lunes, 28 de octubre de 2013

PELIGRO EN INTERNET

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Lo de los abusos sobre niños o menores, especialmente los ligados a vídeos de contenido sexual, es un fenómeno que no cesa y que obliga a los Cuerpos de Seguridad del Estado a estar permanentemente alerta para la detección de estos peligrosos y oscuros personajes. Hace unos días la policía detectó primero y detuvo después a casi veinte personas e implicó a más de diez por la distribución en las redes sociales de vídeos de alto contenido sexual en el que se ven imágenes de abusos de mayores sobre menores de no más de seis años. La acusación policial es por la propiedad y la distribución de este tipo de pornografía infantil especialmente vía Internet, delitos que están penados con entre cuatro y cinco años de cárcel. Por lo que la autoridad policial cuenta, estos vídeos fueron hallados luego de que estuvieran controlados por las fuerzas policiales europeas e identificados los menores sobre los que actuaron estos degradados. Con todo, la realidad es que, incluso aceptando que la autoridad competente sepa de la existencia de estas películas, siguen circulando por las redes sociales como si tal cosa. Consecuentemente, se entiende que para los agentes de la autoridad, aunque repetimos que pueden tener la situación más o menos controlada, es fundamental la colaboración ciudadana. Así se entiende la importancia que tiene la información que llega procedente de ésta sobre el material de este tipo y contenido.
  
Las pesquisas policiales, después de un trabajo ímprobo y una dedicación casi extenuante, consiguen la detención de seis individuos en Madrid, cinco en Cataluña, tres en Andalucía, dos en Aragón, cinco en la comunidad valenciana, tres en el País Vasco, uno en Castilla-La Mancha, dos en Galicia, uno en Castilla-León y otro en Murcia. Por los datos que la policía aporta, casi todos los detenidos están casados y son padres, y sus edades rondan entre los 30 y 50 años. Por supuesto, casi todos ellos puede decirse que tienen amplísimos conocimientos de informática. Se desprende de estas afirmaciones que el perfil de todos ellos podía ser el de ciberdelincuentes, ya que saben qué hacer manejando la informática y son más precisos a la hora de no hacerse visibles en las redes sociales obligando a la policía búsquedas más constantes y precisas.

Siempre de acuerdo con la información que la policía nos ha hecho llegar y las declaraciones de algunos de sus máximos representantes, las investigaciones las iniciaron hace ahora un año luego de recibir denuncias presentadas concretamente en Murcia, que fue donde comenzaron a tirar del hilo de la compleja madeja que habían confeccionado estos delincuentes. Les aseguraron la existencia de vídeos de contenido pornográfico en los que se podían ver abusos sexuales sobre menores que, además, podían verse en las redes sociales, particularmente en las de intercambio de vídeos en Internet. El hecho de que cualquier persona pueda hacer uso de las nuevas tecnologías y que desde éstas le lleguen con toda facilidad películas con estos contenidos nos pone en alerta sobre la facilidad con la que pueden estos grupos organizados hacer y deshacer con total impunidad. El trabajo de los policías especializados en este tipo de delitos ha consistido en el seguimiento de una conocida red de intercambio de archivos, en donde encontraron casi cuarenta conexiones que era desde donde bajaban y posteriormente distribuían este tipo de vídeos de abusos sexuales de mayores sobre niños.  Este hallazgo les permitió efectuar los registros pertinentes y en los que se intervinieron ochenta discos duros, siete CPU, diez ordenadores portátiles y cerca de doscientos soportes de almacenamiento en diferentes formatos.


Afortunadamente, con esta operación se ha eliminado a un importante grupo de personas que tenía como objetivo principal no sólo encontrar vídeos de contenido sexual para luego distribuirlos, sino que algunos de ellos han sido los realizadores de éstos. Todo un de equipo de personas respetables entre la familia, vecindad y compañeros de trabajo que, cuando no se dejaban ver, se dedicaban a tareas tan deshonestas y peligrosas como las que les hemos relatado. El que ahora algunos estén detenidos y otros en la calle con cargos nos asegura por un tiempo cierta tranquilidad en las redes sociales, aunque nunca se debe bajar la guardia.