viernes, 13 de diciembre de 2013

TRÁFICO CONTROLA, INFORMA Y PROPONE

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Evidentemente, en carretera, el frío es el problema. Las bajas temperaturas influyen decisivamente en la conducción y ¡ay! de aquel o aquellos que no caen en la cuenta del peligro que representa en la calzada. Sin embargo, de entre los accidentes más compartidos desde que se inició este frío polar, sin duda que con diferencia la salida de vía está ganando por goleada. Y está claro. No es posible realizar el recorrido de siempre en el mismo tiempo porque entonces nos la pegamos, como de hecho está ocurriendo. No se trata de que debamos llevar las cadenas por si acaso, porque tampoco es para tanto, pero sí que no debemos perder de vista una realidad tan peligrosa como que en la carretera no es que nos podamos encontrar zonas con hielo, sino que las hay y muchas. Obviar este detalle nos puede costar un serio disgusto y no creemos que sea necesario recordar que no es bueno eso de contrastar nuestras posibilidades de supervivencia participando como protagonistas en una salida de vía.

Por otro lado, ya sabrán de las intenciones de la Dirección General de Tráfico con respecto al control de los automovilistas en busca de quienes se hayan excedido en el consumo de alcohol. La proliferación de las comidas propias de estas fiestas entre compañeros, familia, de empresa y de demás es verdad que ponen en la carretera a usuarios que no están para conducir, y que lo lógico es que cuanto antes los retiren de la circulación mejor para todos. Para apoyar, una vez más, esta campaña, Tráfico nos recuerda que la estadística es un libro abierto y que en el podemos leer que el cuarenta y siete por ciento de los accidentes con víctimas del año pasado estuvieron causados por conductores que conducían bajo los efectos de las drogas, y recordamos que el alcohol es una de ellas, quizás la más compartida y socialmente más aceptada, pero es una droga.

En otro orden de cosas, sabrán también que la petición que le llegaba al Gobierno procedente Tráfico, sobre que los conductores con permisos de entre treinta y cuarenta años, debían someterse a unos exámenes prácticos y teóricos para comprobar cómo están de reflejos y de conocimientos de la señalización y demás, ha sido rechazada. No sabemos si supondrá un alivio para algunos o simplemente habrá sido entendida la medida como absurda, pero el caso es que había levantado un revuelo importante entre quienes conducen desde hace años y consideran que están a la última en conocimientos y en práctica. De todas formas, no la perdamos de vista, porque la directora general tiene por costumbre insistir, y por el momento la práctica totalidad de sus decisiones están siendo apoyadas políticamente.

Con respecto a las denuncias que nos pueden caer si somos detectados en un control de alcoholemia, recuerden que pueden ser graves y que podemos evitarlas. Y no crean al compañero de mesa que asegura con todo rigor que dos copas de vino y una cerveza no dan positivo, porque se equivoca. Para empezar, porque cada persona metaboliza el alcohol de forma diferente; segundo, porque no siempre nos “pilla” el cuerpo para beber alcohol, y tercera, porque no es imprescindible su consumo para divertirse. Lo suyo sería que cada cual decida por sí mismo qué cantidad debe ingerir y que deje a los demás que hagan lo propio. Entre otras razones, porque puede verse involucrado en un accidente y sobre nosotros puede caer la duda o la razón de que fuimos los que le incitamos a que tomara alguna copa de más alegando que no iba a pasar nada.


Que tengan un feliz fin de semana.