martes, 20 de enero de 2015

LOS INCENDIOS DOMÉSTICOS SIGUEN COBRÁNDOSE VÍCTIMAS

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Nosotros no hace tanto tiempo que nos deteníamos ante el tema que hoy recuperamos y les informábamos, además de aconsejarles, sobre lo que intuíamos se convertiría desgraciadamente en noticia. Se trata efectivamente de los  incendios en viviendas, que el año pasado provocaron nada menos que la muerte de 116 personas. Este recuento se entretiene en superar el del año pasado en trece personas, es decir, un aumento porcentual por encima de un once por ciento. Un dato: en lo que va del año 2015, desde el 1 al 15 de enero, han fallecido 32 personas, siendo uno de los períodos más trágicos de la década. Entrando en detalles sabemos que las principales causas han sido los aparatos productores de calor, el estado deficiente del sistema eléctrico y los cigarros mal apagados. Por otro lado, el dormitorio y el salón han sido las estancias de la casa donde se han producido la mayor parte de los incendios. Estos detalles lo que vienen a confirmar es que no siempre se tiene en cuenta que el calor demanda aparatos que necesitan ser revisados, tanto en fuegos domésticos, que no siempre se controlan como merecen, o en braseros, que vienen a ser la causa de la mayoría de los incendios registrados a lo largo del año pasado. Y luego está lo del despiste familiar o el menosprecio con el que solemos tratar a estos elementos productores de calor, sobre todo cuando no aceptan que se les coloque nada encima y que sin embargo se utilizan como secadero rápido de la ropa de casa, o lo que es peor, cuando la familia se va a la cama y lo deja encendido. La ropa de la mesa de camilla, según la estadística confeccionada a lo largo del año pasado, y por ejemplo, ha participado en más de un ochenta por ciento de los incendios controlados en las viviendas. Es decir, alguien en el núcleo familiar no cayó en la cuenta de que ésta y el brasero que tiene a sus pies son completamente incompatibles.  

Si nos vamos un poco más lejos geográficamente hablando, en Europa 4.000 personas mueren cada año por este mismo motivo. Con esto lo que queremos decirles que se debería generar la legislación general que demanda un asunto que ha demostrado, acabando con la vida de personas, que no está del todo reglada. Lo evidente es que la situación está provocando una alarma social y un paso adelante de los expertos en seguridad contra incendios para tomar medidas que rebajen las consecuencias de los incendios domésticos. Algunas de las iniciativas que se están planteando son la de pedir al Gobierno que inicie una campaña de concienciación en la prevención de incendios, como se hizo en su día con la del cinturón de seguridad en los vehículos, así como introducir cambios en el Código Técnico de la Edificación para que sea obligatorio incrementar las medidas de seguridad, como la instalación de detectores de humo, que por el momento han demostrado que allí donde están instalados tienen un gran rendimiento, ya que lo que hace es avisar de la existencia de un incendio en la vivienda y esto permite a sus moradores iniciar el proceso de su extinción o, en caso de no ser posible esta maniobra, informar a los bomberos y a los propios vecinos antes de salir de la vivienda. De hecho, ya hay quien nos lleva la delantera, porque esta medida será obligatoria en Francia a partir del 8 de marzo de este año y ya es una realidad en otros países europeos, como Reino Unido, Holanda, Suecia y Alemania. En Reino Unido se lanzan periódicamente campañas de concienciación sobre la instalación de detectores autónomos y su mantenimiento periódico.

Las empresas dedicadas a controlar estos accidentes y las propias compañías de seguros nos recuerdan, además, la importancia de tener un extintor en la vivienda que pueda apagar un conato de incendio y evitar que se extienda el fuego, así como boca de incendio equipada en el rellano de la escalera, aunque este detalle es evidente que debe ser tenido en cuenta porque así lo exija la legislación y justo en el momento en el que se construya el edificio. También hacen hincapié en la relevancia de la compartimentación y protección estructural de los edificios, así como la instalación de detectores de humos en la escalera y garajes, la señalización de evacuación y las puertas cortafuego. En definitiva, tener en cuenta que los incendios en viviendas pueden ser reales y que toda la política comunitaria que se proponga y se adopte con el fin de aminorar las consecuencias de una situación del todo peligrosa, mejor para todos. Invertir en prevención, como ocurre en casi todos los órdenes de la vida, siempre acaba siendo rentable. Y en el caso de los incendios, sumando los accidentes con víctimas registrados, no parece que necesite de más documentación que la que actualmente encontramos a nuestro alcance en cualquier punto de información.


Antes de esto conviene tomar medidas de prevención y seguridad, como la revisión anual de la red eléctrica, evitar la sobrecarga de enchufes, evitar las situaciones de riesgo, velas encendidas, estufas encendidas por la noche o fumar en la cama, situación esta última que ha determinado que más de un veintiuno por ciento de los incendios fuera su causa directa.