El día a día de la ciudad no
acaba de recuperar su habitual ritmo. Entre otras razones porque la Concejalía
de Obras y Servicios ha decidido renovar buena parte de la ciudad, como es el
caso de la avenida plaza de Toros, Emperador Adriano y alrededores, La Quinta y
Baena, a las que, por cierto, buena falta les hacía, puesto que hasta ahora los
sucesivos gobiernos municipales solían invertir en la mejora del aspecto del
centro y poco o muy poco en las alejadas de éste. Por lo tanto, como siempre
hemos dicho, se trata de aportar paciencia a los inconvenientes propios que
generan todas las obras en general y muy en particular las que influyen en
nuestra dinámica diaria, convencidos de que, una vez superada esta etapa,
podremos disfrutar del mejorado aspecto con el que ha quedado lo intervenido.
El mejor ejemplo sin duda, Emperador Trajano, que demuestra el interés del
Ayuntamiento en que la ciudad no solo renueve su exterior, sino que es en el
interior donde de hecho se invierte más dinero y se asegura por años la
tranquilidad de sus moradores. Otro de los retos pendientes de efectuar, el
mercado de abastos, sobre el que está prevista una inversión de más de
doscientos mil euros que facilitará el ir y venir de los clientes y no menos el
desenvolvimiento de las tareas de los profesionales que allí desarrollan su
trabajo. Están previstas para el mes de julio y todo indica que se cumplirá la
fecha, aunque por el momento la falta de información que denuncian los
vendedores entorpece su viabilidad. En cuanto al sí o el no de la corredera de
Capuchinos, sobre la que hace poco se invirtió una suma de dinero muy
importante, parece que, en principio, cuenta con el apoyo incondicional de los
comerciantes y residentes de esta importante avenida, que no estuvieron de
acuerdo mientras se desarrollaban las obras ni cuando acabaron. Con todo, el
malestar creció cuando se anunció por parte del equipo de gobierno su decidida
intención de abrir en canal esa avenida para la construcción de un
aparcamiento. Como luego se supo, se trató de un intencionado bulo, porque en
realidad era inviable, algo parecido a lo que ocurrió cuando se anunciaba a
bombo y platillo que en la plaza de España iría un aparcamiento. Y es que lo de
anunciar sabiendo que no es posible, que no obtendrá autorización para ello, en
manos de los especialistas en sacar provecho de la mentira es una bicoca.
En cuanto a la renovación que
se está haciendo de los parques infantiles distribuidos por la ciudad, el hecho
de que no se acometieran estas mejoras en el mejor momento mantiene cerrados casi
a la totalidad. Y si tenemos en cuenta que la romería la tenemos encima, mala
decisión sin duda. El buen tiempo y las vacaciones romeras sacarán a la calle a
muchos menores que, al menos por el momento, no podrán disfrutar de los
recintos en los que habitualmente lo hacían. Sin duda, debió sopesarse esta
decisión, porque a la vista está que no ha sido la más acertada. Otro asunto
del que la ciudadanía reclama información está ligado al aparcamiento que quiso
prepararse en la zona de cuesta Castejón y del que hasta el momento no se
conocen noticias sobre su viabilidad. Sí sabemos que la responsabilidad del sí
o el no de esta zona en donde dejar los coches está en manos de los
propietarios del terreno actualmente vallado y que tanto afea al entorno,
teniendo en cuenta que desde este punto de la ciudad los atardeceres son
sencillamente épicos. Tampoco conocemos las intenciones del equipo de gobierno
con respecto a la recuperación, mejora o equipamiento de los jardines de Colón,
escogidos por el anterior gobierno municipal como aparcamiento en superficie
con buena parte de la ciudadanía frontalmente en contra. En definitiva, cosas
de casa que disfrutamos o padecemos y de las que necesitamos saber cuál será su
inmediato futuro.