martes, 17 de diciembre de 2013

CARADURAS PROFESIONALES RECLAMAN DINERO EN NOMBRE DE RADIO ANDÚJAR Y DE LA CAMPAÑA DE NAVIDAD

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Los que entienden de sentimientos saben, o deberían, que no siempre las buenas intenciones acaban cumpliendo su objetivo, que no debe ser otro que el de compartir lo que tienes con los que justificadamente lo necesitan. Si ayer decíamos que nos sentíamos orgullosos de todos ustedes por su capacidad para organizarse y tener siempre a disposición de quien lo necesite no sólo el óbolo que facilite el mal momento al necesitado, sino capacidad y tiempo para escucharle, una necesidad, por cierto, vital para las personas que desgraciadamente se está perdiendo a golpe de disgustos o de desencuentros de amistades poco fiables por interesadas. Y como son tiempos en los que nos crecen las amistades como setas en noviembre, fundamental será que sepamos separar la paja de la cebada si no queremos perder lo poco que tenemos a favor de quien, en cuanto consigue lo que persigue, que casi siempre es dinero para unas supuestas necesidades, deja de agobiarte, y no precisamente porque no desee pedirte más, sino porque no tiene intención de pagarte la deuda adquirida.

Será por la crisis, o porque las necesidades obligan o vaya usted a saber por qué, el caso es que el mal momento económico que atravesamos ha creado una figura muy particular y especializada en el sablazo que se dedica al tema con interés y empeño, que pone el alma y su capacidad para dramatizar en la petición que te hace de forma que te sientes obligado a cubrir sus supuestas necesidades convencido de que tu esfuerzo habrá valido la pena. Luego, lo que son las cosas o qué pequeño es el mundo, lo encuentras consumiendo en cualquier bar tapas y raciones que tú hace tiempo has dejado de hacerlo porque sencillamente el dinero escasea en casa. Y eres tú, ante tan flagrante situación, el que se ve obligado a evitar su mirada, como si la vergüenza que genera el momento fuera culpa tuya.

Es decir, que al rebufo de la crisis, de las necesidades reales de muchos de nuestros vecinos, la figura del “tío del sablazo” ha renacido de sus cenizas y vuelve decidido a recuperar el tiempo perdido. ¡Y bien que lo está consiguiendo! En realidad, se trata de vividores bien conocidos entre nosotros que nunca han dado un palo al agua, que viven de los demás y que velan armas en el seno familiar a la espera del incauto o ingenuo que cae en sus redes y les soluciona su inexistente economía. Estos elementos curtidos en el pedir disponen de una gran capacidad escénica y no menos de infinita paciencia, que es la que usan para estudiar con detenimiento a sus víctimas, a las que parece conocer desde siempre y a las que se dirige con educación y respeto. Eso sí, en cuanto éstas flaquean ante lo argumentos que esgrime, sobre ellas recaen todos sus conocimientos y patrañas para conseguir el botín que persiguen.


Y todo esto que les comentamos, ¿a qué se debe? Sencillo. Porque hemos detectado a uno de estos individuos que anda por ahí pidiendo dinero en nombre de Radio Andújar y su campaña navideña. Sabemos que ustedes conocen nuestra filosofía con respecto a no aceptar dinero y sí alimentos no perecederos, juguetes y ropa en buen estado. La razón no es otra que la de evitar cualquier tipo de suspicacia o malos pensamientos. Así lo decidimos en su día y lo mantendremos mientras el espíritu solidario nos acompañe y las ganas de echar una mano a quien lo necesite se mantengan. Dicho esto, sepan ustedes que Radio Andújar no pide dinero para esta campaña ni para ninguna otra, y cuando no tengamos más remedio que aceptarlo, será por razones justificadas y en ningún caso seremos nosotros los receptores. Por lo tanto, si alguien le llega rogándole su óbolo en nuestro hombre, dése el gustazo de llamarlo embustero y de denunciarlo públicamente.