jueves, 18 de octubre de 2018

LA PEDAGOGÍA, IMPRESCINDIBLE TAMBIÉN EN POLÍTICA

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La Pedagogía, tal como la define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, “es la ciencia que estudia la metodología y las técnicas que se aplican a la enseñanza y la educación” y “la práctica educativa o método de enseñanza en un terreno determinado”, es decir, que como la ciudadanía necesita, necesitamos, ser considerados como seres inteligentes capaces de interpretar correctamente la actualidad y de decidir en libertad qué elegir y no solo cuando nos citan en los colegios electorales para depositar nuestro voto, si se nos aplicaran los métodos que la Pedagogía utiliza para llegar a las personas y documentarlas sobre las materias que se les presentan para su análisis, seguro que algunos de los bocazas que desde los diferentes partidos políticos intentan asustarnos con que España se hundirá en la miseria porque gobierna su adversario político, se lo pensarían un par de veces conscientes de que sus mensajes no calarían como hasta ahora en quienes los escuchan. No es de recibo que cuando decidimos interesarnos por la actualidad, por los vaivenes en los que se desenvuelve el país, se nos  vengan encima los diferentes puntos de vista de quienes dicen gestionar nuestro futuro, o sea, los líderes de los diferentes partidos políticos, y comprobamos que no coincide ninguno. Entre quienes aseguran que están en el buen camino hacia el compromiso social, atendiendo la discapacidad y la dependencia, aumentando el sueldo mínimo interprofesional y ajustando las pensiones al IPC entre otras medidas, los de enfrente se empeñan en insistir en que España se cae, que las medidas adoptadas por los gobernantes solo servirán para volver a los malos tiempos. Y ustedes y nosotros justo en medio, estorbando, incrédulos y cada vez más convencidos de que andamos escasos de gente preparada para dirigir el país como necesita.

Y es aquí donde debería entrar la Pedagogía arrasándolo todo, ya que estamos convencidos de que las cosas, las decisiones que tomen nuestros políticos en nuestro nombre, deben sernos detalladas desde la coherencia. Sin embargo, como es evidente que esto es lo que menos les interesa porque entonces entenderíamos en qué sistema se desenvuelven y cuáles sus intereses reales, no mueven un dedo para su implantación. Comprobado está que no son pocos los partidos políticos que insisten en que invertir en educación y cultura no conduce a nada, que cuanto menos sepa el ciudadano mejor, que los libros son fuente de conocimiento y algunos hasta los carga el diablo. Mantener la élite en la que suelen estar, observar desde lejos a quienes reclaman más y mejor modo de vida, trabajo y atención a sus necesidades, y acudir a arengar a los suyos,  que son los que de verdad les importan y a lo que se dedican, es su pasión y su modo de mantener el nivel de vida que han conseguido luego de unos años limpiando los zapatos de sus superiores y asistir a cursos acelerados de expresión corporal y aprendizaje oral para dirigirse a las masas con el grado de maestro.

Con todo, y para que lo sepan, la Pedagogía, que se parece mucho a la Demagogia pero que no lo es en absoluto, es necesario aplicarla en todo momento, ya sea desde las Administraciones más próximas hasta las que nos quedan más lejos, porque todas están conectadas entre sí y nosotros somos los que las mantenemos con nuestros impuestos. Así, no debemos aceptar una subida de tasas, por ejemplo, sin que antes se nos hayan dado las explicaciones pertinentes, como tampoco arreglar una calle, quitar o poner un jardín, renovar las luminarias o, por supuesto, invertir el dinero de todos en donde no fuimos informados. Comprendemos que esto debe ser difícil para quienes no son precisamente amigos de dar detalles, de que la ciudadanía sepa qué se ejecuta en su nombre, y gustan de hacer y deshacer sin pedir permiso, pero esto es lo que hay. Al hilo de lo que les contamos se está gestando entre nosotros una asociación ciudadana que precisamente tiene entre sus objetivos el de informarnos puntualmente qué se hace por la ciudad en la que habitamos y qué medios se utilizan para resolver los problemas que nos limitan y nos mantienen estancados a la espera de no sabemos bien qué, pero que nos quita el sueño.