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Como
aportación a la conmemoración al Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer que acontece hoy, y
por aquello de impactar en sus
conciencias, les informamos de forma resumida que de las 10 mujeres
muertas este año por violencia de género o machista en nuestra
comunidad, al menos tres de ellas eran menores de treinta años. Y
cuanto al resto del país, las menores de veinte años se han
incorporado también a la estadística después de que no se
detectaran en muchos años. Esto quiere decir que la violencia sobre
la mujer aparece cada vez con más regularidad entre gente muy joven
y quizá porque este fenómeno social alcanza cotas inadmisibles y
preocupantes, la Junta de Andalucía haya decidido intervenir y
desde noviembre del año pasado patrocina un programa que podemos
calificar de pionero en todo el país y que por el momento controla a
las menores que han sido amenazadas y maltratadas. Por el momento las
cifras justifican la implantación de este programa, ya que en el
primer año de recorrido se han atendido a ochenta y dos chicas de
entre catorce y diecisiete años, el sesenta por ciento de las cuales
no sólo había padecido violencia psicológica, sino que las
agresiones físicas y la violencia sexual habían sido ampliamente
contrastadas.
El
objetivo del programa es dar apoyo emocional por parte del equipo de
psicólogos especializados en la atención de los menores, además de
ocuparse de los padres de éstas dotándoles de información y apoyo.
Estos profesionales se encargan de las sesiones de terapia que
realizan con ellas como objetivo principal, con la finalidad de
recuperarlas y prevenir posibles recaídas y ayudarles si desean
iniciar nuevas relaciones en términos de igualdad, puesto que es
evidente que detrás de la violencia sobre la mujer existe un
concepto de desigualdad entre las mujeres y los hombres. Se sabe que
dos de cada tres jóvenes de entre catorce y diecisiete años tienen
actitudes sexistas cuando se relacionan entre ellos, detalle que
supone un problema en sí mismo, puesto que representa un peligroso
caldo de cultivo para que el maltrato surja en cualquier momento.
De
entre las cifras más significativas que se han controlado por parte
de este programa patrocinado por la Junta de Andalucía, sepan que el
año pasado se presentaron nada menos que veintiséis mil novecientas
quince denuncias por violencia machista, cantidad que se reduce, sin
embargo, en un tres por ciento con respecto a 2011. En lo que va de
año, concretamente entre los meses de enero y junio, se denunciaron
trece mil trescientos veintiún casos, casi un dos por ciento más
que en 2012. Eso en nuestra comunidad, porque en España, por el
contrario, descendió esta cifra hasta un cuatro por ciento. De las
denuncias contabilizadas durante 2012, el siete por ciento las
presentaron las mismas mujeres y sus familias, lo que es alentador,
según los especialistas en el tema, por lo que representa de
implicación de las personas próximas a la maltratada. No obstante,
hasta ahora diez han sido las mujeres asesinadas por sus compañeros
en lo que va de año en Andalucía, de las que, como hemos dicho
antes, un treinta por ciento tenía menos de treinta años.
La
Junta, paralelamente al patrocinio de este programa, desarrolla una
campaña dirigida a las jóvenes que tiene como objetivo convencerlas
de las ventajas de las relaciones de pareja igualitarias, un trabajo
que se lleva a cabo en colegios, institutos y universidades. El
decidido apoyo a los menores es una de las líneas destacadas del
Informe Anual de la Violencia de Género 2012. La Junta de Andalucía
destaca que, de las denuncias interpuestas a lo largo del año
pasado, casi un siete por ciento de éstas venían avaladas por las
propias víctimas o sus familiares, como ya hemos dicho, y en una
gran mayoría de casos, la víctima sólo denunció a instancias de
la policía. Por todo esto, porque la realidad nos supera y porque la
violencia machista se extiende como plaga mesiánica, en caso de duda
nada mejor que llamar al teléfono 016, que es el que nos permitirá
una información directa y especializada, y del que no queda reflejo
alguno en la factura de la compañía de teléfonos. Un dato: el año
pasado se atendieron novecientas mil llamadas.