En general, el asunto de los
aparcamientos en nuestra ciudad, como en cualquier otra, no está ni mucho menos
conseguido. Sin embargo, la idea permitir la parada o el estacionamiento como y
donde le convenga al usuario debe ser erradicada inmediatamente; y si además se
trata de ocupar un espacio que está destinado y delimitado para el paso de las
bicicletas, el asunto pasa a ser un problema que entendemos consentido una vez
comprobamos que este abuso diario en la calle Pío Baroja se produce delante de
la mismísima policía local. Cierto que este carril bici no se usa
habitualmente, pero de ahí a que se ocupe en su totalidad por vehículos que
entendemos esperan a los alumnos del instituto Jándula va un trecho a lo largo
del cual se transgrede lo establecido de forma contundente. Y como entre
nosotros lo de no adoptar medidas en contra de quienes abusan de lo público es
un hecho del que nos llevamos arrepintiendo desde siempre, conviene no perder
de vista este asunto en beneficio de quienes usan la bicicleta para sus
desplazamientos por la ciudad, que para eso precisamente se invirtieron
cuatrocientos mil euros en su realización. Un buen ejemplo de dejadez oficial
lo comprobamos a diario en la zona de SAFA, en donde los vehículos aparcan
ilegalmente en la zona derecha del edificio hasta el semáforo de la avenida de
Blas Infante, pero que ahora, comprobado que no pasa nada, que nadie les llama
la atención, lo hacen en la totalidad de la vía y en doble fila, que es lo que
faltaba para que los menores estén en permanente peligro. Siguiendo en esta
línea, tampoco sobre los ciclistas que usan las calles peatonales se tiene
control. Se han colocado señales que avisan al usuario de que está prohibido,
pero si nadie les reprime, si nadie les llama la atención, lo normal es que
sigan haciendo lo de siempre.
Que conste que estas denuncias
públicas que hacemos desde este espacio no son nuevas, que vienen de lejos y
que, sin embargo, por el momento todo sigue igual, si no peor. Cuando se decida
intervenir, que se tenga en cuenta que fácil no va a ser, que se ha permitido
demasiado tiempo y que lo que se convierte en norma no es tan sencillo eliminarlo
para implantar el sentido común. Mientras tanto, que se sepa que el
Ayuntamiento como tal sería el responsable directo de los accidentes y las
causas que se produzcan en esos espacios y por ese abuso que se hace del carril
bici de Pío Baroja o del espacio aledaño a la zona de SAFA, en donde podemos
asegurar que se genera a diario un caos circulatorio de una alta y absurda
peligrosidad para quienes menos culpa tienen en todo este asunto, o sea, los
escolares. Una vez comprobada la irresponsabilidad del ciudadano acudiendo con
su vehículo a las puertas del centro escolar y visto que la Concejalía
responsable no se decide a tomar medidas, toda queda en manos de la
Providencia. El día que nos deje desamparados será cuando nos lamentemos, que
es a lo que en realidad estamos acostumbrados, a tomar medidas una vez nos
hemos dado de frente con el muro, justo cuando ya no es posible reparar el mal
que hemos hecho.
Al menos para nosotros, el
tema que traemos hoy para su análisis tiene todos los elementos precisos para
convertirse en cualquier momento en una noticia de gran calado. Entendemos que
es muy urgente que se presenten razones desde las que informar a quienes
protagonicen estas peligrosas situaciones y hacerles comprender que en juego
está la vida de los menores. Luego, si no recapacitan y resuelven, mano
dura.