De hecho, Griñán insistió en este detalle ante los periodistas y aseguró que el pueblo andaluz está de vuelta de casi todo, y muy especialmente de los mensajes subliminales que les llegan procedentes de la clase pudiente de la comunidad, porque está convencido de que las decisiones económicas que tomarán les cambiará la vida, que no otra cosa vienen haciendo en el resto de España. Peligra, por encima de todo, la gratuidad escolar, con los libros de texto y el transporte escolar incluidos; el equipamiento de colegios e institutos, puntero en España; la dependencia, con miles de andaluces y andaluzas asustadas porque saben que el Partido Popular tiene previsto eliminarla si llega al poder; la gratuidad de nuestra sanidad, etc. Alargó su discurso sobre esta base aportando más datos y asegurando a los asistentes que de otra forma no se entiende que los populares sigan sin presentar a los españoles en general y a los andaluces en particular el presupuesto que tiene previsto aprobar después de las elecciones andaluzas. Es verdad que lo conoce la Comunidad Europea, que los apoya porque responden a los intereses de ellos y no de nosotros, pero no quienes debemos pagar las consecuencias de tan terribles decisiones. Para Griñán no es de recibo que, poniendo por delante a la crisis económica mundial, hayan aprobado una reforma laboral que acabará con miles de trabajadores más en las listas del paro. Recordó que el Gobierno de Zapatero también tomó decisiones importantes, pero en ningún caso como las del Partido Popular y nunca perdiendo de vista el equilibrio social que tanto necesita nuestro país.
José Antonio Griñán fue más lejos y, cuando echó mano de los mensajes que desde el Partido Popular se lanzan al aire en busca de ingenuos que los crean, recordó a los asistentes las infamias y mentiras que usan para conseguir el poder, que los ilegitima y los hace aparecer como mentirosos, porque allá donde ellos gobiernan, y puso como ejemplo a la comunidad valenciana, la corrupción de sus máximos dirigentes campa a sus anchas. Pidió el voto de los socialistas convencidos y de aquellos que andan con las dudas propias que generan los tiempos que corren, y usó del eslogan de la campaña afirmando que el Partido Socialista representa el camino seguro, mientras que los populares guardan debajo del brazo la demagogia que les acompaña en todos sus discursos y en sus actos. Puso de ejemplo las decisiones que han tomado desde que Rajoy se ha hecho cargo del país y aseguró que en todas ellas la patronal y el gran capital han estado presentes, abandonando y menospreciando la tarea de los sindicatos y, consecuentemente, la de los trabajadores, que han perdido años de esfuerzo y sufrimiento en la consecución de sus derechos laborales y sociales.
De acuerdo con las manifestaciones de los asistentes al acto, la seguridad que el candidato socialista a la presidencia de la Junta de Andalucía les transmitió les ha convencido de que cambiará la actitud y el voto de quienes abrigaban dudas sobre la necesidad de la continuidad del socialismo en las instituciones andaluzas. Para ellas y ellos, José Antonio Griñán reúne todo lo que necesita nuestra tierra, puesto que conoce nuestra identidad, nuestras necesidades y nuestras demandas, y en ningún momento quiso engañar al auditorio con promesas irrealizables, que no otra cosa son las que les llegan del Partido Popular. Griñán, por último, quiso cerrar el acto asegurando la victoria socialista porque Andalucía necesita más que nunca de personas convencidas de que el futuro lo podemos y lo debemos ganar entre todas y todos.