miércoles, 11 de enero de 2017

LA PACIENCIA, MADRE DE LA CIENCIA

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A falta de los últimos retoques, que se están dando por cierto, en los alrededores de la calle Lope de Vega, de momento podemos afirmar que la misión está cumplida por parte de la Concejalía de Obras y Servicios. Y si el responsable político ha estado a la altura, no digamos nada del comportamiento de los usuarios habituales de esa vía, que han estado meses circulando, no sin dificultades, por otras calles del entorno sin rechistar y asumiendo el papel que les tocaba interpretar con toda precisión y generosidad. También los vecinos han contribuido a que el resultado sea esplendoroso, con mucho menos ruido y con anchura de seguridad en las aceras laterales de la totalidad de la vía. Es decir, lo que demandaban y para lo que trabajaron sin descanso hasta su consecución, porque la particular historia de esta calle tiene mucho que ver con el esfuerzo y la entrega en su ejecución de ellas y de ellos, que se enfrentaron al poder y a la sinrazón con todas las consecuencias. Lope de Vega podemos asegurar que su actual estado responde a la exigencia colectiva, ponderada, justa y muy necesaria para la estabilidad psicológica de quienes allí residen, luego, eso sí, de no pocos contratiempos, desilusiones y empecinamientos de quienes no los entendieron desde el primer momento y situándose en su contra, como si lo que pedían no se lo merecieran.

Ahora, cuando todo alrededor de esta vía de comunicación comienza a normalizarse y los automóviles circulan con desahogo y seguridad, cuando el ruido ha descendido a cotas más que asumibles, ¿a qué conclusiones habrán llegado los que se situaron frontalmente en contra del proyecto, llegando incluso a amenazar a quienes no estuvieran en su posición? ¿Qué habrán hecho con sus mentiras cuando juraban que la calle Verbena sería de doble dirección? Aceptable es que las dudas se expongan y se planteen allí donde puedan ser escuchadas y valoradas; lo de optar por el escándalo, por la confusión, por la mentira, es evidente que no conduce a nada. Bueno, sí, lleva a quienes así entendieron la nueva Lope de Vega como la ruina de la ciudad al paredón del ridículo, ya que no se han cumplido ninguna de sus agoreras previsiones y parece, aunque tendremos que esperar unos meses, que la decisión municipal ha resultado exitosa si tenemos en cuenta el infierno que han superado, luego de muchos años, los residentes en esa calle.


Superado el segundo reto en importancia anunciado desde el Ayuntamiento como proyectos a consolidar desde el inicio de la legislatura, queda por concluir el otro, que también fecha de caducidad y que no ha sido cumplido por razones técnicas más que justificadas. Santa Marina estaba en unas condiciones estructurales realmente penosas y, lo que es peor, a punto de caerse sobre sí misma. La información de la que disponemos y que compartimos con ustedes nos anuncia que disfrutaremos de su cobijo para el mes de abril, fecha en la que, como sabemos, ha venido siendo utilizada especialmente para el desarrollo de los actos del pórtico de romería. De cumplirse las previsiones, Andújar recibirá un edificio ubicado en el centro de la ciudad que le permitirá lucir su personalidad en toda su dimensión y su capacidad organizativa para las propuestas más atrevidas. Recuperar Santa Marina era un reto económico y técnico de este equipo de gobierno y que esperamos disfrutar en poco tiempo.