martes, 13 de marzo de 2012

NUESTRA SEMANA SANTA EN EL HORIZONTE


Un año más, el agua ha comenzado a ser noticia. El que estemos a punto de despedir al invierno de 2012 y que se vaya de rositas, es decir, sin cumplir a rajatabla con sus obligaciones, entre las que destaca precisamente la lluvia, nos deja desamparados para afrontar la primavera y el verano con agua de reserva en nuestros pantanos. Ya lo fue el otoño, que tampoco estuvo a la altura de las circunstancias, pero sí que aportó agua y nieve en cantidad suficiente como para que, con la llegada de los meses de enero y febrero, que es cuando más suele llover, la cosa se hubiera estabilizado. Ahora lo esperamos todo de este marzo y no menos de abril e incluso mayo, aunque sabemos más que de sobra que, si no es en este período, aparecerán más complicaciones. El problema y no menos la preocupación para quienes tienen o tenemos que vérnoslas con la Semana Santa o la romería, es que la probabilidad de que la lluvia intervenga en ambas anuncia problemas, especialmente cuando de procesionar las imágenes se trata, porque no es necesario que entremos en detalles cuando de todos es conocido que no sería posible hacerlo si está lloviendo.

Por lo tanto, y confirmando que no siempre llueve a gusto de todos, el agua que nos debe caer del cielo y que nos servirá para mantener la calidad de vida que nos gusta, puede que acabe influyendo en la vistosidad de encuentros centenarios con nuestros ritos y usos cristianos que tanto y con tanto gusto mayoritariamente compartimos. Evidentemente, no pasaría nada, porque no sería la primera vez que esto ocurriera, pero sí que participaría de manera activa en el ánimo de quienes le dedican todo el año a mejorar el conjunto y la imagen que tiene la oportunidad de mostrarse en público en días tan señalados, y más teniendo en cuenta que se desarrolla luego de haber superado los controles que habitualmente realizan los propios hermanos cofrades antes de ponerse en camino en busca de su recorrido habitual. Y precisamente por todo esto molesta que la meteorología intervenga en algo tan hermoso y tan nuestro, porque luego de todo un ejercicio de trabajo, de buscar los escasos apoyos económicos que les llegan y de comprometerse con restauraciones costosísimas que no siempre se valoran en la calle como éstas merecen, lo que menos se espera es que el mal tiempo haga de las suyas y les obligue a quedarse en su templo.

No obstante, el movimiento cofrade de nuestra ciudad, que actualmente presume y con toda legitimidad de sus mejores tiempos, luego de un período de oscurantismo desgraciado del que nadie quiere recordar detalles, nos sirve como ejemplo para poder mostrar al mundo su capacidad organizativa, la humildad y el desprendimiento con el que se acometen los retos que se proponen desde las hermandades y cofradías, y por encima de todo la fuerza con la que son capaces de evolucionar hacia nuevos retos, que, por desconocidos, frenarían por sí mismos el ímpetu de los más osados, pero que finalmente acaban siendo realidad. Así ha sido desde hace unos años y por el momento los define y los presenta en el mundo cofrade como una ciudad que ha sido capaz de renovarse a sí misma, de plantarle cara a las inconveniencias que han ido apareciendo a lo largo de los años y que está dispuesta, con todas las consecuencias, a enfrentarse a lo que sea necesario para conseguir las metas y los objetivos firmados entre todas y todos.

Consecuentemente, que nosotros nos sintamos orgullos de formar parte de gente tan presta al esfuerzo y de corazón tan limpio, no parece que nos exija esfuerzo alguno. Así, con tiempo y sinceridad, un año más les enviamos nuestro mensaje de amistad y les entregamos todo lo que de nuestra parte nos corresponda para que puedan expresar sus inquietudes y nos den a conocer sus necesidades con el fin de ir marcando el camino de finalizará con el procesionamiento de las imágenes de cada cofradía. Hasta que instante tan mágico llegue, cumpliremos con nuestra responsabilidad informativa haciéndoles llegar a ustedes todo lo noticiable que provenga de cualquiera de ellas. Por otra parte, incorporaremos a nuestra página web los recorridos, las imágenes y las características más destacables de la totalidad de las cofradías que en nuestra ciudad tienen su residencia. Todo con el único fin de ensalzar la extraordinaria dedicación que las mujeres y los hombres de todas ellas hacen a lo largo del año y que no siempre valoramos como merecen.