martes, 30 de mayo de 2017

LOS NACIONALISMOS TRAEN CUENTA

Imprimir


El traqueteo político nacional nos proporciona infinidad de argumentos de los que obtener información y llegar a conclusiones relacionadas con el devenir del país. Por ejemplo, sabemos que sobre el Gobierno, y especialmente sobre su presidente, señor Rajoy, pesa una moción de censura que ha sido presentada por Unidos-Podemos. Las razones que expone el que se postula como presidente, señor Iglesias, la corrupción que protagoniza el Partido Popular y que, según ellos, nos está llevando a la deriva. Otra noticia que se ha colado a la primera página de la actualidad nacional, el papel fundamental que está jugando el señor Quevedo, a la sazón el único representante canario en el Congreso de los Diputados, que ha sido objetivo directo del Gobierno para aprobar los presupuestos de este año. Parece mentira, pero esto es lo que hay: el partido menos representado en el hemiciclo tiene un protagonismo fundamental para que las cuentas del Estado salgan adelante en el próximo pleno del Congreso. Naturalmente, gratis no le va a salir a los populares el sí de este diputado, ya que ha sabido torear la situación con estilo y oficio y obtendrá beneficios directos para las islas. De hecho, por lo que se ha anunciado por las dos partes, cientos de millones serán los que este pequeño partido canario, Nueva Canarias, se llevará de los presupuestos generales, beneficiando de esta forma a los allí residentes en apartados tan importantes como los viajes entre islas, los impuestos sobre productos de primera necesidad y otras ventajas que suponemos agradecerán los residentes en las Islas Afortunadas en la próxima cita electoral.

La importancia que acaban adquiriendo los partidos que representan a sus respectivas comunidades, sin necesidad de reclamar trasnochados nacionalismos, lo vemos reflejado en este caso, puesto que él solo ha conseguido, por ejemplo, más dinero para su tierra que nosotros, los andaluces, aportando el mayor número de representantes tanto del Partido Socialista como del Popular. El freno que encontramos al paso y que conocemos como disciplina de partido, condiciona por completo cualquier intento de tomar iniciativas en favor de Andalucía y el futuro de sus moradores. Ejemplos tenemos más que de sobra para justificar nuestro comentario, aunque Cataluña y el apoyo que hizo a los Gobiernos de Felipe González y de José María Aznar, confirman que el buen uso de los votos de los nacionalistas, además de saber venderlos inteligentemente, permiten a estas comunidades auparse a puestos de privilegio cuando de recibir inversiones del Estado se trata. Con diferencia, Cataluña ha sido la región española en la que más dinero se ha invertido desde la      implantación de la democracia. Las que menos, las de siempre: Extremadura y Andalucía. Los partidos políticos que fijan sus objetivos en la política nacional no tienen por costumbre preocuparse de los territorios que les son fieles y de donde obtienen los votos, como es el caso de nuestra tierra, que viene votando mayoritariamente socialismo y populares, y más concretamente nuestra provincia, que lo hace desde la primera cita electoral, y a las pruebas nos remitimos.

La lección que ha dado al Estado el diputado canario señor Quevedo, que ha conseguido una bolsa repleta de millones de euros para su tierra, seguro que sin esperárselo cuando consiguió su escaño para venirse a Madrid, parece que ha despertado el interés de quienes siempre han andado entre los críticos y que, si no fuera porque las experiencias nacionalistas de nuestra tierra han sido en general muy desagradables y ni siquiera conviene recordarlas, otra sería la realidad de Andalucía.