Ya ven ustedes: nos hemos plantado en romería casi sin darnos cuenta. Unos días después de la celebración de la semana santa., y otros pocos antes de la festividad del patrón san Eufrasio, cientos son los conductores que estos días suben y bajan de la basílica-santuario o de las diferentes residencias que en esta carretera nos encontramos, preparando espacios y viandas con las que pasar la semana romera por antonomasia de nuestra ciudad en las mejores condiciones. No entraremos ni en el fondo ni en la forma de la implantación de las tasas, y no tanto porque lo hayamos hecho en otras ocasiones y sí porque lo que pretendemos es compartir con ustedes la idea de conseguir un año más la cifra cero en accidentalidad que tanto necesitamos. De entrada, difícil no debería de ser, siempre claro que todos actuemos conforme las posibilidades de circulación nos lo permitan, porque creer que el trasiego de vehículos en ambas direcciones no supone por sí mismo peligro, es un error de complicada resolución. Por otro lado, teniendo en cuenta que la mayoría del recorrido lo haremos por terreno del lince ibérico, también debe servirnos para controlar los posibles excesos que en algún momento del recorrido podamos protagonizar.
No obstante, existe una referencia en este asunto que la creemos tan elemental como fundamental para el viaje, y no es otra cosa que los pasajeros, los que viajan con nosotros, esos que aguantan lo indecible pero que acaban quejándose, cuando no vomitando, por las excesivas curvas de la carretera y más aún por la forma que conducimos, ya que no es lo mismo recorrerla a la velocidad que nos exige la limitación que a la que nuestra técnica y nuestro vehículo nos permita. Por eso estamos convencidos de que un año más sabremos comportarnos y conseguir la accidentalidad cero que tanto nos beneficia. Fundamental será para la consecución de este importante objetivo, que aceptemos desde el principio que el camino no será fácil, que nos encontraremos con infinidad de contratiempos, que la hora que elijamos será definitiva para evitar los atascos propios que sabemos se dan estos días y que, si tenemos intención de aparcar en las zonas que han sido acotadas por el Ayuntamiento, necesitaremos el pase oficial que se nos dará cuando lo abonemos. Desde luego, acudir sin más en busca de un lugar donde aparcar el vehículo al tiempo que acampan, sobre todo los que tienen la costumbre de hacerlo todos los años en el mismo lugar, estamos convencidos de que supondrá un contratiempo para ellos y para los que le siguen en la ascensión hacia el santuario. El Ayuntamiento a dispuesto cuatro puntos de venta de estos permisos y que los podemos encontrar, si lo hacemos a través de Internet, en esta dirección: www.andujar.es, también en la primera planta del Ayuntamiento, en el puesto de venta que se habilitará en Khrisna Del Val, frente a Carrefour, o el que se ha dispuesto en el Huerto de los Curas.
Los que anden crecidos y muestren su desacuerdo con las tasas que deberán abonar si quieren acampar en estas zonas, la mejor decisión es que ni siquiera lo intenten, porque solo les traerá problemas. Cuando no se está de acuerdo con las decisiones que se han tomado por mayoría, y en este caso en un pleno municipal, que le añade un plus de legitimidad, existen cauces legales habilitados en donde depositar las quejas o el desacuerdo, pero intentar boicotear el ascenso de miles de vehículos nos parece un exceso que puede resultar un contratiempo y no menos una denuncia en toda regla y de consecuencias imprevisibles. Provéanse paciencia, no beban alcohol mientras hacen el recorrido y dispónganse a vivir la romería como ésta merece. Todo lo demás lo dejan para la vuelta.