jueves, 12 de enero de 2017

COSAS DE BANCOS SAQUEADOS

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Como de sobra saben, tenemos políticos, instituciones, organismos varios, subdirecciones generales y autonómicas, subsecretarios de secretarios, viceministros de ministros, tribunales de Justicia y de Cuentas, y un gobierno democrático elegido por votación popular, que es quien gestiona la totalidad del Estado. Pues bien, con todos estos políticos y funcionarios en nómina, -¡y con qué sueldos, señores!- aún no hemos conseguido que se devuelva a la ciudadanía la totalidad de la deuda acumulada por la banca luego de la crisis económica que ella misma ha generado y que ha necesitado de casi setenta mil millones de euros superarla. Ahí es nada, setenta mil millones de los que habremos recuperado no más de tres mil, que se dice pronto. Y más teniendo en cuenta que, al mismo tiempo, estos mismos bancos rescatados, con toda desfachatez y descaro, echan de sus viviendas a las personas que no han podido pagar la hipoteca que firmaron con ellos. La realidad de nuestra bancarrota se debe al robo y despropósito que se ha producido a lo largo de los años en las entidades bancarias que han necesitado de nuestro dinero para reflotarlas. Eso sí, mientras, el Banco de España mirando para otro lado.

Bankia y sus consejeros son un buen ejemplo de organización criminal con fines definidos, de saqueo continuado del dinero de sus clientes. El juicio que se sigue contra Blesa y sus consejeros, conocidos como los nueve magníficos por la cantidad sustraída y el uso indiscriminado que han realizado de las tarjetas negras, parece que acabará con ellos en prisión con doce o catorce años a sus espaldas, que es lo menos que se puede pedir para quienes sencillamente se lo han llevado caliente y a la luz del día. Por supuesto, luego de dejar en la ruina a miles de preferentistas y precarios de salud. Naturalmente, a la pena de cárcel que acabará fijando el tribunal que los juzga deberemos de añadir la devolución del dinero robado, no sea que luego, cumplida la mitad de la sentencia o por buen comportamiento, salgan a la calle y dispongan del dinero con absoluta libertad. El Banco de Valencia, la Caja de Ahorros del Mediterráneo, la de Castilla-La Mancha, entre otras entidades, también han contado con despilfarradores especialistas en saqueos. Lo extraño de todo esto es que hayan tenido que pasar años para que hayan sido puestos a disposición judicial, y, al menos por ahora, siguen en la calle como si tal cosa y manteniendo su alto nivel de vida. Y decimos extraño porque, de haberse tratado de ciudadanos de a pie, es decir, como ustedes o nosotros, nos hubieran empapelado hace tiempo.


El tiempo y la Justicia, por cierto, se encargarán de desenmarañar la tela de araña que han tejido estos arquitectos de las finanzas, pero lo que se vislumbra no es precisamente para alegrarnos. El hecho de que, como les decíamos, se hayan recuperado a estas alturas solo dos o tres millones de euros de tamaña cantidad invertida en la recuperación de la banca saqueada, ya anuncia sus verdaderas intenciones. Por supuesto, con la anuencia del Gobierno, que es quien está obligado a exigir lo que es de todos. Mientras, algunos de estos bancos vienen repartiendo dividendos entre sus accionistas porque sus resultados han sido positivos, cuando lo primero que deberían de hacer es devolverlo a quien se los prestó. ¿O fue regalado? Que nos contesten pronto y podamos recuperar el sueño, especialmente los que perdieron sus imposiciones a plazo fijo y que, a la mayoría de ellos, los han abandonado en plena calle con una pancarta en la mano exigiendo justicia… ¡Para morirse… de pena!