jueves, 31 de mayo de 2012

LA ASOCIACIÓN DE HOSTELERÍA INICIA UNA NUEVA ANDADURA


Particularmente, nos alegramos de que finalmente el gremio de la hostelería de nuestra ciudad haya encontrado los suficientes puntos de encuentro como para reactivar la asociación y trabajar en favor de un colectivo desamparado por demás que viene demandando atención para sus necesidades desde hace años y que no siempre son reparadas por los responsables. Convencidos de que la unión les permitirá recuperar su prestigio, de que al mismo tiempo les dará fuerza ante las organizaciones y organismos con los que tengan relación directa o indirecta, sus estatutos acabarán definiendo sus esfuerzos de forma que inicien una nueva andadura compartiendo ilusiones al tiempo que los problemas. Por el momento, las personas que la presidirán y gestionarán ya han anunciado que el trabajo es mucho, que las metas hay que conseguirlas y que la ciudad necesita de un gremio fuerte, profesional y próximo al ciudadano. De entre sus inmediatas actuaciones, evitar el intrusismo que padece esta profesión, a la que cualquiera puede acceder sin control y echar por tierra el trabajo ejecutado a lo largo de muchos años. Pero también entrará de lleno en la consecución de objetivos de la importancia de una escuela de hostelería, la implantación de un economato desde el que acceder a mejores precios, la autovigilancia o control de la totalidad de los establecimientos de la ciudad, los costos de las terrazas de verano, etc.

Las tareas son muchas y los frentes también, pero asumieron desde el primer día que con trabajo e ilusión se puede llegar a donde se propongan. Uno de sus objetivos sería el conseguir la unión que el gremio tenía hace solo unos años, cuando convivían en armonía, disfrutaban de comidas de hermandad y compartían sus problemas. Entienden que los tiempos no son los mismos, que las necesidades y la explotación de los negocios han cambiado enormemente y que mantener la clientela es un esfuerzo que debe realizarse a diario, pero también se puede hacer lo que se hace con otras miras, conscientes de que todos los asociados sufren la misma problemática e intentando solventarla como colectivo. Compartir acontecimientos, convocar encuentros con las tapas como excusa, patrocinar jornadas gastronómicas que salgan de nuestra ciudad, encontrar reclamos de cualquier tipo que atraiga clientela a los negocios, etc., deben formar parte de la dinámica que la nueva directiva nos ha adelantado y de la que sinceramente esperamos lo mejor.

Una asociación de baristas, que es como se ha conocido desde siempre entre nosotros, que agrupe a la totalidad del gremio, debe trabajar en la consecución de los objetivos que la asamblea imponga y determinar su futuro sin injerencias de ningún tipo. Asesorar jurídicamente a los asociados, apoyar las demandas particulares de algunos de ellos, exigir responsabilidades allí donde corresponda y mantener información directa con todos ellos puede parecer en una primera impresión algo utópico, pero conociendo la capacidad de trabajo de los integrantes de la junta directiva estamos convencidos de que no tardaremos en comprobar que es posible, que con trabajo y esfuerzo se puede llegar muy lejos. Por otra parte, la situación de la asociación estaba tan deteriorada, sin imagen pública y sin recursos de ningún tipo, especialmente los económicos, que la incorporación de los recién llegados, con casi todo por estrenar, la volverán a situar en el lugar que desde siempre le ha correspondido.

A partir de ahora, por lo tanto, a esperar acontecimientos, porque llegar, llegarán. Bueno será, no obstante, que no echemos las campanas al vuelo tan pronto, y no porque nos equivoquemos en nuestras predicciones y sí porque no es cosa de presionarles y exigirles actuaciones inmediatas. Y debemos entenderlo así porque se han propuesto metas muy interesantes que cambiarán significativamente el discurrir diario de nuestros establecimientos de hostelería. Entre otras razones, porque se han propuesto dignificar la profesión y a quienes la representan, y esto es algo que, por novedoso e interesante, puede servir como excepcional elemento innovador de una profesión quizá demasiado rutinaria.