martes, 14 de diciembre de 2010

MAS SOBRE EL APARCAMIENTO DE CAPUCHINOS



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El aparcamiento que el alcalde se lleva y se trae cuando le interesa y que por el momento le está sirviendo para aparecer como víctima del socialismo sevillano, a los que asegura se han unido los andalucistas y los de Izquierda Unida, como si se tratara de una confabulación pactada con fines maquiavélicos, está salpicando a todos los que se han puesto a su lado pidiendo o exigiendo, según convenga porque de todo hemos oído, apoyo para tan magnífica idea. Y desde luego que mala no es, eso debe quedar claro, pero con condiciones, porque eso de que al alcalde de turno se le ocurra una idea y la quiera imponer porque sí, no sólo nos parece aberrante y desproporcionado, sino un abuso descarado de autoridad. De esto ha dado sobradas muestras nuestro alcalde. Sin ir más lejos, la remodelación de las Vistillas, que las ejecutó como le ha dado la gana, sin permitir la participación de nadie, ni de asociados ni de particulares, y por supuesto sin exposición previa de lo que quería hacer con un parque que es suyo, desde luego, pero que antes es de todos y para todos. El parque de san Eufrasio es otra muestra del despotismo con el que actúa, ya que tampoco aquí tuvo la delicadeza de compartir su planificación y decidió la obra que ahora vemos terminada invirtiendo nada menos que cien millones de las antiguas pesetas de todos nosotros. Es más, al final esta remodelación ha superado casi en el doble su coste, por supuesto sin que nadie sepa en realidad la razón; ni siquiera sus compañeros de corporación, que para eso se encargó el Partido Andalucista de frenar los intentos de los partidos en la oposición de saber en qué y en dónde se había invertido tal cantidad de dinero público.

Tres cuartos de los mismo ocurrió con Innovandújar, o al menos eso debemos deducir de las palabras del por entonces socio de gobierno, concretamente primer teniente de alcalde, que asegura hoy que un día antes de la presentación no tenía ni idea del asunto. Las palabras del concejal andalucista, no obstante, tienen dos lecturas, ya que pasado el tiempo y viéndose en la situación de absoluta soledad en la que se encuentra, es posible que los remordimientos no le dejen descansar, pero también puede que se trate de la verdad. Sea como sea, los terrenos de los llanos del Sotillo pasaron de agrícolas a industriales sin pena ni gloria y, de hecho, siguen siendo un erial, eso sí, con mucho agua estancada. En el caso de la nueva piscina al aire libre construida junto a la cubierta, lo de siempre, o sea, que la ha mandado hacer con el dinero de los demás, pero a su gusto. Y la del ejido del Puente, ídem. La asociación vecinal se ha quejado, ha pedido audiencias, pero el alcalde a lo suyo, a invertir el dinero de todos y más concretamente de la Junta, donde y como le viene en gana.
Si esto es democracia y participación, pues eso, que venga alguien y nos convenza. Quizá por todo esto desde el primer momento dijimos, y nos ratificamos en ello, que lo del aparcamiento era otro brindis al sol del alcalde. Eso de presentar como lo ha hecho un proyecto de la envergadura del aparcamiento que dice querer construir con la escasa documentación que ha llevado al pleno, o es que está de broma o sencillamente es que no tiene ninguna gana de realizarlo, que es lo más probable. Lo peor de todo no es tanto saber que este proyecto es inviable, sino que personas a las que creíamos inteligentes e intuitivas, capaces de oler una mentira desde lejos, hayan caído en la trampa de la forma tan burda que lo han hecho. Eso o que han aceptado los razonamientos aportados desde la Alcaldía-Presidencia sin ningún de comprobación. Por ejemplo, en algo tan delicado como la estabilidad de las edificaciones existentes en esta importante arteria de nuestra ciudad, que no ha sido tenida en cuenta cuando se trata de algo tan trascendental.
En fin, que el tema del aparcamiento sigue vivo, aunque bien muerto. Es decir, que mantiene su protagonismo sólo porque algunos partidos políticos han querido decirle a la ciudadanía que la primera autoridad miente cuando les responsabiliza de que no siga adelante el proyecto. Les aseguramos que con sólo echarle una visual a su contenido, lo menos que produce es risa.