A falta de los últimos
retoques, que se están dando por cierto, en los alrededores de la calle Lope de
Vega, de momento podemos afirmar que la misión está cumplida por parte de la
Concejalía de Obras y Servicios. Y si el responsable político ha estado a la
altura, no digamos nada del comportamiento de los usuarios habituales de esa
vía, que han estado meses circulando, no sin dificultades, por otras calles del
entorno sin rechistar y asumiendo el papel que les tocaba interpretar con toda
precisión y generosidad. También los vecinos han contribuido a que el resultado
sea esplendoroso, con mucho menos ruido y con anchura de seguridad en las
aceras laterales de la totalidad de la vía. Es decir, lo que demandaban y para
lo que trabajaron sin descanso hasta su consecución, porque la particular
historia de esta calle tiene mucho que ver con el esfuerzo y la entrega en su
ejecución de ellas y de ellos, que se enfrentaron al poder y a la sinrazón con
todas las consecuencias. Lope de Vega podemos asegurar que su actual estado
responde a la exigencia colectiva, ponderada, justa y muy necesaria para la
estabilidad psicológica de quienes allí residen, luego, eso sí, de no pocos
contratiempos, desilusiones y empecinamientos de quienes no los entendieron
desde el primer momento y situándose en su contra, como si lo que pedían no se
lo merecieran.
Ahora, cuando todo alrededor
de esta vía de comunicación comienza a normalizarse y los automóviles circulan
con desahogo y seguridad, cuando el ruido ha descendido a cotas más que asumibles,
¿a qué conclusiones habrán llegado los que se situaron frontalmente en contra
del proyecto, llegando incluso a amenazar a quienes no estuvieran en su
posición? ¿Qué habrán hecho con sus mentiras cuando juraban que la calle
Verbena sería de doble dirección? Aceptable es que las dudas se expongan y se
planteen allí donde puedan ser escuchadas y valoradas; lo de optar por el
escándalo, por la confusión, por la mentira, es evidente que no conduce a nada.
Bueno, sí, lleva a quienes así entendieron la nueva Lope de Vega como la ruina
de la ciudad al paredón del ridículo, ya que no se han cumplido ninguna de sus
agoreras previsiones y parece, aunque tendremos que esperar unos meses, que la
decisión municipal ha resultado exitosa si tenemos en cuenta el infierno que
han superado, luego de muchos años, los residentes en esa calle.
Superado el segundo reto en
importancia anunciado desde el Ayuntamiento como proyectos a consolidar desde
el inicio de la legislatura, queda por concluir el otro, que también fecha de
caducidad y que no ha sido cumplido por razones técnicas más que justificadas.
Santa Marina estaba en unas condiciones estructurales realmente penosas y, lo
que es peor, a punto de caerse sobre sí misma. La información de la que
disponemos y que compartimos con ustedes nos anuncia que disfrutaremos de su
cobijo para el mes de abril, fecha en la que, como sabemos, ha venido siendo
utilizada especialmente para el desarrollo de los actos del pórtico de romería.
De cumplirse las previsiones, Andújar recibirá un edificio ubicado en el centro
de la ciudad que le permitirá lucir su personalidad en toda su dimensión y su
capacidad organizativa para las propuestas más atrevidas. Recuperar Santa
Marina era un reto económico y técnico de este equipo de gobierno y que
esperamos disfrutar en poco tiempo.